capítulo diez

227 32 7
                                    

Eran las diez de la mañana cuando Yoongi se había levantado para hacer el desayuno, Jimin le seguía muy de cerca, agitando su cola y con una camisa grande cubriendo su cuerpo.

─ ¿Necesitas algo Jimin? ─pregunta él ya incómodo de sentir su mirada penetrante sobre su cuerpo.

─Me duele ─hace un puchero avergonzado. Yoongi lo sabía, podía notar la enorme erección pronunciada en aquella camisa blanca ─. Pe-Pero no quiero que llegues tarde al trabajo.

─ ¿No tuviste suficiente con lo de esta mañana en el baño? ─el minino niega sonriendo. Suspira para beber de su chocomilk y acercarse al chico ─. ¿Cuánto tiempo dura tu celo Mimi?

─Normalmente unos cuatro o seis días ─se rasca la nuca ─. Sa-Sabes que aún puedo irme si te incómodo ─susurra triste.

Yoongi le toma del mentón para unir sus labios con del híbrido quien pone sus manos en la cintura de su amo, acercandolo.

Jimin sienta al chico en la mesa para comenzar a repartir besos húmedos en su cuello y con su áspera lengua saborear aquella fragancia tan encantadora del chico. Yoongi temblaba ansioso, con sus piernas las envolvió alrededor de la cintura del más bajo para acercar su hombría comenzando a hacer fricción.

Ambos comenzaron a gemir, Jimin le había quitado ahora la camisa y paseaba su lengua por los pezones erectos e hinchados de Yoongi. Su mano se dirige a la parte trasera metiendo su mano por el boxer y con su dedo buscar la entrada del más alto.

─Ji-Jimin─las mejillas de Yoongi se habían puesto rojas cuando su dedo comenzó a introducirse. Alza su trasero avergonzado, queriendo más que solo sus dedos largos ─. Por-Por favor ─abre sus piernas mientras pone sus manos a los lados agitado ─. Entra en mí ─súplica en un susurro que calentó con demasía al gatuno.

Jimin alza la camisa mostrando su miembro, hace a un lado el bóxer del chico para alinear su hombría.

─Voy a hacerlo rápido, ¿está bien? ─Yoongi asiente mordiendo sus labios ansioso.

Con su mano libre toma la cintura del chico para acercarlo más, con una fuerte y profunda embestida arremete dentro de él robándole un grito. Comenzó con movientos rápidos, cortos y fuertes, Yoongi era un manojo de gemidos, se deshacía en la mesa.

─Jimin-más, más ─la mano del chico sujeta el miembro de su dueño, moviendolo en sincronía a sus embestidas.

Muerde sus labios, intentando contenerse, deseaba tenerlo siempre de esa forma, para él, pidiendo, mirándolo de esa forma. Los ojos brillosos de Yoongi le observaban, estaba llorando por lo bien que se sentía.

─Yoongi eres tan jodidamente hermoso ─empuja profundamente mientras aprieta la punta roja e hinchada de su miembro ─. Déjame meterme más en ti, en tu vida, déjame ser parte de ti ─se acerca a él para besarlo ─. Quiero que estemos siempre juntos ─entrelaza sus manos ─. Quiero ser tuyo.

─Jimin... AHH, ─cierra sus ojos aturdido, había terminado por correrse, estaba agotado ─. ¿Qué es lo que quieres decir? ─le acaricia su mejilla confundido.

─No quiero irme de tu lado, por favor a donde vayas quiero irme contigo ─pone su cabeza en el hombro de éste, agitado y jadeando ─. No es por el sexo, realmente me gusta estar contigo, eres una persona fantástica ─le mira a los ojos.

Yoongi se sonroja. Le da un beso en la nariz recuperando su compostura y viendo abajo, suspirando. Tenía que esperar a que Jimin terminara de anudar.

─No pensaba dejarte solo, después de todo eres parte de mi familia ahora ─le abraza para besarlo ─. Así que no pienses en huir tú ─el más bajo sonríe contento para asentir y dejar besos en su rostro.

Estuvieron unos minutos así hasta que Yoongi se fue al trabajo.

Jimin se había quedado en el departamento ocupándose de su problema él solo.

Habían pasado las horas y en la madrugada Yoongi ingresó a su hogar muy cansado, se quitó su abrigo para ir a su habitación encontrándose una imagen muy linda. Jimin en su forma gatuna envuelto en un suéter suyo dormido.

Se veía tan tranquilo y en paz que no se atrevió a despertarlo, sin embargo el gato reaccionó al más mínimo ruido para levantarse alerta, sus ojos conectaron con Yoongi, el minino saltó a sus brazos en el proceso volviendo a ser humano.

─ ¡Llegaste! ─menea su cola feliz para besarlo en los labios, ambos estaban en el suelo con un Jimin desnudo encima de él ─. ¿Estás cansado? ¿Quieres hacerlo?

Jimin veía el brillo de aquel ser, no podía negarse a aquella sonrisa de encías. Abrió sus brazos para dejarse hacer por su pequeño y lindo gatito quien no esperó un segundo más a quitarle su ropa.

─Bienvenido a casa, Yoongi ─susurra Jimin en su oído mientras lo preparaba abajo. El mencionado sonríe para besar su cabello.

─Estoy en casa, Jimin.

𓍯  ¡ᥲᥡᥙძᥲ, mі gᥲ𝗍᥆ 𝗊ᥙіᥱrᥱ 𝗍ᥱᥒᥱr gᥲ𝗍і𝗍᥆s! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora