Overlord: Avatar del Dios del Mal

Capítulo

Había una superficie gigante de agua en la habitación.

No, no sería correcto llamarlo una habitación. Rodeado de pilares circulares de alabastro blanco que soportan el entablamento con frisos finamente detallados, un lugar tan misterioso y solemne era digno de ser llamado templo.

El piso era de mármol pulido, su continuidad rota por un conjunto de escalones que descendían al agua ubicada cerca del centro de la habitación. Se podría llamar una piscina dentro del templo, incluso si era solo un área cuadrada de diez metros de largo.

La luz de la luna brillaba a través del edificio sin techo, reflejándose en el agua y haciéndolo brillar pálido. No solo el agua, las paredes y el piso también fueron iluminados por el suave resplandor, haciendo que todo el lugar brillara. Entonces, aunque no había antorchas, todo era cegadoramente brillante.

Un ligero viento fluyó entre los pilares redondos de esta misteriosa habitación.

A pesar de ser un lugar misterioso y solemne, ciertas personas poco elegantes estaban destruyendo la atmósfera.

Entre los pilares redondos de piedra había personas con armadura de cuerpo entero, espadas colgando de su cintura. Sin embargo, aunque la armadura y las espadas eran completamente funcionales, había características que parecían de naturaleza puramente estética.

Aunque era grosero, el diseño de la armadura negaba su efecto sobre el misterio del lugar. Al contrario, agregó.

Y lo sorprendente es que aunque había tres veces más personas que pilares, todas eran mujeres.

Debido a que los hombres eran generalmente físicamente más fuertes que las mujeres, las mujeres rara vez eran empleadas como guardias. ¿Pero la razón por la que están aquí en este lugar, claramente de gran importancia solo por su apariencia? Solo había uno. Eran los guardias de honor asignados a este misterioso lugar. Este lugar—

La Teocracia de Slane. La ciudad sagrada que fue su capital contiene seis Grandes Templos. Entre ellos, el Templo del Dios del Agua era uno de sus terrenos sagrados más grandes. [Tinu Al Rianes]. Era un lugar con el título de [El Ojo del Dios del Agua]. Hubo un silencio sepulcral.

Los guardias que estaban en las cercanías —se llamaban los Guardias del Templo en la Teocracia de Slane— estaban tan quietos que uno podría pensar que estaban inmóviles. Era probable que los confundiera con estatuas. Incluso su armadura no hacía sonidos; Cada pieza no se movía y se frotaba entre sí. Esta extrema falta de movimiento fue encomiable.

Pasó el tiempo.

No era solo silencio, era silencio. Y entonces un sonido rompió esa tranquilidad. Era el sonido de los pies descalzos sobre la piedra.

Petari petari.

Petari petari.

Petari petari.

Los timones de los guardias giraron ligeramente, frente a las personas que entraron en el área.

A la cabeza había una anciana. El cabello blanco brotó de arriba de una cara extremadamente arrugada. Sin embargo, era obvio que no era una anciana ordinaria, porque sus ojos brillaban con sabiduría, afecto y poder.

Su ropa de sacerdote blanco puro estaba grabada con símbolos, y en cada mano llevaba anillos que le daban protección mágica. Una simple pero poderosa banda mágica decoraba su frente. Un misterioso accesorio sagrado colgando de su cuello. Justo detrás de esa anciana.

Caminando hacia allí había una niña. Era extremadamente joven y aún no parecía haber pasado por la pubertad. Con los ojos vendados, fue guiada por dos mujeres jóvenes.