Dieta de Sexo (Supercorp) Lena G!p

Cápitulo 4

"Esté folleto tiene información sobre las pastillas anticonceptivas y cómo tomarlas de manera segura, háblalo con tu madre".

"Mi mamá ya sabe que tomo pastillas". Miente Kara, pero los demás no saben que lo hizo, porque su rostro es neutro, lo que indicaba seriedad. Talvez era una buena mentirosa porque no indagarón mas sobre eso.

"Okay, antes de tener cualquier actividad sexual verifiquen si los condones no están caducos o rotos, si va a ser su primera vez utilicen la de perrito...". No pudo terminar porque Lena suprimió sus labios, evitando una sonrisa. "¿Dije algo gracioso?".

"Mi primera vez fue con la del misionero".

"Porque tú tienes pene idiota, por la seguridad de Kara háganlo de esa forma, no lo hagan tan duro, no lo metas todo y no seas brusca si no quieres desgarrarla".

"Lo que menos quiero es hacerle daño a Kara". Cat entrelazó sus manos viendola con una sonrisa, que fue aceptada.

"La primera vez será dolorosa y tal vez no puedas caminar, te dolerán las piernas porque según tengo entendido, el tamaño de Lena es..."

"Las poderosisimas 10 pulgadas". Kara alza una sonrisa que hace que Cat voltee a ver a Lena para que le recordara que no eran pareja. "Es solo que una vez lo vi, tuve la curiosidad de medirlo".

"¿Por qué decidiste hacer eso? ¿Tenias alguna razón?".

"Curiosidad, pero al parecer no fue nada, miranos, reforazmos nuestra amistad". La mayor de todos cierra sus ojos y acaricia sus párpados, tratando de no reir ante los comentarios fuera de lugar de la rubia. "¿Entonces podremos tener relaciones sexuales ya?".

"Toma primero las pastilas y verifica que no te hagan nada malo, luego tienes que ir con el ginecólogo, realicense éxamenes para saber si tienen alguna enfermedad sexual o algo asi"

"Cuando tuviste sexo con aquella chica, usaste condón, ¿Verdad?".

"Tengo la cara, pero no lo soy". Lena volvió a ver a Kara con una sonrisa posando para ella, pero la rubia solo la vio seria. "Fuerón de marca Playboy, revisé si no estaban rotos, verifiqué que ella tomara pastillas y al final de todo vi si el condón no estaba goteando".

"Asi me gusta Lena, asi me gusta".

Cat miró a Lena indicandole que le estaba diciendo ¿Así o más gobernada? y después volvió a ver a la rubia, que miró con una gran sonrisa a ambas.

"Ya he ido con el ginecólogo y me he realizado exámenes, tomaré las pastillas, aunque hasta ahora sé que no soy alérgica a ningún medicamento".

"Eres tierna, linda, como un cahorro goldén, inteligente, directa, ¿Qué hizo mi sobrina para ser tu mejor amiga? Oh, ya sé, repetir año". Al parecer toda la fimilia seguía enojada con Lena por haber repobado el año, cosa que notó Kara al momento de ver el gesto triste de su mejor amiga.

Bajo su cabeza y comenzó a jugar con su pantalón deportivo, moviendo su pie de un lado a otro. Por alguna razón a Lena le importaba mucho lo que pensará su familia de ella, de sus calificaciones y de personas que le rodeaban, incluso, tal vez a la familia Luthor le caía mil veces mejor la rubia que su propia hija. Tal vez por eso se frustra mucho cuando algo no le sale bien. Estaba decidida, iba a hacer algo que podría mejorar el día de la morena.

Se levanto, sujeto la mano de Lena y miró a la doctora con una sonrisa. 

"Nos vamos, gracias por atendernos y por las pastillas". Un asentimiento de cabeza, después se dirigio a la morena para darle un piquito en la comisura de sus labios y poner las manos en sus hombros. "Vamos a mi casa ¿Si?".

Una anonadada Lena asintiendo y después sus labios se elevarón en una sonrisa. Sabía que los besos en la mejilla alegraban a Lena, pero esta vez perdió el equilibrio y no hubo otra opción más que besarle ahí. Se fuerón del consultorio con sus manos entrelazadas, con la morena sonriente, nada podría empeorar su día desde ahora, pero eso no era lo que le iba a hacer Kara para alegrarselo.

"¿Para qué vamos a tu casa?". Lena pasa su tarjeta para subir al bus, después de que Kara hizo lo mismo.

"Tengo una sopresa".

"No te esuché, ¿Qué?".

Kara volteó a ver a la morena, pero solo vio su estómago y casi sin querer vió la entrepierna de Lena, que estaba siendo tapada por sus pantalones de chándal. Lena se aclaró la garganta y la mirada de la rubia fue a sus ojos.

"Tengo una sorpresa, lo sabrás en cuanto lleguemos".

Lena se quedó con la duda en todo el viaje

¿Sopresa?

Los ojos de la morena fuerón hasta el celular de la rubia, que estaba viendo sus redes sociales. ¿Volvió a tener saldo? Porque ella no. Iba por la vida sin poder hacer llamadas porque la otra se los gastaba cuando le compartía datos, le descargaba música o descargaba juegos, pero quién se le podría negar a Kara.

Era cierto lo que habia dicho Cat, ¿Quién iba a negarle algo a la menor cuando ponía ese lindo puchero y sus ojos casi lagrimeaban, haciendola ver mas tierna?.

Porque Lena no podia.

Tal vez por eso al final del dia no tenia ni dinero, ni saldo, ni energias a causa de ella, que le gastaba todo eso.

Para muchos Kara era una aprovechada, pero la morena nunca se permitiría que su mejor amiga tuviera las manos vacías. Su política de si te gusta algo y veo que te gusta, consideralo tuyo, al parecer era algo riesgoso para su salud, porque a la menor se le iluminaban los ojos con cada cosa que veia y Lena nunca respondia un no.

"Yo sé que quieres esa funda de Flash"

"A mi ni me gusta Flash"

"Pero sé que la quieres"

Con razón nunca la veía con esa funda. Lena fruncio su ceño cuando recordó esa conversación y pensó en pedirle la funda a la rubia para al menos venderla.

"Lena, llegamos" Bajaron del camión y caminando por dos minutos llegarón a la casa de Kara, mientras Lena se seguía preguntando qué iba a hacer la rubia.

Cruzaron la puerta, evadieron el pastel de chocolate de Eliza (pastel que Lena iba a aceptar en cuanto se fuera) y se encerraron en el cuarto de Kara, deleitando las fosas nasales de Lena.

Siempre iba a amar el olor de su mejor amiga, deleitandose con el, ese increible olor a fresas que le encantaba. Abrió sus ojos con felicidad y se sentó donde le indicó Kara.

Su sonrisa se fue borrando poco a poco cuando sintió la entrepierna de Kara rozar con su miembro, que solo estaban siendo separados por su ropa, Kara por sus bragas y Lena por un pantalón de chándal. Tragó saliva fuerte y cerro sus ojos, no mirando a la rubia.

"Lena". Fue un gemido, definitivamente fue un gemido. Sintió que estaba a medio endurecerse, pero tampoco quería parar los leves movimientos de la rubia en su entrepierna. "Véme, si no me ves no sirve de nada".

"¿Qué?" Abrió sus ojos y el rostro enrojecido de la menor fue suficiente para hacerla endurecer por completo.

"¿Crees que pueda chupártela hoy?".

"¡¿Qué?!"