CAPITULO 1

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Hace 23 años

El general y mano derecha del Rey se encontraba en medio del bosque, con la misión de buscar a traidores.

Sin embargo, ahora estaba en busca de un ladrón muy escurridizo que unas noches antes habia robado unas cuantas dagas y algunos suministros, alimentos y ungüentos, por lo que él se encontraba enojado y en alerta; hacia rondas por el pequeño campamento por si el sujeto volvia, sin embargo no regreso y no había rastros de él.

Una semana después cuando el sol comenzaba a salir, el general salio junto a su caballo para vigilar los alrededores, pero se detuvo al escuchar como alguien corria a través del bosque por lo que se dirigió a toda velocidad hacia el ruido, cuando distingio una figura correr entre los árboles fue tras ella montado en su caballo, hasta un lugar bastante estrecho en donde solo podia continuar a pie, bajo del caballo y estaba a punto de perder al sujeto cuando este cayó, lo que el general aprovecho para capturarlo.

Lo sujetó por la espalda y comenzo a forcejear con él, hasta que la capa del intruso se cayó permitiendole ver una larga cabellera negra.

Este seguía forcejeando, tratando de liberarse- ¡Sueltame¡- grito; en ese momento, él se dio cuenta que se trataba de una mujer- ¡Ahh SUELTAME TE DIJE¡, ¡IDIOTA! - ella seguia gritando, en ese momento el recibio un fuerte golpe en la cara pues ella lo habia golpeado con la parte trasera de su cabeza, lo que provoco que tambaleara y comenzara a sentir como algo escurria por su nariz.

En ese momento ella se solto pero él inmediatamente la tomo del brazo, girandola hacia él, en cuanto la vio no pudo evitar sorprenderse ante la belleza de la mujer; la cual tambien lo miraba con detenimiento.

¿Quién eres tú? - él le pregunto, exigiendo saber su nombre

Eso no le importa; ahora suelteme- con fuerza ella se soltó del agarre.

Rapidamente el se acerco a ella de forma amenazante- No lo volvere a repetir, ¿Quién eres y qué haces aquí?- volvio a preguntar.

Soy Marie, ahora ya me puedo ir- dijo en tono hostil- Estoy aquí por que busco a alguien.

Él la observo con duda, en realidad no confiaba en ella, sin embargo no había alguna señal de que estuviera mintiendo.- Está bien pero me tendras que acompañar.

¿Porqué yo tendria que acompañarte? - lo miro con un ceja alzada

Porque tenemos que registrarte, además si no eres una grisha podemos ayudarte a buscar a la perso...- mientras hablaba recorría a la chica con la mirada con la intención de analizarla, dándose cuenta de que tenia algunos rasguños, heridas y moretones, estaba sucia. Detuvo su mirada cuando observo un pequeño destello entre su capa, una empuñadura muy parecida a las de las dagas de su ejército, por lo cual frunció el ceño y borró todo rastro de amabilidad que habia tenido hacia la bella mujer.- Fuiste tú, eres la ladrona.- trato de agarrala de forma brusca pero ella se movió

Ella por instinto colocó sus manos al frente, amenazando utilizar la pequeña ciencia.- Déjame ir, no quiero hacerte daño.

Eres una grisha- la miro sorprendido y un poco decepcionado, algo en el decia que no iba a dañarlo, entonces le dijo - Eres extraña sabes normalmente los grisha al ser atrapados no dudan en utilizar sus poderes.

¡Basta!, solo quiero irme, mi intención jamás a sido dañar a nadie; te entregare tus cosas y me iré- dijo de forma segura pero con un poco de súplica en su voz, ella solo lastimaria si su vida dependiera de ello. Parecia desesperada y tratando de huir de algo.

Tranquila no te haré daño, así que baja las manos.- levanto las manos

Ella dudo un poco, pero termino bajandolas, algo en el le transmitia confianza a pesar de ser un militar.

Siempre Tú (Nikolai Lantsov) ( Alexander) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora