¿Por qué tenía que regirse por lo que los demás quisieran? ¿Por qué tenía que importarle lo que los demás pensaran de él? ¿A caso no tenía decisión propia?
Kim Seok Jin no pensaba como su tía, él veía la vida de otra manera y esa manera no era segui...
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A pesar de la edad que tenia Seok Jin era capaz de contar las veces que había sido besado de esa manera tan apasionada con una de sus manos y aun así le sobrarían dedos, su vida había girado siempre alrededor del trabajo y de su hermano menor por lo cual su vida amorosa había quedado en un último plano, ahora en esos momentos mientras su boca era devorada por esos labios tan carnosos y experimentados sabia que habían muchas cosas de las que simplemente se había perdido en todo ese tiempo, su cuerpo se estremecía de emoción y sus piernas temblaban cual gelatina.
El beso a pesar de ser caliente aun era simple, sus lenguas no habían entrado en contacto y eso lo tenía algo frustrado, él quería acariciar la lengua contraria con la suya, explorar el interior de la boca contraria y deleitarse con su sabor embriagador. Tomando algo de valor mordió con algo de fuerza el labio inferior de Namjoon, este jadeo gustoso y abrió su boca dejando así que la lengua contraria invadiera su cavidad bucal, una corriente de excitación recorrió ambos cuerpos haciendo estremecer cada fibra nerviosa.
Las manos grandes de Namjoon se posicionaron en la cintura de Jin una vez coloco las copas sin romper el beso con algo de torpeza sobre la mesita, sus manos ascendieron por debajo de la camiseta tocando la piel suave y calidad del peli-gris hasta llegar a esos suaves botoncitos de carne que se irguieron cuando los acaricio con los pulgares, un jadeo salió de los labios de Jin y sus ojos se cerraron fuertemente mientras rompía el beso, quería controlarse, se estaba comportando como un adolescente hormonal y esa no era la idea.
--¿Qué pasa? –Pregunto Namjoon con su respiración agitada, la excitación ya se podía notar en sus pantalones y no creía que el hermoso chico entre sus brazos quisiera colocarle fin a su encuentro aun-
--Necesito calmarme –fue lo único que Seok Jin encontró coherente para decir-
--¿Por qué abrías de hacerlo? –Pregunto arqueando una de sus cejas- no hay motivos para que frenes lo que sientes, solo déjate ser en mis brazos Seok Jin, dale rienda suelta a esa pasión que te recorre por completo pero que tú te empeñas en reprimir.
Seok Jin se permitió abría sus ojos para observar detenidamente los ojos contrarios, estos no mostraban ira o desagrado, todo lo contrario a lo que espero encontrar, lo único que podía observar con una gran claridad era el deseo ardiente que Namjoon estaba controlando solo para calmarlo a él.
Dispuesto a olvidar todo por unas cuantas horas Seok Jin se arrojo de nuevo a los labios ajenos fundiéndose en otro beso apasionado sin ninguna restricción, deseoso por más contacto que al principio de un movimiento rápido se coloco ahorcajadas sobre Namjoon sintiendo claramente su miembro erecto en su trasero.
Las manos de Namjoon se encargaron de quitar su molesta camisa arrojándola a algún lugar de la habitación, antes de introducir sus dedos en su cabello suave, los chasquidos se podían escuchar en el lugar al igual que sus respiraciones agitadas, sus caderas empezaron a moverse por voluntad propia de adelante hacia atrás creando una fricción placentera pero de igual manera tortuosa, deseaba sentirlo dentro de él pero aun era muy pronto.
