Era un día animado y despejado en el gran país de Floptrópica. Ese día se iba a llevar a cabo uno de los conciertos más importantes del país: el de Raini Rodríguez, quien se encontraba nerviosa haciendo calentamientos vocales en su limusina horas antes del evento.
La reina de los vocales accidentalmente rompió absolutamente todos los cristales del vehículo porque no controló la frecuencia y potencia de sus notas agudas al calentar, pero no se preocupó porque es algo que solía pasar en su vida de artista.
Mientras continuaba, un avión de papel entró por el hueco en el que tenía que estar la ventana, pero no se percató de ello. El avión se desdobló solo y se posó en una pila de papeles que tenía en la mesa.
Se aproximaba el momento de iniciar el concierto, y Raini ya se encontraba en el backstage totalmente preparada con su vestido de lentejuelas rosas, ansiosa por ponerles cara a las miles de voces que vitoreaban por fuera del escenario.
Wanpatan, la organizadora del concierto, salió al escenario para realizar la presentación. Una ola de grandes gritos retumbó el estadio entero que no poseía ni un solo asiento vacío.
— ¡Buenas noches a todos! Wow, sí que está lleno esto. Bienvenidos un año más a uno de los conciertos anuales más importantes de Floptrópica: ¡el de nuestra querida Raini Rodríguez! —presentó Wanpatan mientras las personas presentes en el estadio se desgarraban las cuerdas vocales de gritar tanto.
— Bueno, bueno, bueno... ¡Parece ser que este año tenemos un artista invitado como telonero! O al menos eso es lo que pone en esta nueva página del guión... —dijo mientras colocaba los papeles de su guión confundida.
— Antes de ir con el evento principal, calentemos esas palmas dándole un fuerte aplauso a...— presentó mientras una mujer de pelo oscuro largo, un culo gigantesco y una cara de caballo salía de la nada al escenario pisando fuerte y moviendo las nalgas como si fuese un molino de viento.
— ¡¡Camila Caballo!! —chilló Wanpatan mientras el estadio entero se quedaba en silencio, todos con expresiones de terror y angustia.
Raini, ante esta ocurrencia, salió al escenario tan rápido como una corrida de jugador de petanca.
— ¿¡Qué haces aquí, puta fea!? ¡¡No eres una ciudadana de Floptrópica!! —exclamó Raini, mirando fijamente con desprecio a esos ojos de caballo recién follado.— Efectivamente, Raini. ¿O debería de decir... Sunny? Haghhahah —bromeó la puta culona, mientras la gente literalmente se cortaba el cuello con un cristal de cerveza de botella del putísimo asco. —Bueno, que he venido a este país para hacerles un favor y compartir con ustedes un poco de música fife, que les hace falta después de tanto chino y extra de calorías —exclamó, mirando a Raini con una cara burlona en esta última mención.
— No dejaré que eso pase. ¡Prepárate para sufrir la ira potaxie! —chilló Raini, mientras se sacaba dos katanas del vestido.
— No me asustas, puta chihuahua. Atenta a mi culo —dijo Camila mientras apretaba su pedazo de culo. Estuvo así 10 eternos segundos quieta, todo el mundo observaba con curiosidad por ver qué semejante cosa estaba a punto de hacer. Finalmente, sus nalgas se separaron y de la nada cayó de su ano un trozo de mierda más grande que sus putas piernas.
Semejante monstruosidad cayó como bola de plomo al suelo del escenario, produciendo un hedor mortífero que acabaría hasta con una colonia de cucarachas de Chernobyl. Raini no se lo esperaba, por lo que no pudo evitar inhalar el olor, y se desplomó en el suelo, inconsciente.
La gente entró en pánico, obviamente. No tuvieron otra opción que hacer un círculo de invocación y llamar a la reina del país y diosa del universo: Jiafei, quien acudió a la llamada instantáneamente. Su cuerpo físico se manifestó rodeada de pétalos flotantes rosas y purpurina dorada.
Camila temió por su vida, sabía que esa persona que se acababa de manifestar podía acabar con planetas con tan solo un parpadeo con sus pestañas chinas bombásticas. Jiafei, desafiante pero siempre elegante, se acercó lentamente al escenario mientras Camila Caballo gritaba agonizante.
Finalmente, Jiafei se postró delante de Camila, la miró a los ojos, y con su voz dulce y angelical pronunció la siguiente palabra: muere.
Camila explotó en millones de pedazos, pero antes de que sus restos pudiesen rozar a los ciudadanos potaxies asistentes del concierto, Jiafei los detuvo con su telekineSIS y los fusionó, convirtiéndolos así en un dildo de tamaño promedio potaxie (25cm).Cogió su nueva creación y se la introdujo a la Raini inconsciente por la vagina latina, produciendo así que se curase de todas las bacterias fifes que había inhalado con semejante atentado terrorista. Abrió sus ojos y se levantó más ligera que nunca, como si no pesase 200kg.
Jiafei dio un paso al frente y dijo: —Con este dildo potaxiano anti-fife, podrás liberar tu cuerpo de las toxinas fifes, sentirte como una skinny legend y todo eso mientras te autocomplaces—.
La gente realizó una ovación rompedora. Tan rompedora que explotó el estadio entero, teniendo así que ser aplazado el concierto hasta nuevo aviso.
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Aventuras en Floptrópica
HumorLas aventuras diarias en el país de Floptrópica, en guerra constante con los fifes y Jiafei siendo la diosa suprema.