único

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La desquiciada risa del buitre le provocó un escalofrío al spiderman anarquista.

No era la primera vez que ese hombre de negocios planeaba un atentado contra él, ni la primera vez que era detenido, pero esta vez era extrañamente más poderoso.

Sabe que se debe a la nueva parafernalia que lleva encima, una armadura parecida a la que Ozzy llevaba cuando se enfrentaron.

Impenetrable para cualquiera menos para spider-punk, o eso creyó hasta que en un intento por usar su electricidad fue arrojado contra el suelo.

─Auch─ fue lo único que dijo antes de recomponerse.

─Pobre spiderman, me siento un poco mal. Un hombre de negocios como yo, con una gran tecnología detrás, combatiendo con un solista mediocre...

Empezó a hablar tras volverle a asestar un golpe.

─ Lo mismo digo, hacen falta como...tres iguales a ti para ser rivales contra el solista.

Responde, lo suficientemente creído para hacer que la cara dentro de ese robot se ponga roja.

Inesperadamente, el Buitre lo estrella contra el suelo dejándolo atontado el suficiente tiempo como para que el villano pudiera coordinar un golpe.

Un puño metálico se acerca tan rápido hacia su rostro que puede verlo pasar lentamente, sin posibilidad de moverse.

Eso hasta que, repentinamente, escuchó el sonido de un proyectil siendo arrojado y la vista del hombre montado en esa chatarra se esfumó.

Su sentido arácnido no se había activado, así que pudo deducir quien era.

Miró a Miles con devoción, aunque no fuese notorio a través de la máscara.

─Iba para tí─ el merodeador aseguró, aunque ambos sabían que aquel pequeño villano nunca fallaba un tiro. El punk no pudo evitar sonreír de lado, preparado para hacer su cosa favorita: molestar a el joven merodeador.

─ Nah, me salvaste. Es claro que te gusto.

Por cada palabra el Spider-Man y el joven se acercaban más, hasta que en algún punto sus rostros estuviera a escasos centímetros.

─ Se disparó solo.

Se excusó Miles, un poco fuera de sus canales, mientras Hobie no podía evitar mirar esos labios esponjosos.

─ estás perdidamente enamorado de mí.

─ Cállate, joder.

Callame.

Entonces el más bajo apretó su puño de hierro y "trató" de darle un golpe. Y "trató" porque si aquel ataque hubiera sido en serio, el hombre araña no habría podido esquivarlo tan fácilmente. Aquel acto arrancó una risa en el spiderman.

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Siempre pasaba lo mismo. En el campo de batalla, cuando el latino tenía puesto su traje de merodeado, era una pequeña mierda con él, pero cuando se citaban fuera de combate, en un hotel al azar en Brooklyn, era una zorra amante de polla.

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Ahí estaba, a la misma hora, en un hotel diferente al anterior, solamente porque a Miles le gustaba mantener un perfil bajo.

Estaba usando una camisa blanca, y una chaqueta de cuero sintético que le regaló su mamá, esperando la llegada del merodeador.

Ya estaba acostumbrado a ver al menor usando ropa holgada y gruesa, por lo que en cuanto vió entrar a un rarito usando una chaqueta encima de una sudadera lo identificó.

MERODEADOR⠀⠀/⠀⠀ (𝘗UNKFLOWER) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora