capítulo ocho

180 36 6
                                    

Había un silencio muy incómodo. Ambos cuerpos desnudos temblaban, el agua ya se encontraba fría, ambos permanecían en las esquinas de la bañera sin poder verse a los ojos.

Jimin no había podido decir algo, sabía que en ese momento Yoongi debe estar odiandolo. Su rostro estaba rojo, le dolía su miembro, pero no quería hacer algo que podría asustar a su dueño.

─ ¿Cuál es tu nombre? ─pregunta Yoongi después de unos minutos, no había ninguna expresión en su rostro.

─Jimin.

Responde simplemente, tratando de calmar sus nervios, su voz había salido firme. Yoongi asiente soltando un suspiro para dejar caer su cabeza hacia atrás.

─Primero Johnny y ahora tú... ─niega dándose por vencido ─. Lo siento Jimin, yo ahora tengo muchos problemas y bueno ─pone una mano en su boca avergonzado ─, no es que te esté echando, pero, no quisiera tener más problemas ahora.

─Lo sé y lo entiendo, pero... ─se puso de rodillas acercándose a Yoongi, quedando frente a frente al chico quien se puso intensamente nervioso ─. Piensa en mí como tu mascota, porque eso soy para ti ─arruga su nariz, el agua de la tina no logra enfriar su cuerpo, se sentía realmente necesitado ─, y yo ahora también tengo problemas ─murmura apenado.

Yoongi frunce el ceño para observarlo, y luego fijar su vista en...

Oh, cielos.

─Ah, ya veo ─se ríe nervioso volteando hacia arriba pero su mirada bajaba por momentos, se quería dar una bofetada a sí mismo al pensar en cosas para nada sanas ─. ¿Fue una reacción porque estamos así o...?

─Ah, en realidad, no digo que no suceda, pero esta vez es diferente ─responde, tragando en seco ─, yo... Me llegó mi celo verás... Y bueno, viendo la situación, es una buena oportunidad para desaparecer de su vida ─se pone de pie para salir de la tina y darse vuelta ─, fue un placer conocerte Yoongi ─le sonríe para volver a su forma gatuna y comenzar su andar de una forma graciosa pues le temblaban sus piernas.

Yoongi se queda por unos segundos en total shock. Pensando, pensando.

─Realmente debí volverme loco ─se regaña a sí mismo cuando sale del baño corriendo desnudo para alcanzar a Jimin, buscó con su mirada al felino, abrió la puerta sintiendo una punzada en su pecho, pensando que ya se había ido.

─Meow ─el sonido de un gato le puso alerta, comenzó su andar hacia la cocina, lugar donde encontró al pobre gatito en el suelo temblando ─. Meow, meow ─el pobre Jimin estaba realmente echo un lío.

Yoongi sintió pena por él. Sabía lo doloroso que la pasaban los híbridos en sus celos, lo había visto con Jungkook y realmente odiaba aquella situación.

Sin perder más tiempo lo toma en sus brazos, Mimi tenía los ojos cerrados, temblando, se sentía más pesado de lo habitual. Yoongi lo dejó en la cama sin saber cómo hablarle o decirle.

Cielos se sentía como zoofilia o algo parecido. ¿Acaso era un furro?

─Jimin, hey, Jimin─el minino abrió los ojos, apenas y podía distinguir al chico ─. ¿Qué debería hacer? ¿Jimin? ─el felino sólo se movía inquieto ─, por favor háblame, ¿puedes volver a tu forma humana? Déjame ayudarte.

Jimin pareció reaccionar a su voz pues estaba pensando en sus palabras. Unos segundos después bajo la mirada de Yoongi  volvió a su forma humana, desnudo y con una notable erección.

─Yo-Yoongi no te preocupes por mí ─murmura el chico ─, solo necesito estar solo estos días ─el chico suspira para acercarse a Jimin y juntar sus labios.

─No me molesta, en absoluto ─habla entre sus labios ─. Manda a la mierda tu auto control, necesitas ayuda, anda, dime en qué te puedo ayudar ─Jimin le mira a los ojos, asegurándose de que no estaba siendo obligado.

Yoongi le sonrió.

Y Jimin realmente mandó a la mierda su auto control.

─ ¿Ji-Jimin? ─Yoongi estaba debajo de él muy avergonzado, los ojos que antes eran humanos de Jimin, se vieron azules, como en su forma gatuna ─. Es-espera, ¿no ibas tú abajo?

Jimin se ríe.

─Yoongi, debiste pensarlo mejor cuando decidiste darme el control.

Aunque Yoongi no quería admitirlo. Sabía que no se arrepentirá de esa decisión.

𓍯  ¡ᥲᥡᥙძᥲ, mі gᥲ𝗍᥆ 𝗊ᥙіᥱrᥱ 𝗍ᥱᥒᥱr gᥲ𝗍і𝗍᥆s! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora