Yujin es una amante excepcional, me encanta lo seductora que puede llegar a ser, estar con ella es una adicción que poco a poco va en aumento, simplemente verla en la habitación del hotel el ambiente se pone tenso, siempre lleva minifaldas haciendo lucir su hermosas piernas adornadas con aquellas medias oscuras que las hace mucho más apetitosas.
Adicción es cuando por primera vez Yujin te mira con esos ojos hermosos de seducción y te sonríe coquetamente mientras se inclina y te desabrocha la cremallera del pantalón para tomar tu falo y llevarselo a su boca.
Los labios de Yujin son una exquisitez, recuerdo la primera vez que ella me hizo sexo oral, sus labios envolvieron el glande de mi miembro, era como si lo besara intensamente, además aquellos labios carnosos de Yujin daban un placer exquisito mientras con su lengua recorria toda la cabeza de mi pene, fueron pocos instantes en qué ella con su boca logró hacerme lubricar de una manera extrema. Mi respiración se aceleraba, Yujin era una experta en ese ámbito, sentí su lengua moverse en círculos deleitandose de mi líquido preseminal, el cosquilleo que me hacía sentír en la punta de mi falo aumentó descontroladamente, Yujin sabia que llegaría pronto al climax asi que ella comenzó a mover intensamente su lengua y con sus labios envolver más mi miembro como si lo estuviera besando hasta que al final no pude contenerme ante tanto placer que hize un movimiento involuntario moviendo mis caderas hasta que liberé una gran cantidad de semen en la boca de Yujin, semen que ella comenzó a deleitarlo succionandolo y saboreandolo con su lengua hasta beberlo todo.
Al terminar me senté en la cama con la respiración agitada, me había vaciado todo en la boca de ella, Yujin se incorporaba y sonreía coquetamente, lamía sus labios quitando aún los pequeños rastros de esperma, ella estaba por irse al lavabo pero antes de hacerlo ella me miró y me guiñó el ojo diciendo que aquello era apenas el principio de una noche apasiónada.