𝟏𝟖. amor honesto

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Tercera persona.

Jia terminó quedándose dormida en el coche de Dongyeo mientras iban a su casa. La casa de este estaba más lejos de lo que parecía y el cansancio la venció. Se encontraba en el asiento de atrás, con las mejillas secas al igual de la boca de haber llorado en el camino. En ese momento, se hallaba silenciosa, soñando cualquier cosa fuera de la realidad. Dongyeo estaba centrado en la carretera, aunque con mil cosas en la cabeza. Sentía las ganas de cuidar a Jia, de decirle que todo estaría bien, que todo iría a mejor. Pero a su vez, sentía la creciente tensión de no poder actuar por ella, de no poder hacer nada para mejorar la situación.

Aparcó el coche en el primer sitio que vio y salió rápidamente del coche. Al abrir la puerta trasera del automóvil y ver a su amiga plácidamente dormida sintió compasión. Una pequeña lágrima cayó por la mejilla de Dongyeo, estresado.

-Venga ya está, fuera tristeza...-mencionó, hablando para sí mismo y secándose su lágrima.

Agarró el cuello y las piernas de Jia, cogiéndola en sus brazos. Con cuidado, la llevó al ascensor, intentando no despertarla. Poco a poco, llegaron al 5º piso, sorprendentemente sin cruzarse a ningún vecino. Entró a su casa, dejando a la chica tumbada en el sofá. Fue a la cocina, abriendo un paquete de cigarros en el camino. Dongyeo fumaba mucho en su adolescencia, pero según fue madurando dejó el tabaco completamente, dejándolo como una adicción adolescente. Sin embargo, en ese momento se sentía tan frustrado de no poder hacer nada que decidió fumarse un cigarro. Sin embargo antes de encenderlo echó un vistazo a su exnovia, que recién se empezaba a despertar. Se acordó de lo mal que lo pasaban sus padres y él incluido, cuando no podía dejar de fumar ni por dos horas. Recordó cuando Jia le decía que sus besos sabían a ''culo de mono'' y le hizo reír un poco. Tiró el cigarro en la basura, decidiéndose a no hacerlo. Justo después, desechó la cajeta entera tirándola a la basura. Jia recién despertada, se acercó a su exnovio, con cara de confusión y de tristeza.

-¿Me he dormido todo el trayecto? ¿Me has traído en brazos?-preguntó la chica, llevando su pelo hacia atrás. Dongyeo asintió suavemente. La chica hizo lo mismo, sintiéndose algo culpable por haber arrastrado a todo el mundo a sus problemas y las lágrimas amenazaron otra vez con salir.

Jia sentía todo tipo de emociones. Se sentía agradecida de tener a Dongyeo pero no podía evitar pensar en lo que tendría que sufrir nada más saliese de esa casa y volviese a su escuela. Quería ver a Hyunjin y explicarle todo, cuando las cosas parecían ir mejor todo se derrumbaba poco a poco. A su vez, no sabía como afrontar la situación. El sollozo comenzó de nuevo, mientras ella intentaba hablar.

-Gra...Gracias por siempre estar.-comentó ella, levantando su cabeza con las mejillas empapadas. Dongyeo, dolido de verla así pasó ambas de sus manos por sus mejillas, limpiándolas con sus dedos de forma suave. La acercó a ella y la estrechó fuertemente en sus brazo, permitiéndola desahogarse en sus hombros. Obviamente ella lo hizo, se dejó completamente llevar por sus sentimientos desgarradores que la estaban carcomiendo. Dejó sus hombros relajarse mientras se aferraba a él con fuerza, mojando su camiseta con gotas saladas. Dongyeo palmeó la cabeza de Jia suavemente, como un acto de empatía.

-¿Sigues fumando?-preguntó ella mientras se separaba de él, secando sus lágrimas, confundida de porque había una cajeta entera en la papelera.

Dongyeo negó con la cabeza.

-Qué va. Estaba frustrado y casi tomo uno pero he decidido no hacerlo. Sé cuanto lo odias.-dijo él, rascando la cabeza y apartándose. Jia se rio ante su comentario.

-¿Así que lo haces por mí?-comentó ella, sonriendo de forma tierna. Dongyeo le pegó un pequeño golpe en el brazo antes de ofrecerle un vaso de agua.

PAIRS | hwang hyunjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora