La promesa de tres chicos

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Después del momento entre Amber y Asta decidieron regresar a la iglesia con los demás cuando Amber recordó las palabras de su mentor.

—¿Asta por qué dijiste que no me dejarías tan fácil el convertirme en reina maga?—cuestiono la joven

—Pues hace bastante mi sueño era ser rey mago pero lo deje de lado por otros motivos, pero ahora que te veo a ti y a Yuno me vuelo a animar para intentarlo—dijo con cierta emocion

«Ahora que lo pienso es verdad, deje de lado mi sueño por salvar a todos de Lucius pero al ser talvez mi última oportunidad debo siquiera intentarlo una vez más», pensó algo preocupado

—Oye Asta ¿A qué orden tienes planeado entrar?—preguntado la ceniza

—La verdad no sé si nos acepten en una orden por la falta de mana pero creo que está bien cualquier orden que me acepte (espero que sea como las otras veces y que se apiade de nosotros el capitán Yami)—esto último lo dijo para su mismo

—Vamos que no decaiga el ímpetu, no creo que te rechacen tienes casi una maestría con la espada y eso lo digo por lo poco que he visto y con tus enseñanzas no hay motivos para que no me elijan—dijo argumentando la muchacha

—Eso si, bueno, el último que llegue a la iglesia le debe un plato de nomobatatas al que pierda.—saliendo disparado hacia la iglesia

—¡Oye!—Siguiéndole el juego a su maestro

Una semana después, al inicio de marzo cuando los dientes de león revolotean en el aire los jóvenes de quince años se reúnen para recibir sus grimorios. Los de la iglesia se encuentran caminando hacia la torre donde sera la ceremonia.

—Vamos, vamos llegaremos tarde—decia emocionada por lo que podría ser uno de los momentos más importantes dentro de su vida

—Ya vamos enana tranquilízate un poco—comento sin emoción alguna el pelinegro

—Asta ¿tu fuiste así en la entrega de tu grimorio? —pregunto la hermana

—La verdad creo que fui un poco exagerado con mi emoción durante la entrega (Valla que si la pasaste mal durante la ceremonia idiota) —dijo Libe desde su mente—. Podrías no recordarme lo por favor—contestando al recuerdo que menciono su hermano

—Te agradezco lo que has hecho por Amber, nunca la vi tan segura de ella en cuanto a sus habilidades y más viniendo de alguien similar a ella—dijo la monja a nuestro protagonista

—No hay de que hermana Lily es algo que a mí me hubiera gustado tener de niño—respondio el cenizo

—Deberias contarnos más de tu niñez en alguna ocasión a los demás les encantaría escuchar tus historias—comento alegre la mujer

—Tal vez en la cena.—Respondiendo con una sonrisa

Así llegaron a su destino por supuesto avían varios jóvenes nobles y plebeyos.
Pero todos de quedaron mirando al duo sin magia.

—Miren, en esos dos no percibo mana—dijeron murmurando dos nobles con una sonrisa burlona

Así estuvieron soportando los insultos de los demás hasta que casi comenzó la ceremonia.

—Bueno Amber este es el momento decisivo ellos no esperan nada de ti pero nosotros si así que cuentas con nosotros—le dijo el espadachín a su aprendiz

—Lo se Asta no los defraudaré—dijo con determinación

—Bueno yo tengo que ir al baño—dijo mintiendo el cenizo

—Esta bien pero ve rápido por qué te perderás de como brillo.—Mietras Amber hacia el símbolo de amor y paz

Así el mago encargado de custodiar la torre de los grimorios se presentó.

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