Dieta de Sexo (Supercorp) Lena G!p

Cápitulo 6

"¿Tu casa o la mia?"

"¡No digas esas cosas asi!, necesitamos privacidad para hablar sobre eso". Lena regañó levemente, tratando de ignorar la fuerte mirada de esa señora justo a su lado. Era cierto, Kara no tenía que decir ese tipo de cosas en lugares públicos o en restaurantes y menos en voz alta.

"Pero es que tenemos que bajar de peso y tú me traes a un restaurante a comer comida china, la comida más grasosa del mundo, ¿Qué quieres que haga?"

"¿Que seas una persona normal?, El cocinero nos acaba de ver mal por lo que dijiste". Ambas miraron hacia la cocina, donde un chico las miraba con ojos entrecerrados mientras afilaba su cuchillo.

"Sólo dije un hecho".

"Si sigues asi, nos van a sacar".

"Yo ni si quiera quiero estar aqui".

"Pero yo si, muero de hambre, ¿Serías tan amable de dejarme comer en paz?" Kara torcio sus ojos, como si estuviera pidiendo mucho, y después hizo un gesto con su mano, cediéndole el permiso para comer. "Eres muy amable, gracias".

"Estás muy diferente desdé lo qué pasó entre nosotras ¿Te enojaste conmigo?" Kara alzo un dedo índice coqueto en su mano y Lena se atraganto con los fideos que tenía en su boca, haciendo que la señora de la otra mesa las mirara raro.

"No tenemos que hablar de eso aqui".

"Si te enojaste, ¿Por qué? Sólo te hice sentir bien".

"Kara, hablaremos después, sólo por favor, cállate". Un tono brusco, y siguió masticando al tiempo que la mencionada suspiró, entrelazó sus brazos y comenzó a utilizar el celular de Lena, tomándose fotos para llenarle la memoria. Treinta en la misma pose, solo cambiaba su cara, pero aún asi quería que la mayor conservara todas.

Ver a Lena comer fue todo un proceso lento para la menor, que no sabía qué hacer en ese restaurante. Jugaba con sus tenedores, dibujaba en el menú de niños, pedía un vaso para pequeños y se peleaba con la mesera porque ya estaba muy grande para esos vasos, pero aún asi ella los quería. Se levantaba para ir al baño, le robó un brócoli a la morena y después volvía al celular de Lena, jugando los juegos que tenia instalados solo para ella. Una risita por parte de Lena cuando dejó de comer, pagó todo y se levantó con su mochila y su tableta de skate, ambas caminaron a la salida.

"¿Quieres algo?"

"Quiero saber por qué estas enojada conmigo".

Lena torció sus ojos y volteó a ver a su mejor amiga, tomándola de sus abultadas mejillas. Realmente amaba esas mejillas, realmente queria que si su amiga adelgazaba, conservará esas lindas mejillas, tan abultadas, siempre sonrosadas y lindas. Cuando la sujetó, se dio cuenta de que de verdad la amaba. Amaba todo de Kara, de manera mas desinteresada. Iba más allá de su rostro lindo, mas alla de su cuerpo ya delgado, ella amaba a Kara tal y cómo era y recordó las palabras de su tía.

Aprovecha su calor.

Iba a sacar provecho de todo lo que le estaba ofreciendo la menor.

Con ese abultado rostro acunado en sus manos, sus labios se atrevieron a acariciar a los contrarios, un beso suave. Lena solo tenía una petición para seguir en su trato, seguir besando a Kara. Sus labios sabían a sandía y eran mejor de lo que había imaginado. Sólo la besó levemente, un poquito y después mordió levemente ese labio inferior y se separó de la rubia.

"Vamos a tu casa, no hay nadie".

"Los preservativos ya estan alla". El rostro sonrojado de Kara le indicó que ella no esperó ese beso y se sintió bien estar en el lugar de Kara. Ella no mostraba nervios ante sus acciones mientras la otra estaba muerta de vergüenza y se sentía bien. Poder no mostrar remordimiento.

Su vista vagó hasta el cuerpo de la morena a su lado y por primera vez en mucho tiempo sus ojos fueron a sus pechos, redondos, perfectos. Tragó saliva, pretendiendo que no había visto nada y en cuanto menos se dio cuenta, ya estaba en su casa, intentando abrir su puerta con nerviosismo, temblando, Lena realmente tampoco estaba lista para que lo que haba a hacer.

La señal se dió cuando cerró la casa con seguro, entrelazarón sus manos y ambas partieron al cuarto de la menor, decididas a lo que iban a hacer.

Lena mentalizó en todo el camino lo que iba a pasar ese dia, Kara iba a perder su virginidad con ella, algo que la hizo ponerse de nervios.

Estaban las dos sentadas en la cama de la rubia, con sábanas nuevas y la morena se removía bastante, haciendo sonar la cama.

"Creo que deberias cambiar las sábanas, a unas viejas".

"Está bien, despúes las lavaré".

Ambas asintieron y Kara de puso a jugar con sus dedos, siendo tierna.

"¿Cómo fue tu primer vez?"

"En un baño, la señora Rojas me acorraló en los baños y ahi pasó, perdí mi virginidad en un baño público". La menor asintió, mordiendose su labio inferior, labio que fue anteriormente mordido por su mejor amiga. "Quiero que la tuya sea especial Kara".

"Ya lo es, si es contigo tonta.. pero tengo miedo. ¿Y si me duele?"

"Haré todo lo posible para que no te duela".

Kara asintió y se acercó  a la mayor, viendo sus labios. Estaban tan nerviosas, casi temblando. Lena tragó saliva, sujetó el rostro de Kara y la besó con sumo cuidado, moviendo sus labios de manera lenta y cuidadosa. Esos labios sabor a sandía debían ser cuidadosos con toda la cautela del mundo, que ella misma tenía miedo de hacer algo mal. Comenzarón a moverlos al mismo tiempo que las manos de la menor fueron por las de su amiga, poniendolas en su pecho izquierdo y gimió levemente cuando sintió que lo apretó levemente, sobre su camisa.

Manos debajo de la camisa de Lena, tocando su abdomen a medio formar, después sintió como la rubia se separó para comenzar a desabotonar la camisa de botones de Lena, uno por uno y cuando terminó, Lena besó su clavícula para después dejar un rastro de saliva con su lengua por toda la extensión.