¿Por qué tenía que regirse por lo que los demás quisieran? ¿Por qué tenía que importarle lo que los demás pensaran de él? ¿A caso no tenía decisión propia?
Kim Seok Jin no pensaba como su tía, él veía la vida de otra manera y esa manera no era segui...
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Era ya la quita vez que Seok Jin observaba el reloj de la pared desesperándose cada vez más porque las horas no pasaban rápido, el día anterior había acudido a una clínica donde se realizo todos los exámenes necesarios para mostrárselos al señor RM y así poder pasar a la segunda fase del trato.
Ya había limpiado la casa de arriba abajo, los platos habían sido lavados más de tres veces y la ropa ya estaba prácticamente seca, toda la fruta del comedor estaba limpia al igual que cada foto y figura coleccionable perteneciente a su hermano, agradecía el encontrarse solo en la casa ya que Jimin se encontraba en sus clases de baile contemporáneo en compañía de Yoongi, a veces Seok Jin se preguntaba si ese hombre no tenía nada que hacer aparte de estar todo el día con su hermano.
Reviso una vez más su correo en la portátil que se encontraba abierta enfrente de él y casi se cae de la silla al observar el correo proveniente de la clínica donde se había realizado los exámenes, él estaba más que seguro que saldría limpio pues tenía meses por no decir año y medio sin ningún contacto intimo con alguna persona, el desespero se debía a la ansiedad que lo estaba matando por poder enviar ese mensaje que pondría fecha y hora a la posible creación de un hijo, uno que podría llevar en su vientre, uno al cual sentiría crecer día con día, uno que sentiría moverse y solo esos pensamientos lo colocaban más ansioso.
Leyo detenidamente los exámenes y sonrió al terminar de leerlos, todo estaba en orden y por alguna razón se sentía emocionado, busco rápidamente en su teléfono el número del otro involucrado y envió el mensaje que tanto había anhelado.
Hola señor RM, soy Seok Jin el hombre que le pidió el servicio especial. Le escribo para informarle que ya tengo los resultados de los exámenes yme gustaría poner fecha y hora a nuestra reunión.
Seok Jin leyó dos y hasta tres veces el mensaje y seguía sin sentirse satisfecho con el resultado, le parecía demasiado formal.
--Bueno es que esto es un servicio idiota –se dijo a si mismo antes de enviarlo- esperemos que sea inteligente y se acuerde de mí.
No dispuesto a observar su teléfono como novio enamorado se coloco de pie dejando el celular en la mesa y se dirigió a su habitación, tomaría un baño y se tomaría su tiempo para consentirse como hace algunas semanas no lo hacía.
No sabía cuánto tiempo había pasado cuando salió del baño con una toalla atada a su cintura y con otra secaba su cabello mojado, se dirigió a su tocador donde tenía sus productos de cuidado personal y tomo su crema corporal favorita, esta tenía un rico olor a fresas. Su piel era sensible y agradecía que al fin pudiera cuidar de ella como correspondía, cuando vivía con su tía no podía tener ese tipo de detalles porque tenía que ahorra todo dinero que era colocado en sus manos, las cosas habían cambiado para bien en la vida de ambos y esperaba seguir de esa manera.
