-¡Minji vamos! El profesor está metiendo prisa.- exclamé, metiendo prisa a mi amiga que recién terminaba de vestirse. Su precioso pelo sedoso estaba recogido en una coleta. En cuanto al atuendo, comentó que se pondría lo más cómodo que tuviese. Ella llevaba un chándal completamente blanco por lo que la avisé de que tuviera cuidado con la comida, incluso si llevaba una camiseta debajo. Por mí parte yo llevaba unos pantalones cortos anchos, de color negro y deportivos a lo que acompañaba mi pequeño top rosa corto y a su vez, de manga corta. Mi lado de diseñadora no me dejaría nunca en paz por mucho que insistieran en ir con una bolsa de basura encima. Siempre tendría la necesidad de añadir algo destacable al conjunto. Recordé el concurso por un breve momento. Tendría poco tiempo para entregarlo nada más volviese pero haría mi mayor esfuerzo. También recordé mi casa, mi pequeño hogar chiquitito y acogedor. ¿Apagué la estufa? ¿Y el radiador? ¿Qué hay de la luz? ¿Dejé todo cerrado? Preguntas así se me venían a la cabeza aunque solo llevara dos días fuera de mi casa. Incluso podría volver a pie si quisiese. Eso sí, según mis cálculos, tardaría más de dos días sin ninguna parada. Mis ideas fueron interrumpidas antes de lo esperado pues terminamos por salir de la cabaña.
El camino hacia allí era breve y sencillo. Nada de empinadas cuestas ni caminos embarrados. Todo asfalto. Si es verdad que me gustaba la naturaleza pero, nada era más confortable que el suelo con ladrillos. Todos los días de la excursión tenían la misma preparación, por la mañana hacíamos una actividad en grupo y comíamos todos juntos. Después de eso, teníamos la tarde libre. En lo que llegábamos, Minji me iba contando su historia de amorío con la tal chica cuyo nombre no sabía. Según su explicación, era verdad que parecía una persona muy adinerada. Me gustaba ver como sus pupilas se dilataban cada vez que la mencionaba y me alegraba mucho por ella. Sólo esperaba que pudiese encontrarla de nuevo y saber su nombre...
-¡Yujuuu! ¡Hemos llegado mochuelos! ¿Es bonito, cierto?-nuestro anciano profesor se emocionó cuando llegamos a nuestro destino, el Museo Haenyeo, dedicado a las buceadoras marinas. Poco a poco estaba entendiendo mucho de otros trabajos además del mío. Ahora sabía sobre moda, patronaje, estilismo, yincanas, libros y ahora, buceadoras marinas y cómo trabajar. Además también sabía algo de teatro gracias a la escena que creamos y de baile, gracias al espectáculo de Hyunjin. Hablando del pelinegro, se encontraba en la otra esquina, hablando con su mejor amigo. A veces me preguntaba si Félix era el único que conocía cosas y detalles de Hyunjin. Parecía muy serio y hablador desde lejos, como si estuviera explicándole algo en detalle al pecoso. Que rabia, quisiese que él también se expresara así conmigo. Suspiré y dirigí mi mirada a otro lugar, encontrando la silueta de Jeong In. De nuevo, iba vestido con una sudadera, esta vez roja y unos pantalones anchos negros. Le miré por un rato, sin pensamiento alguno. Creo que se dio cuenta y al girar su cabeza yo hice lo mismo, abordando el contacto visual. Sin embargo, definitivamente me captó porque le oí reírse justo después. Después de ver que la más extrovertida del grupo era Minji, era refrescante ver a un chico con una personalidad parecida.
Una vez dentro del museo, decidí acercarme poco a poco a Hyunjin. Después del encontronazo con Jeong In no hablamos mucho más esa noche, cosa que me puso triste porque por fin parecía haber dado algo de sí. Me arrimé a él guardando las distancias y caminamos un rato en un cómodo silencio. Observé como le hacía fotos instantáneas a cosas que le parecían interesantes, incluso leía los pequeños resúmenes de las placas. Me fijé en sus heridas y en el pésimo trabajo que hice poniendo las tiritas en su cara. En mi defensa, estaba muy oscuro y el herido en cuestión no estaba colaborando. Pensé en tocar su cara pero me abstuve por miedo a que rechazase mi contacto. Cuando se dio cuenta de que llevaba rato mirándole me puse nerviosa. ¿Me diría algo?
-Ponte ahí. ¿No quieres una foto?- comentó, señalando la estatua de aluminio que había al lado de un pequeño banco. Aunque me pilló por sorpresa, accedí inmediatamente. Me senté en frente de esta, posando de formas variopintas. Cuando acabó, Minji se acercó a nosotros y obligó a Hyunjin a sentarse en el otro banco para que la foto fuera simétrica. Así hizo él. Mientras mi amiga aprendía a usar la cámara a manos de Félix, nosotros entablamos una pequeña conversación a pesar de la distancia.
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PAIRS | hwang hyunjin.
FanfictionP |❝ Es sabido que emparejar a tus amigos nunca es buena idea, Hyunjin y Jia lo pueden confirmar. "Si es una tontería entonces quiero ser un tonto."❞ ☙ heterosexual ☙ hwang hyunjin ff ☙ humor/romance ©LOONATEARS 2021