101 Rosas

Mente en París

CAPÍTULO I

Ballet, ballet, ballet. Es lo que respiro, es lo que veo, lo que soy. El Ballet se originó el en Renacimiento italiano en los siglos XV y XVI. Más tarde se expandió por los territorios franceses gracias a Catalina de Médici, quien solía ser esposa del rey francés Enrique II en el año 1533.

Después de unos años, el rey Luis XVI decidió crear la primera compañía y escuela de Ballet profesional, La escuela de Ballet de La Ópera de París. Debido a los avances del ballet en Francia, el vocabulario que predomina en esta danza es el francés. La academia de baile era la mejor, la más destacada y mencionada tanto en Europa como a nivel mundial... hasta que ese lugar fue tomado por Rusia. Habían tenido muy altos presupuestos para el ballet, por igual para el San Petersburgo.

Más tarde surgieron las obras como: "el lago de los cisnes", "el cascanueces", "la bella durmiente", entre otras. Cabe mencionar que anteriormente se había creado las obras que iniciaron el movimiento romántico en el Ballet como: La Sílfide llevado a cabo en la misma Ópera de París en el año 1832, y, Giselle; estrenada el 28 de junio del 1841. Amo la historia de Giselle, siempre me ha parecido cautivadora, sublime desde que sé que existe. Trata de una jovén campesina que se enamora de Albrecht, quien se enamora de ella también... pero le esconde que pertenece a la realeza y finge ser un aldeano común y corriente. Hilarión, el guardabosque que también tiene interés hacía Giselle, descubre que Albrecht es de la realeza y está comprometido y se lo hace saber a la campesina, sorprendida por el engaño, cae en la desesperación y locura que la arrastra hacía la muerte. Más tarde se convierte en una Willis: espectros, espíritus de novias que nunca llegaron al día de su boda, si no mal recuerdo.

La historia me hace llorar solo de recordarla. Antes no podía entenderla, pero desde hace dos años he tratado de comprender lo que quiere decir. Mi sueño es ser la protagonista en Giselle en la mejor escuela de Ballet del mundo. Pero es solo eso: un sueño.

Me fascina todo lo relacionado con la noche: la luna, las estrellas, los astros. Creo que no existe mejor momento en el día como lo hay en cada noche. Parece ser infinita... pero a la vez tan corta. El silencio que posee es incomparable, así como la paz que me trae mirar el cielo repleto de estrellas brillantes y la enorme luna llena. Salí al balcón y dejé mi mirada puesta en el cielo por largos minutos. ¡Como quisiera salir más por las noches! Son tan románticas y a la vez tan solitarias, son tan ruidosas y tan calladas.

En las noches todo parece tan sereno. Hasta las ciudades más ruidosas poseen un silencio tan agradable. Sin embargo, los ruidos de mi mente solo aumentan su volumen desde que ocurre un crepúsculo. En serio creí que a esta altura de juego sería una persona distinta; tendría pelo largo y hermoso, sería popular con muchos amigos y salidas todo el tiempo, TENDRÍA NOVIO. Que ilusa fui, simplemente una niña ilusa. Los hombres son una completa basura. Los que me llamaron la atención alguna vez no me correspondieron, pero no los culpo, ¡solo mirenme! Parezco un bacalao sin sal. Un pastel sin azúcar, una galleta de chocolate sin chispas de chocolate. No es que no me ame a mi misma, solo desearía un poco más de belleza en cada aspecto de mi ser.

Ingresé a mi Instagram, después de casi tres semanas sin entrar a la aplicación, y me di cuenta de la enorme cantidad de solicitudes de amistad que tenía; las acepté todas, sin mirar perfiles. Lo siguiente que hice fue comenzar a ver las historias de todas aquellas personas que sigo... ya sean celebridades o personas comunes y corrientes.
Hoy es martes. Tengo lección de ballet los martes, jueves y sábados. Inmediatamente llegué a casa (cosa que hice a pies con una compañera), me tumbe en la cama y me quedé inmóvil por unos minutos. Me encuentro muy cansada el día de hoy, planeo ducharme, comer algo, estudiar para la secu, leer y dormir temprano. Aunque, ahora que lo pienso bien quizás no me alcancé el tiempo para hacer para leer; cosa que yo amo con locura. Saqué toda mis prendas, quedándome así en ropa interior.