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Iba de camino a mi casa, las clases habían estado bien, eran muy entretenidas, repasar historia era mi suceso favorito.

Hoy pensé que vendría solo, ya que Erick me dijo que tenía que asistir al dentista saliendo.

-Matías vamos a una cafetería.

Roberto llevaba ya días más pegado de lo usual, no me molestaba al contrario pero..... resultaba tener actitudes más extrañas, evitaba que sus amigos se acercaran a nosotros e incluso había pasado el rato conmigo después de clases, hasta iba por mi saliendo de fotografía.

-Matías entonces.... ¿si iremos?

En eso mi teléfono suena...

-Si, vayamos.

Le sonreí y revise mis mensajes.

-Erick dice que no tendrá su cita hoy, se la movieron a mañana, pregunta donde nos veremos.....

Lo miro pues no quiero hacerlo sentir mal o que acepte por mi, se que no es tan cercano a el.

-¿Puede venir?, si te incomoda lo veo otro día.

Le sonrío para tranquilizarlo y siento un poco como reafirma más fuerte su agarre en mi cintura.

-Dile que iremos a la cafetería cerca de la escuela.

Me sonríe y me abraza mientras escucho su respiración.

Algo en mi siente que la sonrisa no es las de siempre, si no algo extraña.

𝙼𝚒 𝚍𝚞𝚕𝚌𝚎 𝚘𝚋𝚜𝚎𝚜𝚒ó𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora