El Reencuentro

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De noche, en una cafetería del Imperio de Cristal, se encuentran dos ponis.

—Dime, ¿Qué haces aquí Starlight? ¿Tienes una misión?

—No, vine aquí a visitar la gran biblioteca de al lado y me quedare por unas semanas, hoy fue un día agotador.

—Oh, ¿vienes aquí a menudo? —Starlight toma un poco de su taza de café y luego muerde su dona.

—Oh no no, es la primera vez que vengo aquí, lo vi cuando salí de la biblioteca y me fijé en ese letrero de madera, tenía algo de hambre y entre... ¡que sorpresa verte aquí deveras! —Sunburst le da un sorbo a su taza de café—. ¿Qué te parece la cafetería?

—A decir verdad, ¡Me gusta como luce este lugar! Oye, mira —Apunta con su casco varias fotografías del imperio de Cristal, todas enmarcadas y con sus fechas—  ¡Qué terrible tormenta de nieve hubo aquí! —Una de las fotografias es el exterior de la cafeteria lleno de nieve en lo que parece ser un fondo gris y desolado.

—Sí, esa nevada me dio un resfriado hasta que apareció Twilight junto con sus amigas y derrotaron al Rey Sombra, yo caí en sus efectos, me acuerdo —Concluye buscando un cuadro en las paredes hasta que lo ve y apunta con su casco— Esa foto la saque yo.

Vemos una fotografía enmarcada de una lluvia boreal en el cielo nocturno con un fondo del castillo del imperio. Esta iluminada y debajo de ella varios ponis observando la lluvia.

—¡Increíble!, ¿todas estas fotografías las sacaste tú? —Sorprendida y con mucha curiosidad le da un sorbo a su café y deja su taza en el platillo lleno de migas de galletas.

—Solamente esa, el dueño de esta cafetería es amante de las fotografías y los espacios rústicos, me dejo poner esa porque le gustaba. —Sunburst toma su taza de café, da un sorbo y luego lo deja en su platillo, su casco lo baja un poco fuerte y deja caer algunas gotas en la mesa.

—Pues vaya que lugar más bonito... ¿siempre andas por aquí? —La mirada de Starlight vuelve a la de Sunburst, esta vez fijandose en las gotas que dejo caer en la mesa.

—Sí, todas las noches vengo aquí.

—¡Qué bien! ... —Sujeta su taza de café y le da un sorbo— Dime, ¿Que has hecho últimamente?

—E-Ehm... no gran cosa, he aprendido un hechizo que puede hacerte daltónico por varios minutos, es totalmente inofensivo y dura solamente el tiempo que quieras. —Se fija que Starlight lo escucha con atención— También he leído varios libros de la colección de Star Wirl el Barbado, pero... —Deja de hablar por un momento al ver que Starlight se queda muy callada por lo que está contando —Oh... ¡Disculpa! No quería alardear mucho, ¿sabes?...

Starlight sale del trance y agita su cabeza a los lados.

—No no no, no hay problema, ¡sigue contando! —Dice nerviosa con una sonrisa mientras toma un sorbo de su café.

—Esta b-bien, Ehm, ¿en qué me quede? Oh si, e-eh yo aprendí a cómo hacer un hechizo que, estoy muy seguro, ¡de que nadie lo puede hacer! Incluso ni siquiera Star Wirl el Barbado lo descubrió en sus tiempos.

—¿Así? ¿Cuál es? ¿Lo descubriste tú?

—¡Pues si! He logrado mezclar dos hechizos en la que puedes hacer que los ponis hagan lo que les pidas y ellos lo harán correctamente, solos y en una velocidad increíble. ¡Yo lo intente con un amigo llamado Vincent y el me lleno tres platos llenos de galletas!

Starlight se sorprende de lo que acaba de decir Sunburst y en sus recuerdos, vuelve a su mente los hechos que ocurrieron hace un mes con sus amigas de Twilight, fue un caso desastroso, pero todo se solucionó con sus humildes disculpas.

Café caliente para dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora