With - Spreeckity

Desde cero

Casi siempre es difícil comenzar desde cero, pero Spreen estaba dispuesto a intentarlo.

Un inicio desde cero con su amigo, casi algo, un Beta de nombre, Quackity. 

No le importaba que fuera complicado, necesitaba arreglar las cosas con él a como diera lugar. 

—. Déjame ver si entiendo - dice su compañero —. No te gusta, pero querés estar con él, ¿es así? 

—. Sí - responde, sonriente. 

—. ¿Y las cartas? - pregunta.

—. Es para desviar la atención, Quackity es sensible a las cosas emocionales - responde, con su argumento. 

Su compañero suspiró, negando la cabeza.

—. Es mejor que te decidas si sientes algo o no, si no, sólo empeorará la cosa, tanto para ti, como para él - sentencia.

—. Las tengo claras - dice —. Cuando tengo sexo con él, es el único momento donde siento mis colmillos pican por querer morderlo. Y aunque no lo puedas creer, la primera vez que anudé, fue con él. Quiero más de él, más que sólo hablarle o llevarme bien.

—. ¿Por qué no pides algo serio? Digo, si quieres acostarte con él y tenerlo, pero él quiere algo serio, y tú no quieres a nadie más que a él, no veo el problema - aconseja.

Spreen suspiró pesado, asintiendo.

—. Lo resumido es eso, pero, hay más - dice —. Tengo mis razones para no querer algo serio, comenzando por el "terminar".

—. ¿Te da miedo que te termine? ‐ pregunta, burlón.

Spreen negó con la cabeza —. Me da miedo aburrirme de él como con todas las personas y terminar lastimándolo. Sabes como es Quackity, ¿no? Es un rey si hablamos de sentimientos.

Su compañero suspiró pesado, haciendo una seña para que continué.

Spreen sonrió ante la seña. Su compañero lo conocía bien, aunque no estuvieran en el mismo salón, Carre era uno de sus mejores amigos.

—. Quackity es un ángel si de sentimientos se trata, es un amor. Yo no sería capaz de satisfacerlo emocionalmente. No soy detallista, no recuerdo fechas importantes, no sé planear citas que no terminen en un motel, y no sé ser perfecto para él. ¿Entiendes? No podría ser feliz conmigo, y él merece a alguien mejor.

Carre asintió, aceptando sus argumentos. 

—. Entonces, no salgas con él - sentencia.

Spreen frunció el ceño, cruzándose de brazos.

—. ¿Por qué? - pregunta, molesto.

—. Quackity no quiere tu verga - responde, encogiéndose de hombros —. Quiere tu corazón, y tú no estás dispuesto a dárselo. Vas a hacer que pierda, y vas a perder también.

Spreen bufó, cambiando el tema. 

Lunes por la mañana, las clases comenzaban desde temprano. 

Spreen agradecía que justo le tocará con Quackity en algebra, ya que el menor era bueno con los números. 

—. Sacas esto y terminas así - indica, señalándole cada número para el proceso.

Asintió con la cabeza, escribiendo la formula que su amigo le había dado.

—. ¿Así? - pregunta, girándose para verlo, encontrándose con la linda sonrisa del pelinegro, esos ojos azules se cubrían en el manto de sus parpados, sus mejillas las convertían en media lunas. 

Tragó grueso, sintiéndose agobiado de repente. 

—. No, te equivocaste acá - dice, corrigiendo el error y explicándole de nuevo cómo era. 

Sin embargo, Spreen no pudo concentrarse, se perdió en la profunda mirada azul y en esos lunares que se movían con su rostro al hacer muecas por concentrarse. 

—. ¿Ahora entiendes? - pregunta, sonriente.

Spreen parpadeó repetidas veces, para luego asentir con la cabeza. 

—. Sí, creo que lo tengo - responde. 

Luego del laboratorio, Quackity le sonrió burlón al ver cómo falló en los ejercicios que le corrigió de ultimo. 

—. Dijiste que habías entendido, ¿qué pasó? - pregunta Quackity, sonriente.

Spreen se giró a verlo, quería gritarle maldiciones hasta que llore, pero verlo simplemente lo congeló, haciéndolo suspirar.

—. Se me olvidó - justifica. 

Quackity sonrió, volviéndole a explicar amablemente.

Al terminar las clases, ambos caminaban juntos. 

Desde aquella disculpa, el menor había estado menos denso con él, sobrellevando así una buena conversación y una mejora en su relación. 

—. ¿Qué piensas estudiar cuando salgas? - pregunta Spreen, curioso. 

El menor hizo un sonido de pensamiento, para luego mirar el cielo.

—. Pienso estudiar derecho - responde, sonriente —. ¿Tú qué harás?

El mayor miró al cielo, tal cual hizo Quackity hace unos segundos. 

—. Quizá me una al ejército - responde. 

—. ¿Serás militar? - pregunta, girándose a verlo.

—. Claro, ¿por qué no? - dice —. Soy un alfa dominante, joven, inteligente, ¿qué más necesitan?

Quackity rodó los ojos, sonriente por la actitud arrogante de su amigo.

Continuaron platicando mientras caminaban, hasta que casi al llegar a sus casas, el mayor lo detuvo, tomándolo de la mano. 

—. ¿Qué sucede? - pregunta.

Spreen respiró profundo, recogiendo todas sus fuerzas.

—. Quiero invitarte a salir - dice —. E-este, n-nada serio, sólo, comer o algo, no sé.

Quackity sonrió, contemplando el comportamiento nervioso del alfa.

—. Claro, ¿cuándo? - pregunta.

—. ¿Te parece bien el sábado? - sugiere.

—. Está bien, te veo en el parque - responde. 

Quackity entró a su casa, sonriente, dejando que Spreen regrese a su casa igual de sonriente. 

Los demás días, todo parecía bien entre ellos, hasta que llegó el sábado. 

Spreen estaba bien vestido, incluso peinado, sólo para esperar a Quackity. 

Se entretenía viendo el teléfono, hasta que divisó a la distancia al menor. Sonrió, guardándolo para esperarlo mejor. 

A punto de estar cerca, una persona interceptó a Quackity, confundiéndolo.

No escuchó de qué hablaban, sólo vio como el menor se lanzaba a sus brazos, dejando que aquel tipo lo cargara, sujetándolo de sus muslos. 

Frunció el ceño, fastidiado. 

Entre mejor creía que iban las cosas, peor se ponían. 

He aquí la secuela, narrado desde el punto de Spreen hasta llegar a su boda, más o menos. 

No quiero que sea larga, porque no hay tanto argumento y tampoco quiero que haya relleno. 

Será más que nada para que la precuela de "Without" no tenga un gran skip time, sino, que tenga un argumento válido de una historia tras ese tiempo.

En fin, esperó que les guste, pasen feliz noche ;)