cassettes

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—Y cual es tu color favorito?-

—uh....creo que el azúl, si es un color relajante...-

×

¿Puedes observar lo que hay a tu alrededor?

Una fría noche en la que de alguna manera te hace sentir seguro en tu hogar, donde la brisa—a pesar de ventanas cerradas— juega de la manera mas suave con tus cabellos.

Donde las pocas estrellas te dan un show único mientras la luna es ocultada por nubes.

Un chico de cabellos avellana y peculiar forma en punta, se encontraba acomodando sus cosas, recién se había mudado a un departamento cerca de la ciudad y de la universidad que con esfuerzo había logrado entrar.

—Hey Tord, ¿cuantas cosas cargas aquí? Cuando dije que te ayudaría no pensé en tanto– exhausto un chico de hoddie verde bajó la ultima caja.

El otro solo le ignoró dando una pequeña risa.

Al abrir la caja que trajo, notó como todo lo que eran sus pasatiempos y juguetes se encontraban ahí.

En especial aquel cassette.

—Y... Esto?– tomó la cajita mostrándola a su amigo.

—oh! Me lo había dado Tom un día antes del examen de admisión, se lo di a tu mama– se recargo en la pared junto al ventanal– pero estabas demasiado ocupado estudiando.

El ojigris observó por unos segundos el cassette recordando aquel chico, su primer amor.

—Necesito un reproductor, ¿Lo tienes?–

—Que? Oye sabes en que año estamos? –dijo el castaño.

Por supuesto que tenía razón, aquellos aparatos ya no se ocupaban y ahora quedaron en olvido.

—Mierda...– quedo pensando, observando a sus alrededores, buscando caminos para poder saber como reproducir aquel cassette.

—¡Claro!– salió del departamento corriendo con la caja en mano.

—Hey Tord a donde vas?!– le gritó Edd confundido por su actitud.

El noruego solo corría observando las vacías calles de la ciudad.

Era un camino muy largo, planeaba ir a su antiguo hogar, en donde había pasado toda su niñez, con el.

La gente lo veía de manera extrañada, le estaban dando por loco.

Su garganta empezaba a secarse y su respiración acelerar, sus piernas comenzaban a dormirse.

Había corrido demasiado.

Al final llegó a su antiguo hogar, vacío.

Sentía la nostalgia, pero continuó.

Al entrar a lo que era su cuarto, busco entre tantas cajas llenas de polvo.

Revistas[ya saben de que po], juguetes y aquella grabadora.

Con prisa sacó el aparato y lo colocó en el escritorio frente a su ventana.

—...Hola?, Tord yo se que-.

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—¡Niños no corran!– gritaba un anciano de aquella calle, el cual estaba descansado.

Risas era lo les respondieron.

Eran tres niños los cuelas iban dirección a la casa del noruego.

—Primero pon mi cinta!– insistió Edd al ser el primero en sentarse en el escritorio.

—No Edd, primero las damas– comentó con burla en noruego señalado a aquel ojinegro.

—Que estas tratando de decir commie?!– cruzo sus brazos sentándose en medio de ambos.

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—Tord, faltare a clases mañana– dijo el británico con algo de pena mientras le daba un pequeño cassette en sus manos– quería sabor su podrías grabar la clase por mí.

—Que, Tom estas loco? Me van a regañar!– avergonzado tomó el cassette, el británico solo le vía divertido.

—¡Anda! Y di algo gracioso que lo escucharé sin parar ok?– comenzó a alejarse del noruego.

Aquel británico no lo hacia dejar pensar, no sabia cuanto tiempo tardo en solo verlo irse.

Al llegar a casa preparó sus útiles junto aquella grabadora y cassette.

Al final a media clase el maestro le había cachado grabando.

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Tom al terminar de escuchar la grabación no pudo evitar soltar risas ante la voz del nórdica por su reacción.

—¡Thomas!– se escuchó una gran voz al otro lado de su cuarto.

Era su padre, un buen empresario.

Al escuchar la voz dio un pequeño salto y apago instantáneamente su grabadora dando aspecto a su escritorio que se encontraba estudiando.

A los poco minutos su cuarto fue abierto con brusquedad.

—Thomas yo se de tus buenas calificaciones y necesito que sigas así, tu objetivo es entrar a aquella escuela entiendes?– Mostró una mirad seria al menor.

El castaño asintió sin nada que decir.

Odiaba  que su padre le obligara o mas bien decidiera por su futuro.

Algo que al británico relajaba era la dulce voz de su amor platónico.

Llevaron una secuencias de tardes grabando cassettes para escucharlos, como platicar por teléfono solo que te morías de ansias a escuchar lo que diría.

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—Tal vez estés molesto por los exámenes o bueno...eso pienso, pero quiero que sepas que yo 54@5@43 $3 !9 @049:@4)9—

El noruego golpeó un poco la maquina pues no había alcanzado a escuchar.


Escrito: 16 de agosto 2018

Este creo que ya saben esta escrito a base de un corto de Netflix así q prácticamente así es como termina el fic para que lo vean

No me acuerdo del nombre pero di alguien lo sabe dígalo 🙏

One-shots [ TomBowl ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora