—¡Hola Doc! ¿Cómo estás?—dije tratando de sonar animada.
—¿Lista para la faena?—Responde Yohander mientras me abraza y le saludo con un beso en la mejilla.
—No, pero tus chistes malos me mantendrán despierta.
—Muy malos pero te ries mucho.
Después de ese saludo y nuestro amena conversación, fuí a la oficinas de cámaras, saludé a la compañera que me entregaría el turno, me explicó detalladamente lo que se hizo en el día, coloqué mi bolso en debajo del escritorio y probé el radio de comunicación.
—Hola, hola...probando... sistema ¿Me copia?
—¿A qué sabe?...central te copio.
—Muy chistoso Yohander.— Solté una risita.
—¡Ah, pero te reíste!
El cambio de turno estuvo muy tranquilo, Yohander verificaba que cada máquina funcionará correctamente, entraba y salía de la oficina para buscar herramientas y repuestos.
Llegó el grupo de los recaudadores que trabajaría el horario nocturno.—Central...Ya llegó la artillería pesada...
—Ya lo ví... dentro de 15min iré a buscar la asistencia...
—Copiado.
Ni siquiera habían llegado las 10pm y ya tenía sueño. A los 15min notifiqué que iría a buscar la asistencia. Confirmé, firmé y archivé.
Los jefes ya estaban a punto de irse, dieron las últimas indicaciones y se fueron.
Estar en las cámaras no estaba tan mal, prácticamente era la chismosa o como el jefe decía era “El ojo de Dios” veía todo lo que pasaba alrededor, sin negar que me reía mucho porque a veces al personal se le olvidaba que habían cámaras y hacían tonterías. Pero, sin duda, demanda mucho tiempo y es delicado porque te dan acceso a información confidencial y si algo se pierde y no viste, puedes ir a la cárcel porque te pueden tomar como cómplice.Autos por aquí, camiones por allá, usuarios y conductores que calmar por no querer pagar el paso, ni si quiera era tanta plata, pero siempre se atraviesa uno que tiene un caimán en el bolsillo.
Ya eran las 1am, y el peaje estaba solo. Los recaudadores se dormían en su cabinas, y yo estando en las cámaras estaba que me caía del sueño.
Toc,toc...
—Adelante.
—¿Vas a comer? Ya pasó la hora de la cena.
—¡Ay sí! Con tantos carros ya mi estómago se me olvidó comer. ¿Puedes echar un ojito mientras que voy a calentar la comida?
—Si, porque ya mis pies no aguantan tampoco.
Yohander se sentaba las veces que estaba en descanso o necesitaba ir al baño. Era un buen compañero, lo conozco desde el liceo, y de verdad es un amigo incondicional. Cuando llegue cambiamos de puesto, yo no podía moverme del monitor, Yohander metió una silla y abrió la puerta, así apagamos el aire acondicionado para que el frío de la madrugada mantuviera los equipos refrigerados.
Duramos unos minutos en silencio hasta que hice la pregunta...
—¿Y César, está bien?
—Si, está bien.
—Mmm.
—¿Todo bien entre ustedes?
—Se supone.
—Si no están seguros ni él ni tú, no inicien una relación.
—Entonces ¿Sabes algo?
—Yexi, no soy tonto. Me doy cuenta de las cosas. César es mi mejor amigo pero tú eres cristiana, él no. Y será muy difícil estar con él.
—Bueno—suspiro de desánimo.
Una vez terminada la hora de cena, Yohander tomó su hora de descanso, mientras yo estaba al pendiente.
Esa plática con Yohander me dejó desanimada, estaba enamorada de César pero sabía que no podría entablar una relación “real” con él. Tenía que tratar de olvidarme de él.
Además, él también había cambiado su actitud conmigo, ya no me escribía como antes y siempre era yo quién lo buscaba; si quería recibir un beso o un abrazo tenía que suplicarle, estaba más tiempo en sus videos juegos, programas, computadoras y todo lo que tuviera que ver con informática.En mi descanso no logré dormir, y a las 7am, llegó el siguiente equipo que estaría a cargo del turno, saludé a mi compañera, le expliqué lo que se hizo en el horario nocturno y luego me fui con Yohander.
—¿Tendremos clases en la tarde?—pregunté.
—Si, la prof. Maritza ya conformó. ¿No revisaste el WhatsApp?
—No...es que estaba esperando...nada.
—...¿esperando que César te respondiera?
—¡Los mensajes le llegan y no sé porque me deja en visto!—
Yohander suspiro y se colocó sus dedos frotando su tabique.
—Encontremonos a qué César, traten de hablar, pero no metan la pata si no concretan nada.
—Dale pues, nos vemos en la tarde.
Vocabulario Venezolano 🇻🇪
Faena: trabajo.
Un caimán en el bolsillo: Tacaños/pichirre.
Echar un ojito: vigilar un rato pequeño.
Metan la pata: cometer un error.
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Me enamoré de mi Profesor.
Teen FictionSolo lee, es lo único que te puedo adelantar.😅😁😉😘