Todas las chicas para un Deku [TRADUCIDO]

Capítulo 3 - Itsuka Kendo I

"M-M-Mamá... ¿?!" Izuku gritó en un susurro al ver a su madre trabajar febrilmente sus labios vaginales sobre el juguete sexual vibrante que se movía dentro de sus pliegues empapados. No sabía qué pensar en ese momento, solo que no podía apartar los ojos de eso, de ella. Ambas manos alcanzaron el gran falo vibrante y lo empujaron más profundo, haciendo que ella emitiera un fuerte grito de placer y llamara su nombre nuevamente, haciendo que se sonrojara más que un tomate.

'¡No tengo idea de cómo procesar esto! ¡Está llamando mi nombre, de todas las cosas y personas, mientras hace esto! Yo... ¡¿por qué no puedo apartar la vista?!' pensó Izuku, sintiendo su erección levantarse a través de sus pantalones, formando una marca de un gran pene contra la tela.

Ver a Inko empujar el juguete dentro de su vagina una y otra vez era hipnótico, e Izuku sentía que no tenía idea de qué hacer. Pensamientos de acercarse y sorprenderla, así como seducirla, cruzaron su mente, pero rápidamente los desechó de inmediato mientras luchaba por controlar sus crecientes impulsos.

'¡No, no, no, no! ¡Mal, Izuku! ¡Es tu propia madre, por el amor de Dios! Quiero decir, seguro que es hermosa, en forma, y tiene un buen trasero amplio y redondo... ¡despierta!' Izuku se dio una bofetada, creando un pequeño ruido que hizo que Inko se estremeciera al escucharlo. Pánico en silencio y retrocediendo discretamente de la puerta, Izuku se dirigió rápidamente de regreso a su propia habitación antes de que Inko tuviera la oportunidad de verlo mirándola.

La madre soltera y mujer sexualmente reprimida giró la cabeza y no vio nada en la puerta mirándola. Levantando una ceja en confusión, afortunadamente salió de su estado inducido por la lujuria y se acercó desnuda para cerrar la puerta.

"Sigh... tal vez solo estaba escuchando cosas. Que Izuku estuviera allí mirándome habría sido una sorpresa, tal vez una agradable..." Murmuró mientras apoyaba la frente en la puerta, pensativa. Un feroz rubor cruzó sus delicadas facciones cuando la imagen de su propio hijo observándola llegó a su mente. Inko tartamudeó furiosamente y se sintió incómoda por un momento, de repente comenzó a murmurar como a menudo lo hace Izuku y se apartó de la puerta para ir a ducharse.

Su cuerpo desnudo estaba mojado de sudor y sus pliegues estaban sensibles por la sesión de masturbación que había tenido consigo misma. No quería entretener la idea de que estaba realmente imaginando a su hijo detrás de ella, empujando su gran miembro directamente en su zona femenina, haciéndola sentir un placer absoluto por primera vez en años. Inko tomó una toalla y encendió el agua, dejándola correr mientras se sentaba en el borde de la bañera, pensando en su exmarido, el padre de Izuku, que la había dejado unos años antes.

Bajó los hombros con un suspiro y se levantó para admirar su cuerpo en el espejo del baño, viendo su forma mantenida con una belleza esbelta y en forma en mente.

'¿Por qué me dejó? ¿No fui lo suficientemente buena? ¿El trabajo era más importante para él al final? Hmmm.' pensó Inko sombríamente mientras se examinaba en el espejo. Su cintura era agradable y esbelta como la de Mitsuki, con caderas anchas y en forma, dándole una figura de reloj de arena. Sus pechos, aunque no tan grandes como los de Gal-Might cuando la vio tener sexo con su hijo, seguían siendo bastante firmes y adecuadamente grandes con una modesta copa D. Abrazó sus brazos sobre su cabeza, preguntándose si todavía la encontrarían hermosa.

'Me pregunto qué pensaría Izuku si se lo preguntara.' reflexionó y se sonrojó intensamente otra vez, pensando en su propio hijo como lo había hecho frecuentemente desde que lo vio en esa habitación con esa mujer heroica.

"¡M-mejor me ducho ya! Estoy segura de que I-Izuku ya está en casa de todos modos, querrá verme después de un día ocupado, ¿verdad?" se murmuró a sí misma torpemente, sintiendo el rubor en sus mejillas antes de meterse desnuda en la ducha.