❝ MISIÓN: ¡NUEVO PAPI! |- - - - Chayanne ha notado como su papi Philza y papi Missa no se demuestran amor, y que realmente papi Phil sale con otra mujer, por lo que se ha propuesto una misión: ¡Conseguir un nuevo papi para papá Missa! ❞
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PRIMERA OPCIÓN. . . Es un tonto.
❝─── ¿Y... tu papá trae chavo o no? ❞ 🦆
(ʃƪ＾3＾）
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➥ＮＡＲＲＡＤＯＲ
Hoy era un día muy especial para el pequeño Chayanne, ya que después de mucho tiempo su padre por fin le permitió acompañarlo a su humilde trabajo. Chayanne nunca había hecho berrinches o reclamado algo con tantas ganas, pero cuando se trataba sobre su padre o algo relacionado a eso quiere estar al pendiente a todo segundo. Missa se vio obligado ha aceptar las peticiones tan insistentes de su querido hijo.
Paseaban los dos por las calles de aquella gran plaza. El menor de los dos admiraba los juguetes de su interés que se posaban en los mostradores de cada puesto, aunque realmente no quería pedirle nada a su padre, ya que ya estaban muy cerca de llegar al lugar de trabajo del mayor.
Chayanne sujetaba con un suave apretón la mano de Missa, mientras los dos se encontraban parados afuera del negocio del mayor, quien sacó unas llaves de su saco y abrió la cerradura de la persiana de aluminio que protegía las ventanas. Con ayuda del menor el cual insistió en ayudarle a su padre la elevaron para dejar a la vista el negocio. Después se acercó ha abrir la puerta, permitiéndole al rubio entrar e ir detrás del mostrador, caminando mientras daba pequeños saltitos, sosteniendo de las pequeñas alitas a su peluche de patito.
── Bueno, Chayanne, ¿Puedes ayudarme poniendo este cartelito en la puerta? Tengo que ir por algo acá atrás. ── Le pasó un cartel por encima del mostrador al menor, teniendo en la parte de enfrente "Abierto" y en la de atrás "Cerrado".
── ¡En camino! ── Colocó la ala de su pato cerca del ojo de este, simulando la clásica posición de un soldado. Tomó el cartel, escuchando como su padre iba hacia la parte de atrás. Tuvo que colocarse de puntitas mientras intentaba colgar el cartel en un pequeño gancho en el cristal de la puerta; sus pequeños dedos apenas y rozaban el objeto, y cuando se le ocurrió la grandiosa de dar un saltito para lograrlo, al volver a tocar el suelo su equilibrio se desmoronó y cayó hacia atrás.
PLUMP.
Chayanne siseó al sentir el golpe, mientras los sonidos de alguien caminando le desconcertaron. Volteó a ver a alguien y se dio cuenta que ese alguien estaba sosteniendo a su pequeño patito.
── A la madre. ¿Están lloviendo patos o que pedo? ── El chico de cabellos azabaches y pequeñas alitas amarillentas inspeccionó al animal de juguete, aunque cuando iba a guardarlo, levantó su mirada y notó a Chayanne caminando hacia a él con mirada seria.
