Capitulo 2: la verdad detrás de todo.

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Las horas pasaron, la noche se invadía en cada rincón donde había luz. El mundo estaba desequilibrándose acorde pasaba el tiempo, inmediatamente fui corriendo a la biblioteca a buscar algún libro de la guerra de Troya. Tenía que averiguar donde fue vista por última vez aquella manzana.

Carla, por otro lado, estaba en casa, ella estaba intentando invocar energía de su estrella pero no lo estaba consiguiendo. No podía realizar ninguna invocación, ella es una semi-diosa pero no tiene los poderes de invocación del éter.

La noche pasaba como un simple suspiro, la biblioteca quedo de cabeza luego de haber buscado en cada rincón un libro que me pueda revelar la verdad.

Decidí por ir a donde puse mi mano y recibí estas visiones, lamentablemente no había nada en la estantería. Lo único que la llenaba era el polvo. Al ver esto me sentí derrotado, no podía encontrar el libro correcto. Pero recordé algo, yo había escuchado un zumbido que aquella vez me guio a tener estas visiones. Tendría que intentarlo de nuevo entonces.

Busque de no hacer ruido, caminaba por cada rincón de la biblioteca sin mis zapatos y concentrado en cada sonido de la habitación. Comencé a escuchar una cristalización en el ambiente, pero no pude determinar de dónde venía puntualmente el sonido.

Seguí mi instinto, pero se concentraba en una habitación, pude comprender que no tenía que buscar el zumbido, tenía que generarlo. Una parte de mi sabia que tendría que hacerlo de una forma familiarizada y por lo que pude comprender de los poderes de los dioses. Forme inmediatamente una estrella de David con el polvo, utilice velas y piedras rodeándola. Busque las palabras justas para decir, porque los libros de vzkfraget desaparición y no tengo los ritos de invocación.

Vieri:- Deorum mea patria stella

El círculo comenzó a brillar, se comenzó a elevar una leve brisa que movía cada pizca de polvo en el ambiente, formando un círculo de aire en el lugar, a lo que digo.

Vieri:- nullus punctus

Inmediatamente un haz de luz se hizo en la habitación, invadiendo de recuerdos de una batalla perdida, en donde dioses se enfrentaron en una batalla que fue olvidada en un aspecto muy importante para los historiadores. La gran guerra por la manzana dorada cuya dueña la tenía una esclava de los dioses para dársela al vencedor. La batalla nunca pudo ser concluida porque Caos quien en ese momento buscaba renacer, estaría en su punto crítico, en donde debía mantenerse al margen de toda batalla, para que no puedan impedir que entre en un estado de inactividad hasta que puedan invocarlo. Los titanes tenían que mantenerse al margen, por lo que no pudieron utilizar ese poder para traer de nuevo a Caos.

Ante mis ojos apareció algo que buscaba con mucha ansia, un mapa que me guiaría hacia la manzana dorada, pero estaba como describía en sus escritos dentro de un circulo de vida donde se refleja el sol y en su agua se atraviesa.

Parecía difícil siendo que el mundo es gigante y esta ubicación es tan precisa, pero había algo que me ayudaría a guiarme, la energía del éter me estaba llamando a través de esa manzana para lograr la estabilidad. Lo pude sentir luego de ver esa proyección que me dio esta invocación, al fin pude encontrar lo que buscaba, ahora solo restaba emprender el viaje

Lo que no sabía es que había una fuerza que no podía soportar y necesitaba hacer una invocación inmediata, ya que no soy ni dios ni semi-dios. No hay oráculo que me de poder de dios, me encuentro en una situación en donde tengo que salvar los universos reuniendo el éter pero también tengo que encontrar la manera de poder soportar esa carga para no destruirme a mí y al universo. Mi propia meta de salvación es una posible destrucción y esto es algo que tengo que resolver rápido.

Llego a casa y se lo cuento a Carla es lo que me repetía una y otra vez. Pero tenía miedo de que este viaje comprometa su vida, comprometa su lado humano y quiera volver a ser una diosa

Llego a mi casa para decirle que no encontré nada, la idea era irme antes que ella despierte en la mañana. En su rostro se veía confusa, pero tenía una impresión de que algo estaba pasando.

La noche se pasaba lento, estaba teniendo dificultades para dormir, veía a Carla con lo poco de luz que entraba de afuera, sentía su respiración tranquila. Pensaba en lo mucho que quería protegerla a ella y en nuestra hija Sofía.

La hora llegó, las 5 am y ya me había levantado de la cama. En mi mochila empaque un mapa y una brújula, siendo historiador son herramientas que puedo tener. Estaba por pisar la puerta de salida cuando Carla enciende la luz del comedor, me dio un breve susto y automáticamente me llene de angustia cuando gire para ver quién me descubrió.

Carla me mira con angustia y me dice.

Carla:- ¿de verdad pensabas en dejarnos aquí e ir tu solo exponiéndote a todos estos peligros?

Mi angustia creció después de que diga eso, pero ella me ayudo a quitarme esta angustia acercándose a mí y dándome un abrazo.

Carla:- Nunca vayas solo a un viaje que queríamos hacer juntos, no te lo permitiría nunca.

Me sacó una sonrisa, suelto mi mochila y le devuelvo el abrazo.

Las horas pasaron y despertamos a nuestra hija, la llevamos a la casa de una amiga de ella y sus papas se ofrecieron amablemente a cuidarla. Les dijimos que hubo un problema de salud con un familiar lejano. Esto fue el principio de nuestro viaje, ahora a donde debíamos ir era simple, debíamos acercarnos a la ciudad de Troya, en Turquía.

Comenzamos nuestro viaje en avión, yendo a Turquía para buscar en cercanías lo que fue la ciudad de Troya la ubicación donde este la manzana dorada. 

La Tríada de Heroes III - La Batalla de TroyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora