Cantame al dormir

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Anna era una niña de la calle muy animada, siempre mantenía esa hermosa sonrisa a donde sea que fuera y como sea que se encontraba, Luca su hermano era un niño muy amoroso pero muy introvertido, siempre se escondía detrás de su hermana por que se sentía seguro.

Una noche de abril, los dos se encontraban acostados en una acera de un callejón en algún lugar de Nueva York, lo que no sabían y ni siquiera pasaba por sus mentes era que esa sería su última noche juntos durante mucho tiempo.

   —Hermana podrías cantarme una canción, no puedo dormir —Dijo Luca mientras se frotaba los ojos.

   —claro hermanito, cierra ya tus ojos —Dijo Anna acariciando la cabeza de Luca.

Mientras Anna cantaba para Luca ella recordaba cuando su madre les cantaba para dormir, sus lágrimas empezaron a salir y su voz comenzó a temblar de tristeza.

No llores bebé, no llores más mi amor
Aquí estaré para ti

No llores mi amor, no temas corazón
Aquí está mamá, siempre para ti.

A la mañana siguiente, Anna se levantó temprano para conseguir algo de comida para ella y su hermanito.
Camino 2 cuadras más adelante de el callejón donde duermen y al cruzar la calle es atropellada por un coche negro que al darse cuenta de los que hizo se dio a la fuga.

Anna aún podía estar consciente de lo que había pasado pero no se podía mover, solo podía mantener esa mirada entrecerrada mientras la gente miraba.
Nadie podía creer lo que estaba pasando, todos creyeron que aquella joven que había cruzado la calle imprudentemente iba a morir en ese instante.

   —Mi hermano, mi hermano —Dijo susurrando con una voz terriblemente sofocada.

   —¡Rápido llamen a una ambulancia! —Dijo un hombre que apenas había llegado a la escena.

Al ver que la gente no hacía nada más que grabar y cubrirse la boca con sus estupidas manos por el asombro, el hombre cargó a Anna y la llevó al hospital más cercano.

Hubieron tropezones mientras corría, la desesperación llenaba su mente mientras su corazón se aceleraba con cada paso que daba; su camisa blanca se veía envuelta en un rojo intenso que emanaba de la cabeza de Anna.
Llegando al hospital pidió que la atendieran lo más rápido posible, así fue.
El estaba en la sala de espera cuando una enfermera se acerca y le pregunta:

   —Buenos días señor, ¿es su hija la joven que acaba de traer?

   —No, no lo es.

   —Uhm, Disculpe, pensé que si lo era. ¿Entonces quienes son sus padres?

   —Yo..., no lo sé, pero yo puedo firmar la carta de tutoría por cualquier cosa.

   —Bien, firme aquí entonces.

   —Listo.

   —Perfecto, en unos momentos le darán noticias de la joven.

Aquel hombre se retiró del hospital para cambiarse de ropa comer algo y volver más tarde mientras Anna rodeada de doctores y especialistas estaba entre la delgada línea de la vida y la muerte.

Llegando el medio día Luca despertó, y sin ver a su hermana a su lado como de costumbre lo único que hizo fue esperar hambriento a que ella llegase.

   —¿Donde estas hermanita? Te extraño —Dijo Luca mientras abrazaba su cuerpo agachado.

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⏰ Última actualización: Jun 28, 2023 ⏰

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