MY DADDIES. ZOURRY. TRADUCCIÓN.

CAPITULO 58.

Harry durmió en el sofá, tal como lo pidió Louis, para su consternación. Tenía trabajo a la mañana siguiente y ya no parecía un buen día. Dormir en el sofá era lo peor, sin importar cuán caro y sorprendente fuera la sensación de tu sofá.

Zayn dormía acurrucado detrás de Louis, con un brazo alrededor de él y su vientre, los dedos acariciando la piel desnuda estirada sobre sus bebés ligeramente. Louis durmió profundamente, una manta entre sus piernas y otra abrazada a su pecho. Nadie en la casa notó que estaba lloviendo, en realidad comenzó como una llovizna, pero rápidamente se hizo grande, haciendo que los tres teléfonos de la casa vibraran con la advertencia estatal de inundaciones repentinas.

El cielo estaba negro, la luna se escondía detrás de nubes oscuras y retumbantes, y Louis se despertó cuando un fuerte '¡crack!' Sonó a través de la casa, el marco se estremeció ligeramente, luego una luz muy brillante como un relámpago cayó en algún lugar en la distancia. "Z-Zayn", la respiración de Louis se hizo corta y sus manos temblaban cuando se estiró detrás de él para empujar al hombre de cabello oscuro. "¡Daddy, por favor, despierta!" Louis sollozó, las lágrimas se acumularon en sus ojos y luego se deslizaron por sus mejillas.

"¿Qué paso?" Murmuró Zayn, medio dormido, medio despierto. Hubo otro ruido como un crack y luego un estruendo profundo. "Joder," Zayn estaba despierto ahora, tirando del cuerpo tembloroso de Louis hacia el suyo, de atrás hacia adelante. Recordó lo que hizo Harry para calmarlo la primera vez que entró en pánico por una tormenta. La primera noche que estuvo allí, Harry tuvo que acostarse encima de él, como una manta de seguridad ajustada.

"¡Daddy!" Louis gritó, otro profundo retumbar de truenos pasó. Los truenos y los relámpagos estaban muy juntos, lo que indicaba que la tormenta estaba justo encima de ellos y no lejos.

"Shh, bebé. Está bien, está bien", Zayn trató de calmar al hombre embarazado en pánico. Louis se levantó y salió de la cama, arrastrando la manta con él mientras salía de la habitación, con las manos en las paredes. Intentó encender la luz del pasillo pero no funcionó, se había ido la luz y los músculos de Louis se tensaron ante la idea. "Louis, cariño, ¿adónde vas?" preguntó Zayn, siguiendo a su amante embarazado.

Louis cayó de rodillas, con una mano alrededor de su vientre, y la otra se extendió cuando sonó otra explosión, un relámpago iluminó la casa momentáneamente. "¡Páralos!" Louis gritó.

"¿Zayn?" llamó Harry, habiéndose despertado. La lluvia golpeaba la casa con fuerza, haciendo casi imposible ver por las ventanas.

"Está teniendo un ataque de pánico o algo así, Harry", respondió Zayn, arrodillándose al lado de Louis, quien sostenía la manta contra su cuerpo. Estaba temblando mucho y tenía los ojos cerrados con fuerza. Sus labios estaban blancos y las lágrimas caían por sus mejillas y goteaban por su barbilla. "Ven aquí bebé, vamos a llevarte con Daddy ¿sí?" Zayn preguntó levantando a Louis, pero cuando el hombre no se movió, puso un brazo debajo de sus piernas y lo cargó, estilo nupcial, a la sala. Louis era pesado, sí, pero Zayn culpaba a los bebés que crecían en él.

"Aquí, en mi regazo", le dijo Harry a Zayn, extendiendo los brazos hacia Louis. Zayn lo bajó y Harry no tardó mucho en arrugar la nariz. "Louis, ¿te orinaste?" Harry le preguntó al niño sollozante, quien solo negó con la cabeza. Harry se pasó una mano por la espalda, alcanzando su teléfono que se había estado cargando sobre la mesa. Gracias a Dios que la tormenta comenzó tan tarde o de lo contrario Harry tendría un teléfono muerto. Encendió la aplicación de la linterna y alumbró el cuerpo de Louis.

"Es eso-, llama a una ambulancia", Zayn tocó el muslo desnudo de Louis, justo debajo de sus pantalones cortos azul claro... ahora púrpura.

"¿Qué pasa Daddy?" Louis se obligó a abrir los ojos para mirar hacia abajo. Tenía los muslos pegajosos y húmedos por la sangre seca, los calzoncillos empapados. Sus ojos se abrieron de par en par justo cuando otro episodio de trueno sacudió la casa, causando que Louis cerrara los ojos con fuerza otra vez. Esta vez la tensión en su estómago no era porque él lo hiciera, era bajo y en su espalda, muy doloroso. "¡Ah!" Louis gritó, las manos yendo a su vientre. Sintió que la bilis subía por su garganta y se apartó de Harry justo a tiempo para volar la cena de la noche anterior por toda la alfombra.