Mi razón para cazar

Capítulo 13

JUNGKOOK

Jalo a Jin contra mí una vez que estamos solos dentro de mi RV. Un escalofrío me recorre cuando su vientre toca el mío. Todavía me cuesta entender que mi bebé está allí, acurrucado seguro y cálido. El embarazo de Jin ha sido increíblemente rápido, así que tuve que prepararme rápidamente para convertirme en padre.

Tal vez sea mejor así. Menos tiempo para pensar demasiado las cosas.

Sus dedos juegan a través del cabello en la parte de atrás de mi cuello antes de tirar de mí hacia abajo para besarme. Dejo que me guíe, abriendo mis labios para él cuando siento su lengua presionar contra la comisura de mis labios. Un gemido sale de mi garganta cuando nuestras lenguas se tocan. Un escalofrío me recorre por la ferocidad del beso de Jin. Por lo general, es tan amable conmigo, asegurándose de que estoy bien. Me hace feliz saber que confía en mí lo suficiente como para tomar exactamente lo que quiere, sabiendo que le pediré que disminuya la velocidad si lo necesito.

—Quiero decirte algo, —susurra Jin contra mis labios. Me ayuda a quitarme la camisa, sus manos recorren mi tonificado pecho y estómago.

—Cualquier cosa.

—Te amo.

La sorpresa se precipita a través de mí antes de que me caliente por completo. Una sonrisa divide mi rostro tan ampliamente que me duelen las mejillas. Santa mierda. Por supuesto que amo a Jin, cómo no iba a hacerlo. Pero me abruma que de alguna manera él pueda amarme de vuelta.

—Yo también te amo —digo de inmediato, tomando su rostro suavemente entre mis manos. Beso su nariz y él sonríe. —Te amo mucho. Te amo a ti, a JJ y a nuestro bebé.

Nos besamos de nuevo y esta vez es mucho más suave.

—Tengo una cosa más, —dice con una risa cálida. —Quiero que seas mi compañero, Jungkook. Estoy listo para finalmente dar ese paso.

—¿Estás seguro?

—Sí, —dice de inmediato, asintiendo con la cabeza. —Confío en ti, Jungkook. Sé que me protegerás y me empujarás y te asegurarás de que JJ y este bebé estén bien. Te amo, Jungkook. Te quiero como mi compañero.

—Entonces haremos que suceda. Pero tendrás que hablarme de ello.

—Por supuesto, —dice Jin, sus manos se aprietan alrededor de mis muñecas. —Estoy feliz de hablarte de todo.

Rápidamente nos quitamos la ropa, nuestras manos se acarician y nuestras bocas encuentran la piel del otro. Todo se siente elevado, electrificado por la emoción ahora que hemos declarado nuestras intenciones. Voy a ser el compañero de Jin.

Jin se acuesta boca arriba, con los muslos abiertos para mí. Sonrío ampliamente mientras me acuesto boca abajo entre sus piernas abiertas.

—¿Está bien? —Le pregunto, haciendo mi plan muy obvio. Se lame los labios, mirándome con ojos llenos de lujuria, asintiendo con la cabeza.

Con permiso, tomo su polla en mi boca. La sensación contra mi lengua hace que mi propia polla palpite. Me encanta esto. Amo el sabor, amo la sensación, amo lo poderoso que me hace sentir complacer a Jin de esta manera.

Un gemido resuena en la habitación y apenas me abstengo de sonreír. Al mismo tiempo, llevo mi mano a su trasero, girando mi dedo alrededor de su agujero húmedo. Se retuerce, rogando en silencio por lo que quiere y por supuesto se lo doy.

—¡Jungkook! Oh, mierda —jadea Jin mientras lo acaricio, tomándome mi tiempo y asegurándome de que esté bien y listo para mi polla. Solo he tenido sexo durante unos meses, pero me gusta pensar que aprendo rápido y Jin lo hace fácil y divertido, siempre dispuesto a tomar las cosas tan rápido o tan lento como lo necesite.