Un error lo comete cualquiera, ¿No?

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Satoru había despertado más temprano de lo usual, tenía un proyecto muy importante, sus investigaciones y descubrimientos habían rendido frutos y el gobierno quería invertir en ello, era algo que tanto Yuuji como él estaban esperando fervientemente, después de todo deseaba darle todo lo bueno que el mundo pudiera ofrecer a ese joven tan tierno; se levantó de la cama con cuidado y no despertó a Yuuji, acomodó sus cosas y se despidió de él con un beso en la frente y uno en los labios, como era su costumbre, quería hablar de lo que pasó la noche anterior, pero no podía llegar tarde, Yuuji medio adormilado le deseó suerte y volvió a dormir casi de inmediato, estaba cansado, Satoru salió de casa y se dirigió al aeropuerto, el gobierno había puesto a la disposición de los investigadores y partícipes del proyecto un avión para ir a Estados Unidos, estaría fuera casi un mes, no era lo que deseaba, pero si no asistía perdería la oportunidad de cumplir sus sueños junto con los de Yuuji, subió al avión y esperó que el tiempo separados le ayudara a qué Yuuji lo extrañara y lo perdonará por el inmenso amor que se tenían.

El vuelo fué bastante largo, y le dió tiempo suficiente para pensar en lo mucho que la había cagado, porque no había otra forma de llamarle, era una cagada inmensa, nunca imaginó que Yuuji los descubriría o ¿Quizá si lo hizo?, su relación con Yuuji era perfecta, tenía un equilibrio inigualable, no concibía una vida sin él, pero, ¿Por qué lo había engañado? , podía poner muchas excusas, pero en el fondo sabía que ninguna justificaba lo que había hecho, ninguna le daba sentido al que hubiera llevado a esa mujer a su hogar, el lugar seguro de ambos, había sido un impulso de estupidez el querer saber si aún quedaba un rastro de la vida tan alocada que solía llevar antes de Yuuji, quería demostrar que aún era deseado por alguien más y que seguía siendo el mejor y no sólo un hombre totalmente dominado y enloquecido por un jovencito, aunado a qué siempre quiso ver cuál sería la reacción de Yuuji, era un deseo oscuro que estaba enterrado en los más profundo de su ser, quería que Yuuji le perteneciera sólo a él, más de lo que ya lo hacía, quería ver todas las reacciones y expresiones que Yuuji tenía, las quería todas para él, o eso era lo que se decía a sí mismo para convencerse de que había una razón de cometer tal atrocidad.

La llegada a Estados Unidos fué mejor de lo que esperaba, llamó a Yuuji en cuanto bajó del avión, y para su sorpresa se oía bastante normal

-Me alegro que el vuelo haya ido bien, tienes que seguir esforzándote para que valga la pena todo lo que has hecho hasta ahora- dijo Yuuji dándole ánimos

-Ha sido un camino largo, pero este es tan sólo un paso más para cumplir nuestros objetivos, eres tú quién realmente me motiva a hacer todo esto, por más tedioso que sea- dijo Gojo con cariño a Yuuji, en verdad él se había vuelto su motor de vida

-¿En serio? Sí es así, entonces¿No deberías llamarme tu musa a partir de ahora?- río Yuuji con un tono juguetón

-Siempre lo has sido- dijo Gojo con cariño y mirando al cielo

La conversación continuó y después de un tiempo colgaron, Yuuji tenía clases y llegaría hasta la tarde, ya estaba a más de la mitad de su carrera y a pesar de que Satoru siempre lo ayudaba con las cosas que no entendía, a Yuuji le gustaba estudiar por sí mismo y sólo recurrir a él cuándo algo era sumamente retador, esa era una de las cosas que más amaba de él.

Los días pasaron y ambos estaban ocupados, hablaban todas las noches, y algunas veces tenían sexo por teléfono, no habían tocado el tema del trío, "Al parecer Yuuji lo había dejado pasar por el amor que me tiene " pensó Satoru, se propuso a invertir más tiempo en el proyecto para poder regresar antes y consentir a Yuuji como se lo merecía, planeó como disculparse adecuadamente y aclarar que no habían abierto su relación, sino que había sido una equivocación y una experiencia que no repetirían jamás, después de todo Gojo había quedado con un mal sabor de boca al ver a esa mujerzuela tocar la hermosa piel de Yuuji, aceptó con disgusto el trío porque de lo contrario Yuuji lo dejaría, ¿No?, lo imprimo era encarar la situación y hacer tan feliz a Yuuji que se le olvidase todo ello y lo dejarán atrás como si jamás hubiera sucedido.

El tiempo pasó más rápido de lo que pensó y pudo regresar una semana antes de lo planeado

Mensaje de Satoru a Yuuji:

Cariño, terminé antes de lo esperado, llegaré a casa en la noche, espérame arreglado porque te llevaré a cenar a un buen restaurante para celebrar, muero de ganas de verte.
P.D no llegaremos a casa esta noche 🔥👀

Respuesta de Yuuji:

Te estaré esperando listo para irnos ☺️

No había sido una respuesta como las de siempre, pero por lo menos compensaría lo que hizo esa noche, le demostraría lo mucho que lo amaba y que tan arrepentido estaba, compró un gran ramo de rosas rojas, a Yuuji le encantaba que fuera detallista con él, llegó a casa lo más rápido que pudo, abrió la puerta y no había nadie en el recibidor, tampoco en la cocina, se sentía cálido, por lo que Yuuji probablemente estuvo cocinando algo para él, abrió el refrigerador y ahí estaban sus postres favoritos, ¿Qué más podía pedir? si novio era tan atento y considerado con él, salió de su fantasía cuando escuchó un fuerte ruido que venía de la habitación, corrió pensando que Yuuji se había caído saliendo de la ducha o algo parecido, abrió la puerta y quedó estupefacto ante la escena frente a él, sí, era Yuuji, pero no sé había caído de la ducha, había encontrado a Yuuji con otro hombre en la misma cama en la que dormían, las rosas cayeron al suelo y el corazón de Gojo pareció detenerse por un segundo, la vida le había mostrado que cuando no eres agradecido y valoras lo que te da, alguien más lo hará.

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