"Pequeña coincidencia"-Taekook.

002.

— T-taehyung.

— Al parecer aún recuerdas mi nombre — Observó a su mascota en el regazo de del contrario y sonrió de lado — ¿Ya conociste a mi hijo?

— ¿Eh? Ah... ¿Este pequeñín? Es lindo y agradable. No pensé que fuera tuyo.

— Sí... ¿No que no salías mucho?

— Es que mi madre me obligó a que saliera más seguido después de lo de hace unas horas.

— ¿Ella lo sabe?

— ¿Qué cosa? Solo se enteró de que me escabullé para comprar dulces.

— Oh. ¿Y cómo reaccionó?

— Mhm pensé que iba a morir en ese momento pero... Solo me sentí mal por ella — Bajó su mirada — Quiere que socialice y consiga p-pareja.

— Wow no pensé que ella fuera de ese tipo de madres. Tiene una gran suerte Jungkook, valorala.

— Sí... ¿Y tu madre?

— Vivo solo. Ellos siempre viajan al extranjero y yo me independicé a penas cumplí los dieciocho.

— Entiendo.

Hubo un gran silencio. Yeontan de pronto empezó a dar vueltas al rededor de ellos dos y ladraba para jugar.

— Jaja, eres muy juguetón — Dijo el chico que se hallaba sentado.

— Su nombre es Yeontan pero de cariño le digo Tan.

— ¡Tan! — De inmediato el pequeño peludo corrió a sus brazos.

— Veo que le caes bien. En cambio con mi amigo no se adaptó así tan rápido.

— ¿Cómo se llama tu amigo?

— Yoongi.

— Ah...

— ¿Por qué?

— Si no estoy mal mi amigo Jimin tiene un primo llamado así.

— ¿Jimin?

— Sí. Lo conozco desde la infancia.

— Yo lo conozco, Yoongi algunas veces a llevado a su primo a mi casa para ver películas.

— ¡Oh! ¿En serio?

— Sí. La verdad me cae muy bien así no lo vea tanto...

— ¿Por qué no me lo había dicho...? ¡Ese enano! — Tae soltó una risita al ver a Jungkook tecleando algo en su celular — Mhm... — El pelinegro examinaba cada facción que tenía el chico en su cara concentrada — ¡Ash...! Jimin me lo acaba de confirmar. ¡Incluso fué varias veces allá y yo ni cuenta!

— Jajaja. De seguro estabas encerrado en tu cueva.

— No es del todo mentira — Dió una pequeña sonrisa tímida — ¡Oh, espera! Dice que almorcemos todos juntos en tu casa... Hoy ¿En la tarde?

— ¿A qué hora? — Preguntó curioso.

— A las dos.

— Perfecto. Hoy es mi día libre.

— ¿Trabajas?

— Nop. Mis padres me mandan dinero desde sus viajes mensualmente.

— Niño mimado — Susurró jugando.

— ¡Ey! Al menos yo vivo independiente — Sonrió victorioso.

— Solo estaba jugando... Además, a penas termine la universidad me mudaré a Busan.