El omega estaba durmiendo plácidamente en la cómoda cama y en las suaves cobijas. Se volteó hacía el lado izquierdo y se acomodó gustosamente en la cama.
De repente, las cortinas se abrieron, haciendo que la luz del sol pegara contra su rostro con gentileza, logrando que despertara de a poco en poco. Cuando abrió los ojos por completo, miró hacía la ventana y contempló la hermosa vista que ésta le daba.
El clóset se abrió solo. Giró su cabeza, dirigiendo toda su atención al mueble. Unas prendas de ropa salieron de allí y se pusieron enfrente de él. Era una camisa holgada de color rojo. El material era seda, seda fina y suave. Al final de las mangas llevaba encaje blanco, al igual que en el cuello, junto con unos pantalones ajustados de color negro que llegaban hasta arriba del ombligo.
¿Se asustó? Sí. Pero después de recordar todo lo que pasó en la noche se calmó. Aunque no dejaba de serle extraño y de provocarle cierta intranquilidad. No todos los días veías objetos moverse como si tuviesen vida propia. Daba algo de miedo.
El chico agarró las prendas que se le eran mostradas y las dobló, dejándolas alado de él. El clóset se cerró y las puertas de la habitación se abrieron, haciendo que levantara la mirada y viera a la persona que ingresó al cuarto.
— Despertaste. —Sonrió el alfa.
— No... ¿Como crees?, estoy sonámbulo. —Le respondió sarcásticamente.
El peli negro rió y cruzó sus brazos—. La puerta que ves allí lleva a un baño. Ve a ducharte y después te vistes para venir a desayunar. Pero asegúrate de darte prisa.
— ¿Porqué necesito apurarme?
— Tengo planeado mostrarte el palacio lo más pronto posible, esa es la razón. —Contestó.
— ¿Y también responderás las preguntas que tengo respecto al reino? —Miró fijamente al contrario.
— Por supuesto, pero iremos por partes. Primero te bañaras, arreglaras, comerás tu desayuno, te daré el recorrido por el palacio y al final me preguntarás todo lo que quieras saber.
— Bien. Me parece bien. —Asintió con la cabeza.
— Entonces te dejaré a solas. Te espero en el comedor, si te pierdes puedes pedirle ayuda al palacio. —Se retiró de la habitación y las puertas se cerraron detrás de él.
Jungkook se destapó de las cobijas y se levantó de la cama, para después ir a la puerta en donde supuestamente estaba el baño. Tomó la perilla y la giró hacía la derecha, abriendo la puerta e ingresando al baño.
Una vez estando en el baño, observó el diseño y todo lo que contenía el baño. Era un hermoso baño, preciosas decoraciones. Muy elegante todo, y a simplemente vista se notaba lo caro que era ese baño. La tina por fuera era de porcelana negra con detalles de un material dorado, que posiblemente y era oro. Por dentro era blanco y vaya que era lo suficientemente grande como para que dos personas estuvieran allí sin problemas.
Tenía un tocador de madera blanca con espejo, encima de el habían perfumes, cremas y entre otros objetos más que servían para arreglarse.
La habitación era alumbrada por ventanas enormes. Las ventanas daban una linda vista al exterior. Se acercó a la tina y ésta estaba llena de agua caliente.
— No estaba llena cuando entré... ¿En que momento? —Extrañado, tocó del agua y ésta estaba en temperatura perfecta.
Sin darle más importancia, el peli marrón empezó a quitarse la ropa que usó para dormir y la dejó en una canasta que se encontraba alado de la tina. Ya estando completamente desnudo, se metió al agua y se relajó en ella, recargando su espalda en la tina.
ESTÁS LEYENDO
Reino Maldito. | KTH + JJK (omegaverse)
Fanfiction❝ Soy Kim Taehyung. El príncipe maldito. ¿Y usted, omega de rostro divino? ❞ Donde Jungkook es un omega que ingresa a un palacio "abandonado" y embrujado. Y Taehyung, un príncipe alfa que vive allí solitariamente debido a que todos le temían por est...