"EVERY DAY IS MY LUCKY DAY"

Capítulo 1 un nuevo alumno

Hola bueno esta es mi primera historia y bueno no daré tanta charla o texto y.... ¡Ha! Seme olvidaba si ven algo que no cuadre por qué puede ser háganmelo saber y pues nada los quiero preciosos ❤️

May, una chica de carácter frío y amargo. Era una estudiante de la Escuela Pokémon, pero a diferencia de sus compañeros, ella prefería mantenerse apartada. Siempre se sentaba en el último pupitre del aula, mirando por la ventana con la mirada perdida.

May llevaba consigo una carga emocional difícil de comprender para los demás. Su actitud seria y distante era una muralla que protegía su corazón herido. Había vivido pérdidas y desilusiones en el pasado, lo que había endurecido su espíritu. En lugar de dejarse llevar por la emoción y la camaradería, optó por el aislamiento y la soledad.

Mientras observaba el paisaje exterior, May veía cómo los demás estudiantes compartían risas y momentos especiales. En su interior, sentía envidia de su capacidad para conectarse con otros y disfrutar de la vida. Sin embargo, sus miedos y la desconfianza hacia los demás la mantenían alejada.

Un día, en medio de la rutina escolar, la directora de la escuela anunció la llegada de un nuevo estudiante. Todos los ojos se posaron en la puerta, esperando con curiosidad al chico que daría un nuevo giro a sus vidas.

Con paso seguro y una sonrisa enérgica, el chico hizo su entrada en el aula. Era Ash, un joven de espíritu aventurero y actitud llena de entusiasmo. Sus ojos brillaban con la pasión por los Pokémon y un deseo ardiente de "aprender".

La directora presentó a Ash a toda la clase, destacando su experiencia en viajes y sus logros en la captura y entrenamiento de Pokémon. Mientras tanto, May se mantuvo inmutable en su asiento, sin mostrar ningún interés en aquel chico nuevo.

Ash, sin embargo, no se dejó intimidar por la actitud seria y sumamente difícil de entender de May. Con determinación, se acercó a ella y le extendió la mano en un gesto amistoso. "¡Hola! Soy Ash. Me encanta conocer a nuevos amigos y compartir aventuras Pokémon.

May, con su expresión indiferente, apenas dio una mirada fugaz a Ash y no respondió. Su muro emocional era impenetrable, y la llegada de Ash no lograba llamar ni tan siquiera una pizca de su atención.

Aunque May no le mostró interés en lo más mínimo, Ash no se rindió. Sabía que detrás de su actitud fría y distante había una historia que aún no conocía. Decidió ser paciente y darle tiempo a May para que, poco a poco, se abriera a la posibilidad de una amistad inesperada.

A pesar de la llegada del nuevo alumno a la Escuela Pokémon, May se mantuvo indiferente. Su actitud seria y su dificultad para entenderla no despertaron ningún interés en ella. Continuó sentada en su pupitre, observando el paisaje exterior con la mirada perdida.

El chico nuevo, llamado Ash, era extrovertido y amigable. Trataba de entablar conversaciones con los demás estudiantes, pero May parecía inmune a sus intentos de acercamiento. No importaba cuánto intentara Ash romper el hielo con May, ella se mostraba distante y poco receptiva.

A medida que pasaban los días, Ash notaba la barrera invisible que May había construido a su alrededor. Sin embargo, en lugar de rendirse, decidió ser persistente y comprenderla mejor. Observó cómo May solía llevar consigo un libro de coordinadoras pokemon y esto se dio cuenta de que tal vez esa podría ser una manera de acercarse a ella.

Una tarde, nublada, Ash se acercó a May y le mostró un pequeño detalle

May miró sorprendida el pequeño detalle era un moño azul que Ash le mostraba. No podía evitar sentirse intrigada por su gesto inesperado. Aunque seguía siendo cautelosa, algo en su interior le hizo considerar la posibilidad de que Ash realmente se preocupaba por comprenderla.