❛❛─ 𝐦𝐨𝐧𝐨𝐜𝐡𝐫𝐨𝐦𝐞.❞ ▸ 𝘫𝘶𝘯𝘩𝘢𝘰 ˎˊ˗

cuatro

con sudor frío en medio de la cama despertó, las sábanas eran un revoltijo entre sus pies y nuevamente una almohada entre sus brazos que lo hizo suspirar con cansancio. ahora, ¿dónde se suponía que estaba su novio? solo eran las tres con cincuenta de la madrugada y nuevamente tenía que ir en busca de junhui, que en sus constantes delirios se escondía en los lugares más pequeños que pueda caber un chico de su talla.

junhui solía no comer, aún cuando él mismo le preparaba el desayuno, el almuerzo y la cena, minghao siempre se ocupaba de dejarlos a las horas correctas sobre la mesa y llamarlo, pero junhui nunca bajaba, siempre se quedaba en la cama llorando o haciendo cualquier otra cosa que implicará lastimarse.

había tenido que esconder utensilios con posibles puntas, espejos o vidrios que pudiera utilizar para cortarse, también las agujas las cuales usaba para pincharse. todo en el sótano bajo llave.

las ventanas se volvieron de un material irrompible solo para que jun no saltará por las ventanas y se lastimará las piernas, los brazos y hasta el cuello.

lejos del ojo y el oido de los demás, recuerda cuando se mudaron, porque más de una vez la policía acudió a su departamento porque los vecinos reportaban golpes y gritos, la mayoría de ellos suponía que era un asesino que llevaba a sus víctimas a su departamento y las torturaba ahí mismo, como todo un jeffrey dahmer. le daría risa, pero tuvo que pasar por muchos interrogatorios, miradas espeluznantes y revisiones a su privacidad. a su novio lo llevarían también a interrogatorios pero casi nunca cooperaba, se mantenía en silencio y miraba un solo punto en la pared.

entonces minghao tenía que aclarar la situación, sacar la documentación del chico y prometer que lo llevaría a un hospital especializado. aunque nunca lo cumplió, no pensaba regresar a jun a un lugar como ese.

minghao suponía que jun había tenido una vida dura, un caso donde un par de negligentes padres sumidos en drogas abusaron de él desde el momento en que respiro, hasta que finalmente fue arrebatado de ese infierno. un servicio infantil en el que tuvo que vivir por un tiempo hasta que lo adoptarán.

en un hogar y un manto familiar al que no estaba acostumbrado, escapó de ahí, viviendo en las calles entre drogas, cayendo en el mismo bucle que sus progenitores.

y minghao, solo cometió el error de enamorarse de una persona completamente rota, a la que le tendió su mano pero también su corazón. a alguien que tenía el delirio de ser golpeado por quién lo había ayudado, de ser violado por quién solo lo quería amar, de ser insultado por quién solo quería su bien.

— ¡junnie! ¿dónde estás?— camino por todo el pasillo hasta las escaleras y notó el sonido como de un cable rechinar al tensarse justo en el pasamanos de la estructura, su corazón comenzó a bombear rápidamente.

bajo las escaleras entre tropiezos esperando que no fuera lo que él pensaba, encendió las luces, con la respiración acelerada llegó al final de las escaleras. lo primero que vió fueron las piernas de jun delgadas como sus brazos los cuales colgaban cerca de su cintura con las manos hechas puño. había un charco de orina bajo él que aún goteaba por uno de sus pies y su lengua entre saliva y sangre sobresalía de sus labios.

minghao no se dió cuenta cuando comenzó a llorar pero su cara estaba húmeda, sentía que no podía respirar como si el cable alrededor del cuello de jun en realidad estuviera en el suyo.

junhui finalmente se había quitado la vida.

junhui escapó, pero al contrario de lo que él creía, no escapó de minghao quien en su mente lo tenía en cautiverio.

sino que, junhui escapó de si mismo y su delirio.