Todo mi amor (Creepypasta Pokémon).

Todo mi amor

¡Ah!, ¡cómo es posible que sea tan perfecta!

Me encuentro deleitándome observando una imagen suya en soledad. La encuentro hábil y graciosa, desbordante de energía y luz. Vivo en mi propio corazón, que no late más que por ella y para ella. Y sin embargo, cada día es como un tormento. Vivo separado de lo que más amo, de lo que me da vida, de lo que me da fuerza. Una pared invisible, y sin embargo, tan gruesa, me aleja de ella, que es la reina de todas las gracias, la dueña de mis pensamientos, de todos mis sueños e incluso de mi erotismo mismo. 

Estoy convencido de que este amor que tengo hace mucho pasó ya lo convencional, lo "normal", por así decirlo. Nadie necesita decírmelo, pues yo lo sé bien. Estoy harto de esa gente en Reddit y foros que se siente mejor que yo porque van detrás de mujeres de carne y hueso. Se ríen de mí; se burlan de lo que me hace feliz. Y sin embargo, yo soy quien no los entiende ni un poco. Es decir, ¿qué tienen ellas de especial? Las mujeres son interesadas, egoístas, mentirosas y manipuladoras. Su amor es sinónimo de vicio y vacío. Tienen la idea que uno debe darlo todo, tener un buen trabajo, un buen cuerpo, estudios, autos, dinero y mil cosas para poder tenerlas. ¿Y ellas qué te ofrecen a cambio? A ellas mismas, claro. Se tratan como si fueran un premio, condicionando su cariño al poseedor de la cartera más gorda. ¡Me dan risa! Creen que pueden manejarnos a su antojo con un par de tetas. ¡No tienen nada de especial! A mi parecer son un cáncer; un mal que Dios envió a la tierra para castigarnos; un incordio necesario solo para la reproducción. Son incapaces de aceptar un error o una crítica; son hurañas, falsas y tontas; son indecisas y arrogantes. Y sobre todo, ¡huelen tan mal! ¡Más de una vez he tenido que cubrir mi nariz en el metro al sentarme junto a una! Hay entre ellas quien no conoce lo que es el jabón, y hay otras que abusan de los perfumes para intentar inútilmente ocultar su peste natural, pero solamente consiguen un olor similar al de un antro repleto de escoria. ¡Me dan asco en verdad!

Por eso la prefiero a ella. Su imágen está ahora delante de mí como el único consuelo a estas largas horas de soledad que aquejaban mis días. Ella que es pura y perfecta, y cuyo amor no se condiciona a mi físico, o a lo gorda que esté mi cuenta en el banco; quien me ama por ser yo, y por ser lo que soy; quien sujeta mi mano en las frías noches y calienta mi cuerpo; una luz para mí en la oscuridad que brilla cuando todas las demás luces se han apagado; quien me cuida y me guarda como la más valiosa de las joyas, pues nuestro vínculo es mutuo y sin falsedad. Ella jamás me ha mentido y estoy seguro que susurrará a mi oído siempre la verdad. ¡Oh, amada mía!, ¡ardo de amor por ti! Invoco ahora su nombre y su solo sonido me causa estremecimientos que mueven las más íntimas fibras de mi alma.

Cada día estoy más convencido de que lo que yo busco no está aquí, sino junto a ella, y por más que intenten convencerme de lo contrario, nunca abandonaré estas ideas. Defenderlas no ha sido sencillo, pues me han costado trabajos, relaciones, a mi familia y amigos; cada que alguien intentaba disuadirme de mi amor, me veía obligado a poner distancia de por medio. Es así como he llegado a esta soledad, donde solo ella y yo estamos en armonía y entera paz. 

Recuerdo como si hubiese sido ayer la primera vez que la vi.  Fue en un videojuego que me compraron cuando era adolescente. ¿Tonto, no?  ¡Quién iba a pensar que con esos gráficos tan simples y ese modo de juego cambiaría mi vida para siempre! La atrapé en una de sus primeras formas, como un simple Ralts. Al ver su pequeño cuerpo, no supe si estaba cubierto por un vestido blanco o si realmente el vestido blanco era su cuerpo. Sus ojos estaban ocultos detrás de su cabello verde y corto, unos ojos inocentes de pupila roja. Fue algo efímero, pero sentí que algo en mi pecho se activaba.

Luego conforme más jugaba, Ralts sufrió un cambio. En el nivel 20 su cuerpecito "infantil" por así llamarlo, se volvió el de una adolescente. Su vestido se volvió faldita; sus piernas crecieron y caminaba de puntitas, como graciosa bailarina. Lo que más amé fue que su rostro ahora estaba descubierto y esos ojos que me habían cautivado, ahora podían mirarme. Fui muy feliz al lado de Kirlia.