Capítulo 4:

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La mañana siguiente, todo se encontraba hecho un lío, debido a que los rumores de que ambos principes habían desaparecido.

Cuando llego el rumor a oídos de Kat, ella solto su espada y corrio a la entrada de servicio, paso la cocina hacia el pasillo y cuando iba a girar se encontro con la Reina- ¿Tú que haces aquí?- pregunto la reina con despreció

¿Es cierto?, su majestad- Kat la miro con preocupación

Si, los principes se han ido- le respondio la reina. Kat al ver la tranquilidad de la reina, sabía que lo más probable es que ella los hubiera mandado lejos.

¿Sabe dónde esta?- volvió a preguntar

Claro que lo se, pero es momento en que el tome enserio su lugar como miembro de la corona, aquí solo hay distracción- dijo la reina con severidad, he hizo una pausa- Además vienen tiempos difíciles. Ahora sal de aquí, y no vuelvas a entra a menos de que sea muy requerido, la instruvtora ira a tu casa y las lecciones seguiranciendo en el campo de entrenamientos.

Como ordene majestad- ella hizo una pequeña reverencia y salió de ahí, con lagrimar resbalando por sus mejillas, pero ella no sabia diferencia lo que sentia, ¿era enojo, tristeza, molestia o talvez decepción y dolor? O simplemente eran todas ellas.

Se escondió en una caballeriza y después de llorar por un rato, se limpio las lagrimas y fue a entrenar, dando golpes de enojo, y perdiendo combates por la falta de concentración; afortunadamente solo fueron un par de días, como decia su padre "llora, acepta, y levantate, lo que no te mata te hará mas fuerte."

Pasaron los días y ella lo iba aceptando, habia tenido la esperanza de que almenos le enviara una carta o la visitará de vez en cuando, pero jamás sucedió; almenos gracias a la ayuda de su padre no la paso tan mal.

Llego el día de su cumpleaños, peo esta vez era diferente puesto después de 8 años lo celebraría sin Nikolai, solo estaria con su padre, él cual habia conseguido como cada año un pequeño pastel, además este año su reegalo fue un cinturón de piel color negro todo lo necesario para llevar armas en el.

Espero te hay gustado y te sea útil- le dijo el general Will a su hija mientra la abrazaba.

Gracias, me encanto mucho papá, aunque aún no me dejan portar armas todavía.- ella sonrió y lo abrazo más fuerte

El suspiró puesto que los planes del regalo habían cambiado debido a que el principe se habia ido. El principe y el habian hablado unos meses atrás par pensar en como iban a celebrar el cumpleaños de Kat, así que ambos hicieron acuerdos para ese día, sin embargo, ahora el solo se encargo de todo. - Bueno ya eres más grande tal ves en un año o en unos meses te deje portar una.

A persar de que era su cumpleaños, como todos los días tambien tenia que tomar sus lecciones, pero despues de que su instructora se fuera su puerta fue tocada, ella alabrir se llevo una sorpresa.

Hola kat- dijo la señora que se encargaba de cuidar al Nikolai

Ahhh señora Nan, es un gusto verla, pase- ella se hizo a un lado permitiendole pasar, pero al entrar pudo observar una caja de regalo.- siéntese.

Gracias querida-la señora se sentó - Y feliz cumpleaños- dio un pequño suspiro- Aún recuerdo cuando te conocimos, tenian 4 años, cuanyo han crecido y madurado, y yo cada día más vieja, jajja, pero austedes todavia les falta muvho por crecer y madurar, mucho por vivir, tienes doce años y no conoce mas allá de este reino.- Hizo una pausa- Se lo que eres.

Kat la miro sorprendida- Él se lo dijo, ¿ni es así?- pregunto un poco confundida

No, pero me acabas de confirmar que Nick lo sabía, pero tranquila, jamás te pondría en peligro, como el tampoco lo hizo. Es solo que cuando eres tan vieja como yo, comienzas a observar mejor las cosas y darte cuenta de muchas otras, por esa razón Kat abre bien los ojos, si observas bien sabras si esta mintiendo o no, este es uno de los mejores consejos que te puedo dar.

Kat solo asintió y le dio una sonrisa.

Bien, yo venia a entregarte esto, el príncipe lo dejo para ti- ella le extendió el regalo

Lo tomo, para luego mirarla- ¿usted sabe dónde esta, no es así? - la señora asintió - supongo que tambien sabe ¿por qué no me dijo nada y tampoco se comunica?

Más o menos-la miró con un poco de tristeza - vamos abre tu regalo

Ella lo hizo abrio su regaló y un gran sonrisa se comenzo a extender en sus labios, los saco de la caja para verlos mejor, era un set de dagas, con mangos negros con detalles plateados y en el extremo del mango tenian sus iniciales grabadas- Son realmente hermosas

Él las diseño especialmente para ti y estuvo al pendiente de que no hubiera ningún error- ella le sonrió

En ese momento le hizo um clic en la cabeza y giro a ver el regalo de su padre, eso solo hizo que sonriera aun más, habia entendido la razon del regalo, ambos se habían puesto de acuerdo para darle lo necesario y porfin portar un arma que la ayudara a protegerse.- Tonto

¿Disculpa? - la señora Nan no sabia a quien se refería

Nada, perdón pensaba en voz alta. - se disculpo

El tiempo transcurria y Katherine debido a que tenía mucho yiempo libre ya que no estaba Nick y su padre se habia ido a hacer acuerdos con otro reinos tratando de mantener la paz, lo unico que pudo hacer es perfeccionar cada técnica, cada movimiento hasta llegar al punto de ser una de los prospectos para el ejército, puesto que ya no faltaba tanto tiempo para que se pudiera unir.

Cuando tenia 15 años ella escucho el rumor de que el menor de los príncipes habia huido del palacio y no sabian nada de él; en ella habia crecido una esperanza de que volviera o minimo la buscara, al fin y al cabo ellos habian hecho un juramento.

Lamentablemente después de algunos meses surgió el rumor de que el príncipe habia abandonado el reino; una vez mas Nicolai la había decepcionado; un dolor en el pecho apareció, ella se sentía engañada, traicionada, puesto que si ella estuviera en su lugar, lo primero que haría seria buscarlo.

Sin embargo ella decidió dejarlo pasar, no pensar en eso al fin el habia tomado su decisión, y ella seguiría con su vida, esta vez no iba a llorar, solo iba a aceptar que el la había olvidado y  con ello aquel juramento que se habian hecho.

Como la reina había dicho, los tiempos empezaban a dificultarse, se planeaban guerras todavia no se sabia si estallarian ahora o tardarian más, pero se comenzaban a reclutar soldados o cualquier persona que tuviera alguna habilidad que ayudara a los reinos, también se necesitaban personas valientes que se aventuraran a entrar a la sombra y continuar con los mapas del territorio.

Algunos se ocultaban en su fe y en la creencia de que la invocadora del sol mientras trataban de llevar una vida tranquila, otros solo se ocultaban, otros decidian ignorarlo y seguian moviendose en aquel mundo sin escrupulos haciendo negocios ilegales; pero había un porcentaje que queria pelear, que queria un cambio.



Siempre Tú (Nikolai Lantsov) ( Alexander) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora