1 Win

1.1K 100 7
                                    

-Voy a hacerlo. -Me he dicho alguna variación de esto al menos seis veces en
la última hora, pero esta vez lo digo en serio.

Mi pecho se hincha un poco, la
determinación se asienta mientras meto mi bolsa de aseo en el petate y cierro la
cremallera con un poco más de esfuerzo.

Mingie pone los ojos en blanco. Ha estado tumbada en mi cama mientras hacía la
maleta, escuchando mis palabras de ánimo y ofreciendo lo que ella llama las Palabras
de Sabiduría de Mingie. En realidad, sólo me dice lo que ya sé.

-Sólo voy a decir esto una vez más, Win. -Se apoya en las manos para lanzarme
una mirada que me niego a reconocer como de lástima-. Puede que esto no termine
como esperas, y te ruego que no te dejes herir.

-He esperado tres años Ming. -Levanto las manos exasperado por tener que pasar por esto otra vez.

-Lo sé.

-Estoy cansado de esperar. Quiero esto.

-Lo sé.

-Por una vez en tu vida, ¿no puedes apoyarme?

Mingie se levanta saltando sobre la cama y me rodea la cintura con un movimiento
tan apresurado que tropiezo un poco antes de encontrar el equilibrio.

-Oh, Winnie. Siempre te apoyo. En todo. Incluso a medias, en tus ideas locas. Sólo
estoy preocupada por ti. Esto no es sólo una inmersión arriesgada que estás
ejecutando por primera vez. Estamos hablando de tu corazón. No me gusta que seas imprudente con algo tan preciado.

Odio cuando tiene razón. Llevo tres años en el equipo de salto masculino de la
Universidad de Bangkok y la adrenalina nunca se agota. Es la emoción de la competición, la ejecución impecable y el logro lo que me impulsa a saltar. La adrenalina, puedo manejarla. Esto... no tanto.

Mis brazos caen, rodeando sin fuerza a Mingie. Los nervios, y algo que parece una
derrota, me recorren, me revuelven la barriga y me provocan náuseas de nuevo. Ya he
vaciado el contenido de mi estómago tres veces, pero seguro que está haciendo un
impresionante intento de ver si podemos extirpar un ataque más de nervios.

-No vomites sobre mí, por favor.

Me río a medias.

-No lo haré. No queda nada.

-Qué asco. -Mingie me aparta de ella, pero la sonrisa cariñosa en mi dirección me dice que no está tan perturbada como parece.

Suspiro y vuelvo a dirigir mi mirada necesitada hacia ella.

-Dime que todo va a ir bien.

Mingie me envuelve en sus brazos una vez más y me besa el costado de la cabeza.

-Todo va a estar más que bien. Y si no, he escuchado suficientes podcasts de
crímenes reales para saber cómo enterrar un cuerpo para que nadie lo encuentre.

Se me escapa un bufido antes de que pueda detenerlo.

-Tal vez... dejemos de lado la locura. Incluso si esto no funciona, no sé si el asesinato es la respuesta.

Se aparta, sujetando mis hombros con sus manos.

-Tal vez. Discutamos esto después de que llegues a casa de Cancún. Lo cual no
te recordaré que estoy celosa.

-¡Oye! Me ofrecí a llevarte conmigo.

-Y habría aceptado acompañarte hasta que me dijeras tu plan. Somos cercanos,
y te quiero mucho porque eres mi hermano favorito. Pero no te quiero lo suficiente como para estar cerca de tus... relaciones.

Imprudente ✨ BrightWin ✨ BWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora