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Un día como cualquier otro, soleado y con cielo despejado

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Un día como cualquier otro, soleado y con cielo despejado. Las risas de los niños que jugaban entre ellos, divirtiéndose sin cesar. Dulces cantos de pájaros y el sonido de la brisa del aire chocando con las hojas. Todos caminaban tranquilamente y disfrutaban del día con sus parejas y amigos.

Un chico de 22 años, con cabellos cafes y piel clara, que vestía de una playera delgada de color crema y pantalones marrones de campanilla, que le llegaban lo bajo de las rodillas, caminaba tranquilamente por su querido pueblo. Iba de camino a su casa, en donde su padre esperaba su llegada.

Paró su camino y volteó su cabeza hacía la izquierda a lo que era un callejón levemente oscuro. Vió como un chico de su misma edad sujetaba a la fuerza a una chica peli roja y como la misma trataba de alejarse de él y salir corriendo, pero aquel hombre no la dejaba y le ganaba por mucho en fuerza.

Furioso fue a donde se encontraban los dos y se dirigió al chico, que por su aroma distinguió que era un alfa. Lo tomó fuertemente del brazo y lo obligó a soltar a la muchacha.

- Vete. - Miró a la chica. Ella le agradeció y salió corriendo.

- Quien te crees? - Lo miró furioso.

- Lo mismo te pregunto. ¿Quién te crees para atacar a personas?

- Atacar? - Bufó -. Yo no la estaba atacando, yo estaba reclamando la como mi omega. Cosa que no era de tu puta incumbencia.

- Y ella quería ser tu omega? - Alzó una ceja.

- Si quería o no, no importa. - Se zafó del agarre de el omega -. Ahora, si me lo permites, iré tras esa omega peli roja.

El chico con total confianza le dió la espalda al contrario, pero fue agarrado fuertemente del hombro y girado, viendo el rostro molesto de el peli marrón.

- Tú no irás a ningún lado. Vas a dejar a la chica en paz y de favor te pierdes de la vista de todos, por que a nadie de aquí le agradas.

- No me digas que hacer! Reconoce tu lugar, omega.

- Yo conozco muy bien mi lugar.

- Entonces, ¿que haces aquí? Si tanto conocieras tu lugar estarías en la casa haciendo el desayuno o sirviendo de agujero para los alfas. - Rió.

Jungkook frunció el ceño, ese era el tipo de alfa que detestaba con toda su alma. Lamentablemente habían muchos alfas que actuaban y pensaban de esa manera. Pero él JAMÁS iba a dejarse tratar así por nadie.

Agarró el brazo de el alfa, lo giró y lo puso detrás de su espalda, haciendo una llave dolorosa. Al tenerlo de esta manera, lo empujó contra la pared y su rostro quedó pegado en ella. El chico daba quejidos y gritos por el dolor.

- Escúchame bien, pedazo de mierda repugnante - Hizo más presión contra el cuerpo de el otro -. Que te quede claro: nosotros los omegas somos personas, no objetos ni agujeros para rellenar de líquidos blancos. Servimos para muchas cosas, al igual que los alfas y hasta más. No somos inservibles, nosotros no somos los que no son capaces de hacer un simple sándwich o de sacudir el polvo. Esos son ustedes, que dependen de que un omega les haga todo.

Reino Maldito. | KTH + JJK (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora