One-shots [ TomBowl ]

Fiesta de cumpleaños

TordTom

Su cumpleaños se acercaba, estaba tan ilusionado que no podía dormir de lo tanto que planeaba hacer.

Sus invitaciones las hizo el mismo.

Sus 6 años debían ser inolvidables.

🎂

Tom se levantó demasiado temprano para terminar las invitaciones que le faltaban y meterlas a su mochila, al ver la hora con rapidez se vistió y abrigandose por el frío mañanero.

Mientras terminaba de arreglarse pudo escuchar que la puerta principal de su casa se cerraba, supo al instante que su madre ya había salido a trabajar.

Salió de su cuarto bajando con cuidado las escaleras encontrando en el comedor un sándwich. Sonrió y lo desayunó.

Sabía que su madre trabajaba tanto por que se preocupaba por el y la casa.

Terminando salió y fue a su primaria.

El había sido amable con todos los de la escuela, pensaba que todos eran sus amigos.

Pero realmente muy poco caso le hacían.

Decidió invitar a su salón dando a cada uno una invitación.

Hasta llegar con quien le costaba hablar, Tord.

-Ten- extendió la invitación esperando que el contrario la recibiera, pero no la tomaba.

-No voy a ir-

-Por que? - lo Miró confundido y algo triste por su respuesta.

-No te conozco- se recargo sobre su mesa aún viendo al de cuencas.

-...Ah- ladeo su mirada apenado- nos podemos conocer? - sonrió con un leve sonrojo dejando la invistación con cuidado en la mesa.

Por parte del otro solo le miró cansado aceptando la propuesta del menor.

Así todos los días el de cuencas se acercaba al noruego y este de la misma manera trataba de darle una oportunidad.

Y finalmente ese día llegó, su mamá había cocinado un gran estofado para todos los que vendrían.

Le ayudó a decorar la casa y pedir un pastel de los sabores favoritos del pequeño.

Todo era tan bonito.

La invitación marcaba que la fiesta comenzaba a las 3 de la tarde, la mamá de Tom tenía que salir por asuntos de trabajo pues solo le había dejado llegar tarde por lo que saldría más tarde de lo normal.

Era apenas medio día, entonces Tom decidió pasar el tiempo dibujando algunas cosas.

Eran las dos de la tarde y Tom prendió por un momento la radio para escuchar algo de música relajante o estaciones con música de los 60.

Cuando dieron las tres el de cuecas comenzo a sentir emoción por que era cuestión de minutos para que llegaran todos.

Sin embargo.

Todavia no había llegado nadie aún, eso lo hizo sentirse inseguro y a la vez ver si faltaba algo más.

Trató de ser más paciente.

Pero nada.

Media hora después de que el británico empezará a llorar de manera silenciosa en la Sala, tocaron el timbre.

Obviamente el menor ya no tenía esa ilusión de que fueran sus amigos.

Vamos, ni siquiera lo eran.

Al abrir la puerta se topó a lo lejos un niño de rojo despidiéndose de al parecer otra persona, seguramente su hermana o mamá, para después ir a la puerta ya abierta de Tom.

-Hola- por fin habló en noruego notando los rojizo que se encontraban los parpados del cuecas.

-... La... La fiesta terminó- agachó su cabeza mintiendo, sentía que se burlaría de el.

Obviamente el contrario sabía lo que pasaba.

Sin embargo entró al domicilio como si nada dejando su presente en la silla más cercana para poner todo su atención en Tom.

-Sobró pastel?- observó el centro de mesa con toda la comida completa y sin ser tocada.

El pequeño notó eso y su pulso se aceleró poniéndose nervioso y con miedo.

Comenzó a llorar con tristeza y vergüenza por haberle mentido.

El no era de mentir.

Con sus manitos en desesperación por quitar aquellas lágrimas que lo cegaban irritaba sus mejillas de lo fuerte que se tallaba.

Tord se acercó a el primero dandole un fuerte abrazo y escuchando como aquellos sollozos se saltaban más sintiendo como su polera era arrugada por la manos contrarias.

Le separó un poco para ahora limpiar sus lágrimas tratado de acariciar las áreas irritadas.

-Feliz cumpleaños Tommie- volvió a hablar el de cuernos para mostrar un sonrisa tranquila, que ante los ojos ajenos fue el mejor regalo que pudo tener en ese día.