Dia 2 - Parte 2

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De nuevo estaban en aquella oficina, antes fue por pelear y ahora por estar a punto de coger en los vestidores. Pará ese momento la excitación de ambos bajó dando paso a la vergüenza. Al-Haitham no dejaba de pensar en los labios de Kaveh marcando su cuello y sus manos tocando cada parte de su cuerpo, se sintió tan malditamente bien, solo que no lo admitirá. Y Kaveh estaba confundido, nunca se imagino estar así con un hombre, mucho menos que ese hombre fuera Al-Haitham su rival, pero de algo estaba seguro; ya no podría vivir sin esos labios jodidamente adictivos. 

- Jovencitos. - La voz del director les hizo salir de sus pensamientos. - De nuevo por aquí. - A diferencia de la vez pasada nadie se quejo. - Les advertí las consecuencias de su próxima visita a mi oficina. 

- No. - Habló Kaveh. - Leí la advertencia, si regresábamos a su oficina por pelear seríamos expulsados y bueno... - comenzó a titubear - ... nosotros no... no discutíamos. 

- Tiene razón señor Kaveh, pero ustedes estuvieron por romper el reglamento - dijo seriamente. - Y no piensen que es por ser ustedes, si otras parejas hubieran sido descubiertas en esa penosa situación serían igual de reprendidos. 

- Por favor- por fin opinó Al-Haitham. - Kaveh y yo ya no tenemos problemas, nuestra relación mejoró - suspiró. - Es lo que usted quería, ¿No es así? 

- Claro. - El director trató de no reír. - Dije llévense bien, no, métanse la lengua hasta las anginas. - Los dos jóvenes se sonrojaron. - Bien, tuvieron suerte de no ser vistos por alguien más. - Cerró sus carpetas. - Esta vez lo dejaré pasar, aún así tendrán un castigo - se levantó de su asiento. - Pasarán el resto del día en biblioteca, siganme. 

Llegaron a la biblioteca y el director les dio una última advertencia. 

- Quiero absoluto silencio, Joven Al-Haitham usted quedará en la mitad izquierda y señor Kaveh en la derecha, si los descubro conversando o tratando de terminar lo que empezaron en los vestidores, su castigo será peor - y se marchó. 

Kaveh maldijo internamente, él quería hablar con Al-Haitham y hacerle una tentadora propuesta. Fue a los estantes y escogió su libro favorito, mientras leía trataba de idear una manera para comunicarse con el pelinegro, bajo el libro un poco buscando con la mirada a Al-Haitham, cuando lo encontró una idea llegó a su mente. De su mochila sacó una pequeña libreta y comenzó a escribir, luego de terminar dobló aquel papel y lo colocó dentro del libro para después dejarlo en su lugar. 

Al-Haitham entendió la señal de Kaveh y en cuanto esté se apartó del estante el pelinegro se acercó a tomar el mismo libro, hojeo hasta encontrar el recado. 

"Espérame en el estacionamiento, tenemos que hablar, por favor."

Al-Haitham asintió con la cabeza y sonrió, causándole un nudo en el estómago a Kaveh.  

Kaveh llevaba 10 minutos esperando, tal vez debía irse; después de lo ocurrido dudaba que Al-Haitham quisiera verlo

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Kaveh llevaba 10 minutos esperando, tal vez debía irse; después de lo ocurrido dudaba que Al-Haitham quisiera verlo. 

- Lo siento. - Se disculpo el peligris y Kaveh se emocionó de nuevo. - Antes de salir tuve que ir con el maestro de literatura para entregar mis tareas. 

- Está bien, sube.

- Demonios, Kaveh, piensas que después de lo de ayer me voy a subir. 

- ¿Pero te moriste? - Kaveh se colocó sus lentes de sol. - Prometo ir lento. - Al-Haitham estaba por rechazarlo, pero Dottore lo llevó a la escuela esa mañana y por eso no había llevado su auto. 

- Tu ganas. 

Pasaron unos minutos, Al-Haitham movía sus manos de manera nerviosa y el aire comenzaba a faltarle. Respiro profundamente y juntando todo el valor que tenía pregunto:

- ¿De qué querías hablar? - Kaveh apretó con fuerza el volante.

- Lo que ocurrió en los vestidores, ¿Te... te gustó?

- ¿Porqué preguntas? - su voz se agudizó y Kaveh se detuvo en un lugar poco concurrido. - ¿A ti te gustó? - El peligris aún no se atrevía a verlo a los ojos. 

- Primero pregunte yo. 

- No - contestó - claro que no.

- A mi me desagrado. - Contestó Kaveh con el ego herido.

Un silencio incómodo se hizo presente, el pecho de Al-Haitham subía y bajaba en signo de su agitada respiración. Al-Haitham y Kaveh en un lugar solitario era igual de peligroso que un cigarro prendido en una gasolinera. 

- Nada de sentimientos. - Advirtió Al-Haitham jadeando. 

- Solo será sexo. - Contestó Kaveh cerrando el trató. 

Oigan, yo quiero este tipo de enemigos

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Oigan, yo quiero este tipo de enemigos.

O sea, como se sentiria vivir un enemies to lovers? Quiero vivir esa experiencia

...

Creo que leo mucho wattpad, pero tengo el deja vu de que estoy viviendo mi enemies to lovers. Y a ustedes como les va en el amor?

Gracias por leer!!

Seven day's of love | KavethamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora