CAP. 3

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Llegué otra vez al baño con el hielo en un bote.

—Aquí está — anuncié.

Él lo tomó y comenzó a ponerlo poco a poco en la piel de la chica.

Ahora entiendo un golpe de calor es lo que le estaba sucediendo a esta pobre chica.

Salí de el baño y había un montón de personas queriendo mirar lo que sucedía.

—¿Alguien tiene un pequeño ventilador o algo con lo que pueda hacer aire?

—Yo — una chica levantó la mano con pequeño ventilador de mano, me acerqué a ella para tomarlo.

—Gracias, te lo doy en un momento — sonreí.

Corrí de nuevo adentro, y me agaché con los tres chicos. Prendí el ventilador y lo acerqué a la cara de la chica casi por la nariz y lo bajaba un poco para que también le diera aire a su cuello, mientras que el chico de camisa negra seguía poniendo encima el hielo por el cuerpo de la chica.

Cuando hice esto, sentí la mirada de el anterior nombrado encima de mi, así que también lo miré.

—¿Deberíamos abrir un poco la bañera? — le pregunté.

—Sí, claro — asintió y se levantó un poco para abrir la llave y que el agua fría o temperatura ambiente comenzara a caer poco a poco.

(...)

Después de unos minutos de angustia, la chica ya se encontraba bien, apenas y estaba reaccionando, no completamente porque se veía muy cansada y no sabía lo que pasaba. Su novio estaba a su lado todavía temblando por el miedo a lo que le podía pasar a ella, pero ya se estaba tranquilizado cuando la chica comenzó a reaccionar.

Por mi parte y el chico del hielo, nos mantuvimos un poco distantes para darles su espacio a la pareja.

—Creo que ya está bien — se acercó el chico a nosotros, diciendo con la voz temblorosa.

—Me acercaré a ella para saber si ya podemos sacarla de la tina — dijo el chico.

—Sí — le permitió el novio.

—Ya está bien, su temperatura ya se siente normal — decía cuando tocó su frente — debemos sacarla ahora.

Todos nos acercamos para ayudar a levantar a la chica, ella se encontraba mareada, así que el novio tuvo que cargarla para poder sacarla de ahí.
Yo le di una toalla y la envolví cuando ya estaba en los brazos de su novio.

—Muchas gracias, chicos, en verdad — dijo el que la cargaba.

—No te preocupes, cuídala y será mejor que la lleves a un hospital — dijo el otro.

—Si es posible, sólo para asegurarnos qué ya está bien y después podrá ir a casa — seguí.

—Está bien, otra vez muchas gracias — expresó y nosotros asentimos.

El novio salió con su novia en brazos y su amigo detrás de ellos. La bola de personas ya era poca pero unos seguían ahí queriendo saber, hasta que todos comenzaron a irse al ver que ellos ya se iban y ya todo había pasado.

—Eres buena — me dijo.

—¿Eh?

—Eres buena — repitió — tienes conocimiento sobre esto.

—Estas en una fiesta de graduación — le recordé.

—Ah, es verdad, nadie se acercó a ayudarla — se quedó sin expresión.

—No es eso, la mayoría de los que estaban en mi grupo están afuera, y los de aquí no sé que carrera tengan.

—O sea que de todos los graduados tú fuiste la única que estaba aquí.

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⏰ Última actualización: Aug 06, 2023 ⏰

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