CAPÍTULO 6

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Estaban a un par de pasos de la mesa, a unos metros del baño y, por primera vez, observa a Cristian hablando con tranquila efusividad, sin tartamudeos ni sonrojos.

Se veía sereno y relajado, incluso las tenues luces frívolas y alocadas del club le hacían contrastar su natural encanto masculino, realzando la belleza de sus duras facciones, pero al mismo tiempo viéndose tan tierno y dulce como siempre.

Ese niño lo estaba volviendo loco. Debía relajarse. Quizá esa chica ni siquiera significaba algo para Cristian... pero Heungmin no podía evitar querer ir hasta ella y abofetearla por meterse con lo que le pertenecía, aunque realmente no le perteneciera. Pero él le había echado el ojo primero, así que se valía.

Tomó el trago que Jack dejó en sus manos y se lo bebió en dos sorbos, llamando la atención de Dejan.

— Heungmin, no bebas demasiado, Haewon se enojará si llegas demasiado abrió a casa — le recuerda su amigo, logrando que un infantil quejido saliese por los labios de Heungmin.

— Haewon no me quiere en casa porque irán sus amigas — le explica a Dejan, tomando el trago que solía ser de Yumin para empezar a bebérselo.

— ¿Y dónde planeas quedarte, genio? — le cuestiona Danjuma, palmeándole la espalda.

— Con Guesungie.

— Guesung y Yumin se irán a la casa de playa de los Cho después de que salgamos de aquí. Dudo que ellos quieran acompañarte — le hace saber Kangin, frunciendo el ceño.

— Entonces con Deki...

— Lo siento, Heungminie, yo me llevaré a Deki a mi ciudad mañana a la madrugada. Mi madre quiere verlo — se excusa Danjuma, sonando apenado, pero alegre a la vez. Heungmin supo de inmediato que se debía a que su madre y su novio estarían juntos pronto y adoraba la buena relación que tenían.

— ¿Contigo...? — sugiere Heungmin por última vez dirigiéndose a Kangin, quien niega con la cabeza algo apenado. Heungmin siente ganas de llorar — ¿Dónde mierda dormiré esta noche entonces?

— ¿De qué hablas? — preguntó la voz de Cristian, quien recién llegaba nuevamente a la mesa.

— De nada — se apresura a decir Heungmin.

— Heungminie no tiene donde dormir esta noche — suelta Danjuma, con la intención de burlarse de Heungmin. Cristian lo mira compasivo.

— Si quieres... — Cristian comienza, pero Heungmin le interrumpe abruptamente.

— No importa, conseguiré un lugar — gruñe, levantándose del sillón de la mesa. — Iré por uno más de estos — dice entrecortadamente, tambaleándose hasta salir de la mesa y perderse en la multitud.

...

Heungmin no tenía idea de con cuantas personas diferentes había bailado después de su quinto trago. Recordaba vagamente estar entre los brazos de un chico que le susurró en el oído su nombre. Luka. Después se les unieron Jack y Kevin, quienes se encontraban con Yumin, Guesung, Deki y Danjuma.

Heungmin había bailado un par de canciones con ellos, sin embargo, después se apartó del grupo y los perdió de vista. Hasta ese momento.

Justo ahora, no bailaba con nadie y estaba demasiado ebrio como para preocuparse por ello. La música le ensordecía, pero se sentía bien. Porque a su alrededor no flotaban preocupaciones, solo notas musicales y distintos aromas de las personas a sus costados, quienes bailaban en estados iguales o peores al suyo.

Divisó a lo lejos a Danjuma dirigiéndose hacia él, así que sonrió y comenzó a correr, escapando.

— ¡Mierda, Heungmin, vuelve aquí!

Le escuchó gritar, pero no se detuvo. O al menos, no hasta que chocó de frente con una pared y cayó al piso de trasero.

— ¿Estás bien? — le preguntó la pared.

"Un momento... la voz de la pared se parece a la de Cristian...", pensó Heungmin, en medio de sus desvaríos ebrios. Soltó una risita estúpida y miró hacia arriba encontrándose con unos adorables ojos marrones.

— Eres una pared — hipido. — Una pared extraña... — murmuró arrastrando las palabras.

— ¡Danjuma, ya lo tengo! — escuchó gritar a Cristian, quien lo sostenía entre sus musculosos brazos. Heungmin pasó sus dedos por los músculos de aquellos brazos, sonriendo embobado. El cuerpo de Cristian tembló bajo su toque, pero Heungmin estaba demasiado perdido para comprender que lo estaba asustando.

— Eres tan fuerte... eso me pone caliente — gruñó Heungmin, enterrando sus uñas en los brazos de Romero.

— Solo... quédate quieto — pidió Cristian, ante la pataleta que empezó a hacer Heungmin de repente.

— ¡Déjame ir, déjame ir, déjame ir! — gritaba el mayor, intentando vanamente golpear al chico que le sostenía — Debo encontrar a Luka.

— ¿Luka? — preguntó Cristian, intrigado — ¿Conoces a mi hermano?

— No, qué tonterías dices... — Heungmin empezó a reír histéricamente.

En ese momento, Heungmin siente cómo su cuerpo es entregado a otros brazos distintos, lo cual le hace enfadar.

— Gracias, Cris — dice Danjuma, llevándose a Heungmin en el hombro. — Suele ser un poco fastidioso cuando bebe de más.

— Está bien. No hay problema — asegura Cristian, sonriendo.

— ¿Seguro que quieres llevarlo a tu casa? — pregunta Danjuma, genuinamente preocupado.

— ¿Ves eso, Danjuma? — pregunta Heungmin riendo — Es tu novio... ¡Hola, Deki! ¡Te ves bien! ¡Pero el rosa se ve mejor en mí!

— Sí, no quiero que le pase algo malo en ese estado — admite, sonrojándose levemente. Danjuma lo nota y sonríe.

— Bien, te acompañaré a tu auto para dejarlo allí.

— Déjame buscar a mi hermano primero, debo preguntarle algo — pide Cristian, señalando a sus espaldas. Danjuma asiente y Cristian se va.

— El moreno camina con Heungmin en su espalda, quien no ha parado de cantar entre balbuceos la canción que la gente baila en la pista.

— ¿Tú sabías que Luka es el hermano de Cris? — le pregunta Danjuma a Dejan en cuanto se acerca lo suficiente para este le oiga.

— Sí. Nos lo dijo cuando le conocimos — Dejan le da un beso en los labios a su novio.

— Ew... ustedes dos son asquerosos... — se queja Heungmin, seguidamente hace silencio y se puede oír cómo comienza a sorber por la nariz — Pero también son tan lindos...

— ¿Estás llorando, Heungminie? — pregunta preocupado. Danjuma baja a Heungmin de su hombro y lo pone en el piso, junto a su novio.

— No... — miente, cubriéndose el rostro con ambas manos.

— ¿Por qué lloras? — pregunta Dejan de nuevo, inclinándose para apartar las manos de Heungmin y secar sus lágrimas.

— ¿Tú crees que Cris tenga novia? — pregunta con tono de voz lastimero, haciendo un adorable puchero que le derrite el corazón a sus amigos.

— Claro que no, Heumgminie. Él nos lo hubiese dicho — se incluye Danjuma en la conversación, sonando seguro de sí mismo.

— ¿Lo prometes? Pregunta Heungmin, estirando su pequeño dedo meñique.

— Lo prometo — asegura, enganchando su dedo con el de Heungmin. Este sonríe.

— Ya estoy de vuelta — anuncia Cristian, observando los tres presentes. Heungmin de inmediato se lanza a abrazarlo, haciéndolo tornarse rojo como tomate.

— Vámonos — dice Dejan, tomando la mano de su novio y caminando hacia la salida del club.

FALOFILIA; adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora