Solo unos instantes de que Yujin se fue al lavabo comencé nuevamente a excitarme con el solo hecho de saber que ella estaba en aquella habitación de hotel conmigo, por esa razón podía decirse que era un efecto de adicción al estar con esa preciosa mujer, le llamé el efecto Yujin.
Luego escuché el sonido de sus tacones, ella caminaba sensualmente, sus piernas eran una tentación, al estar cerca de mi, la abrace de las piernas y comencé a olfatearlas y besarlas por encima de aquellas medias tan suaves que hacían sentir la calidez de sus muslos.
Estuve así vários instantes hasta que la giré y comenze a besarle las piernas desde la parte de atrás, era una delicia sentír el calor de ellas en mi rostro, mis manos las acariciaban con bastante deseo volviendo a mencionar lo tibias que estaban, las besé y pase mi lengua por ellas, ascendí poco a poco subiendo su minifalda, llegué a sus glúteos, ella llevaba una tanga de encaje color negra por debajo de sus medias, luego hundi mi rostro entre ellos, eran bastante suaves, Yujin era una hembra fascinante, mis manos subían acariciando el contorno de sus muslos hasta que decidí romper sus medias en la parte de atrás.
Pasé mi lengua al fin en su piel descubierta deleitándome a tal exquisito contacto, pero solo eran unos pocos instantes ya que no resistía más esperar a probar algo mucho más delicioso, fue así como con mis dedos hice a un lado la diminuta prenda de Yujin, pasé mi lengua en medio y ella se sobresaltó al sentir que pasé acariciando su ano.Mis deseos aumentaban con fervor, mi lengua acariciaba el ano de Yujin en círculos y ella reaccionaba ante lo que estaba haciendole, ella comenzó a gemir, aumenté mi intensidad hasta que poco a poco lograba mi objetivo, su vagina estaba entre abierta y la húmedad viscosa de ella aumentó, fue así como después mi boca se dirigió a su deseada feminidad.
Comencé a beber de ella, sus fluidos de exitacion eran un exquisito elixir del cual me estaba embriagando, Yujin abrió un poco más sus piernas dándome más acceso, ella movía sus caderas mientras la saboreaba, mi lengua había entrado en su vagina, era calida y bastante viscosa, succione sediento de pasión, hasta que ella movió más sus caderas y sentí como sus labios vaginales se contraían entre mi lengua anunciando que Yujin llegaba al orgasmo, un intenso orgasmo del que bebí y me embriagué de pasión.