¿Por qué tenía que regirse por lo que los demás quisieran? ¿Por qué tenía que importarle lo que los demás pensaran de él? ¿A caso no tenía decisión propia?
Kim Seok Jin no pensaba como su tía, él veía la vida de otra manera y esa manera no era segui...
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¡Dios! El día había llegado al fin, Seok Jin se estaba alistando esa mañana para visitar a su hermano en la casa de la familia Jeon aprovechando que la cafetería de Lisa no abriría ese día, planeaba pasar el día con su hermano o al menos eso tenía en mente antes de que la señora Jung le llamara para decirle que se podía empezar a mudar ese mismo día, sus hijos la habían ido a recoger después de una semana de espera y solo necesitaba que él pasara un momento a la casa para entregarle las llaves y firmar el documento de propiedad como constancia de que la casa le había sido vendida de manera legal.
Se termino de vestir de manera rápida antes de bajar las escaleras ignorando como siempre a su tía, lo menos que necesitaba esa mañana tan especial era arruinarla con algún estúpido comentario de esta.
No dispuesto a perder mucho tiempo Jin tomo un taxi y le dio la dirección de la casa al conductor, treinta minutos después se encontraba en la sala del lugar firmando los documentos y recibiendo las llaves de su ahora nueva casa, la señora Jung lo abrazo y le deseo suerte antes de subir a un auto blanco que la estaba esperando pues la señora se había quedado en la casa solo para entregarle la llave y firmar los papeles antes de marcharse.
Seok Jin observo a su alrededor sintiéndose verdaderamente feliz, al fin su hermano y él tenían un lugar propio al cual llamar hogar, los muebles eran algo viejos pero les servirían por el momento, recorrió la casa para asegurarse que todo estaba bien antes de salir del lugar para dirigirse a la casa de su tía donde empacaría las cosas de Jimin y las suyas antes de pasar a buscar a su hermano a la casa de la familia Jeon, esa misma noche dormirían en su propia casa.
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Cuando Seok Jin llego a la casa de su tía esta estaba totalmente dormida en el sofá por lo que al menos no tendría que responder al interrogatorio que siempre le formaba cuando salía y no le decía a donde iba, eso era todos los días. Sin perder más tiempo Jin subió las escaleras y entro a su habitación, tomo la misma maleta con la que ambos llegaron el primer día que pusieron un pie en esa casa, doblo de manera correcta la ropa de su hermano y luego la suya antes de tomar los libros y las cosas de estudio de su hermano para meterlas en la mochila que solía llevar al trabajo, quería empacar todo de una sola vez para no tener que dar dos viajes y ver a su tía, si esta no se enteraba de su ida seria muchísimo mejor.
Con todo listo Seok Jin coloco la llave de la habitación en la mesita de noche y salió con la mochila en su espalda y la enorme maleta en su mano, bajo las escaleras decidido a salir de esa casa y no volver a regresar en lo que le quedaba de vida, lastimosamente eso se vio interrumpido por su tía que lo observaba desde la puerta de la cocina con el ceño fruncido.
--¿A dónde crees que vas con esa maleta mocoso? –Pregunto la mujer obviamente confundida-
--Te estoy cumpliendo tu mayor deseo en estos momentos –dijo Seok Jin con su rostro serio- muchas veces me corrías de tu casa, ahora estarás feliz al saber que me largo de ella para siempre.