12 - ¿Como lo superamos?

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Arlet...

Perder un hijo no tenía explicación, no había palabras en el mundo que llenen este vacío.

Pero el mayor vacío era ver como la persona que me daño podía morir, mi familia estaba desmoronandose poco a poco.

La fuerza en mi no eran suficientes pero, tenía que vivir, resistir por aquel angelito que ahora se hacía a mí lado durmiendo.

Era una escena muy vacía, mi niña estaría a su lado. Solo necesitaba levantarme y recuperar a mi familia.

Debía ser fuerte por ellos y por mi pequeña ángel en cielo, necesitaba perdonarlo pero, no podía, no ahora.

La puerta es lentamente abierta interviniendo la lectura de Scott hacia mí y mi hijo a quien deje de prestar atención pocos segundos después que empezó.

Su cuerpo ligeramente moribundo, sus ojos rojos e hinchados, su piel seca, las ojeras muy abundantes.

Su mirada se clavaba a la mía como la primera vez que nos conocimos, se lamentaba, sabía que lo hacía, sabía que le dolía tanto como a mi.

Deseaba, anhelaba odiarlo pero, no podía, no me lo permitía  mi corazón me gritaba que me callara, mi mente me obligaba a despreciarlo.

El ambiente se vuelve tenso la mirada de Scott entre los dos, mis ojos se cristalizan involuntariamente.

Aun que un lado de mi quería golpearlo, patearon, escupirle, el otro solo quería refugiarse en sus brazos y que sanara el dolor dentro de mi como muchas noches.

¿Como superabamos la muerte de nuestra hija?

— Hermano.. — se pone de pie para caminar hacia él y ayudarlo a caminar hacia adentro.

Una mano en su abdomen por su dolor seguramente, por todo el lavado en su estómago, el ligero cojeo.

Su estúpida decisión de querer matarse, sus impulsos que odiaba y que hicieron este maldito momento un infierno.

Scott trata de sentarlo en el sofá donde él mismo se encontraba leyendo pero, su dura cabeza hace que se niegue.

Me mira, una mirada que me mata tan hacia adentro, traspasaba mi alma con cada pestañeo de dolor.

El sabía lo que se sentía y sabía que se odiaba y le podía doler más, mi orgullo era grande, quería ser indiferente pero, necesitaba de él.

Necesitábamos curar nuestro dolor.

— Chris.. — suelto con dolor mientras mi llanto baja cada vez más.

Sus ojos no aguantan y expresan su dolor, su cuerpo lo delata haciéndolo caminar a mi con una dificultad hasta caer en mis brazos como yo el los suyos.

Me refugio tanto, lo abrazo con toda la fuerza que mi cuerpo puede tener ahora.

— Dámelo — pide con dolor su ronca voz — dame todo tu dolor, yo aguantaré. Yo lloraré por ti.

Mi corazón se quiebra aun más. Solo lo abrazo con fuerza, aferrándome a su pecho.

— ¡¡Ahh!! — grito con todo el dolor que a ocasionado su muerte.

Me sujeta hacia él llorando junto a mí, lo odiaba pero, lo necesitaba.

Chris...


Sufrir era un horror en tu interior pero  ver sufrir a la mujer que amas te rompe en mil maneras y si fuiste tu el causante de esa herida te mata lentamente.

No sabía cómo curar sus heridas, como sanar su corazón y alma.

Ahora y siempre me sentiré culpable por cada lagrima que a salido de sus bellos ojos.

La puerta se habré viendo entrar a mis hermanas, ellas que adoraban tanto a mi esposa.

Estaba a su lado, descansaba recostada en mi pecho, madre y Scott se ponen de pie.

Y cuando voy a pedirles que se vallan unos pares de ojos azules junto a una sonrisa corren hacia adentro de la habitación.

Termino por limpiar mi rostro y ella forma la misma acción, era hora de hacer lo mejor que sabíamos hacer. Actuar.

— Tía Arlet.. — el pequeño más grande llega a nosotros para abrazarnos siendo seguido por su hermano menor.

Ambos nos miramos, me asiente y desborda una sonrisa para recibirlo en brazos con mayor fuerza.

— Mis pequeños traviesos..

— Morían por verlos — Carly nos cuenta con una sonrisa, pues no entendía el dolor que pasaba en nuestra familia porque aún aún estábamos listos.

— Querida será mejor..

— Esta bien. — su voz interrumpe a mi madre y sus intensiones de protegernos de ese momento doloroso — déjenlos, ellos querían venir y yo quería verlos.

Mi madre me mira y asiento para seguir a su lado.

— ¿El es tu hijo? — la curiosidad de mi sobrino menor aparece al ver a nuestro hijo en su cuna.

— Así es.

— ¿Como se llama?

El dolor que sentíamos nos había consumido tanto que no logramos decidir eso tan importante.

La miro dejando que con toda la libertad tome su decisión. Ella era la más fuerte de los dos.

— Christopher — resuena en la habitación, mi sorpresa es mayor. En el tiempo de su embarazo no habíamos tomado la decisión de nombres para él, sin embargo ella no pudo darme de regalo un bebe sino que ponerle me nombre.

No la merecía y esto me hacia sentir aún más mierda.

— Su nombre es Christopher Jr. — su rostro angelical sonríe para ver a su primo.

El ceño fruncido del mayor se fortalece para voltear a vernos y aun que no quisiera era inútil impedir lo que vendría ahora.

— ¿No eran gemelos? — su pregunta silencia todo a nuestro alrededor, la tensión en el ambiente vuelve de golpe — ¿Donde esta ella?

— Tengo hambre — revela mi hermano en voz algo alta acercándose.

— Yo igual — intento ayudarlo.

— Aún sigue aquí.. — su voz lo nos calla, la mito y sus manos aún están en su vientre abultado que cada vez se iba desinflamando.

— ¿Por que no sale? — se acerca para tocarlo — ¿No quiere?

— Aún le falta crecer un poquito. Pronto la veremos.

Le sonríe y él también, Shanna y Carly se acercan sin entender. Comienzan a crear de tema.

La veo y sus ojos eran la ventana de su dolor, soltando una lagrima beso su cabeza para abrazarla.

Ellos siguen a nuestro lado por unas horas hasta que se van. Venían seguido a querer llevárselo pero verla a forrarse a nuestro hijo como si fuera a perderle me destrozaba.

Le pedí a Scott que pagará todo el dinero que fuera necesario para que nuestro hijo no se aleje de ella.

Todo debía cambiar y me encargaría de eso.

Bureman... 🥀

Obscura Obsesión | Chris Evans - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora