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Habían pasado los días y en cada una de nuestras presentaciones mi mirada siempre lograba conectar con la del bonito chico castaño. Me alegraba saber que este venia a ver algunas presentaciones.
Una vez intenté acercarme a él para hablar y tal vez terminar pidiendo su número, pero fui muy lento y cuando me di cuenta ya se había ido del lugar.

Hoy, tendríamos otra presentación. Está vez saldríamos de nuestra zona de confort y haríamos algo aún mejor para seguir impresionando al público que nos escuchaba casi todas las noches.

Yo tenía un plan y estaba seguro que funcionaría, luego de la gran presentación si veía al chico iba a irme rápido para encontrarme con él y al menos poder presentarme.

Y así lo intenté, al terminar la presentación baje disimuladamente por atrás del pequeño escenario y empecé a caminar lo más rápido que pude en busca de aquel castaño.

En cuanto lo ví a lo lejos, mis ojos se iluminaron de emoción, por fin podría ir a hablarle.

El castaño hablaba con una de las chicas de la caja mientras sostenía una bolsa en su mano, tal vez era comida para llevar o algo así.
Comencé a caminar hacia donde estaba él, sintiendo que con cada paso mis nervios aumentaban.

Mi plan seguramente hubiese salido como lo planee al principio pero alguien me tomó del brazo, jalandome hacia atrás.

—No mames cabron, ¿Que te pasó? Los chicos quedaron bien  confundidos al verte ir tan rápido. —Escuché la voz de Quackity. Mi mirada aún no se había despegado del castaño asegurándome de que no se perdiera de mi vista.

—No paso nada —Dije, poniendo ahora sí mi vista en Quackity quien me miraba dudando de mi con una ceja levantada. —Che, en un rato te cuento, tengo que ir a.. —Hablé aunque mis palabras fueron cortadas por mi mismo ya que al dirigir mi mirada nuevamente a dónde se supone que estaba el chico, este ya no estaba.

Mis expresiones cambiaron, quedando totalmente confundido. ¿Cómo se fue tan rápido?

—Ya vuelvo. —Le dije a Quackity y camine rápido hacia la salida del local, no debía de estar muy lejos, no podía perder la oportunidad de conocerlo.

Al estar afuera del local, una fría brisa nocturna recorrió mi cuerpo. Camine por los alrededores, buscando otra vez con mi mirada a aquel chico. Por un momento me di por vencido, intentando convencer a mi mente que tal vez otro día podríamos presentarnos, pero, a lo lejos logré ver su silueta

No estábamos ni tan lejos así que podía ver que él me veía a mi.

Sonreí y alcé tímidamente mi mano para saludarle. De un momento a otro noté como él empezaba a acercarse a dónde estaba yo.

—Hola, ¿tú eres el de la banda? El que canta, ¿Cierto? Cantas muy bien eh. —El castaño había hablado en cuanto estuvo al frente de mi. Solté un pequeño suspiro, él parecía ser alguien amable y sociable así que debía de dejar los nervios de lado.

—Si, soy ese y gracias. —Respondí antes sus palabras y solté una pequeña risa. —¿Vienes todas las noches a escuchar nuestra musica? —Pregunte con curiosidad, intentando sacar un tema de conversación.

—Así es. —Respondió él, asintiendo repetidas veces con su cabeza. Se veía tierno.

—Aunque también vengo a por algo de comida. Sinceramente no sé cocinar muy bien y prefiero venir a comprar algo. —Continuó hablando, soltando una risa apenada.

Sonreí de lado ante sus palabras y estiré mi mano hacia él.

—Soy Spreen. —Dije con timidez. El contrario miró mi mano por un momento y terminó por cambiar su bolsa de mano para estrechar con su otra mano la mía.

—Soy Roier, no es por molestarte pero tu nombre suena como "Spring" de primavera ¿Sabes? —Dijo él con una sonrisa entre sus labios, soltando mi mano.

Solté una risa ante sus palabras y le miré.

—Bueno.. jamás había pensado eso. Pará, cualquier cosa te digo que mi nombre es Spreen. Ese pe ere e e ene. —Dije aún soltando risas, deletreando mi nombre al final.

—¿Deletreaste "esperen"? —Respondió Roier quien parecía querer contener su risa.

Estaba por decir algo más pero escuche la voz de mi amigo Carre gritando algo como que "Vení acá cagón" giré mi cabeza hacia la dirección de la voz y efectivamente, era Carre y a un lado de él estaba Quackity.

—Spreen. —Reí respondiendole a Roier y continúe hablando. —Me tengo que ir, mis amigos me llaman. —Dije mirando nuevamente al castaño frente a mi.

—Dale, yo igual también me tengo que ir. —Respondió el contrario mientras se daba la vuelta y se despedía con su mano.

—Espera, ¿Vas muy lejos? Puedo acompañarte si querés. —Ofrecí con amabilidad.

Roier nego con su cabeza. —Gracias pero no pasa nada, puedo irme solo. No vivo tan lejos, además, ya alguien me debería de estar esperando por aquí cerca para acompañarme. —Dijo él sonriendo, se despidió y empezó a caminar para irse.

Yo también me despedí de él, quedándome ahí parado como un bobo. Una sonrisa apareció de repente en mi cara, me había presentado.. ¡Nos habíamos presentado! Por poco y me ponía a celebrar ahí mismo, sin darme cuenta de que Carre y Quackity ya estaban ahí conmigo.

—Flaco, ¿Que hacés? —Habló Carrera, mientras se cruzaba de brazos. Se veía chistoso cuando intentaba parecer molesto.

—Ya nada —Respondí, quería decirles para ir a comer algo pero Quackity se adelantó para hablar.

—Yo creo que se quiere besukiar a un fan .. ¿Eso está bien? ¿Que edad tiene? ¿Te gustan los vatos?  —Dijo Quackity mientras hacía una señal con sus manos para que caminemos denuevo hacia el local.

—Si te gustan los pibes me avisas y nos damos unos buenos besos, muak muak. —Dijo Carre mirándome a mi mientras empezaba a reír.

—Uy yo también quiero. —Agregó Quackity y entre ellos dos empezaron a reírse.

—Esperen, ¿dónde está Missa? —Dije, interrumpiendo su risa.

—Él se quedó a pedir algo de beber para los cuatro. Vamos rápido que ya debe de estarnos esperando. —Respondió Quackity a mi pregunta.

Los tres volvimos al local y si, ya estaba Missa esperándonos. Probablemente nos íbamos a quedar ahí un buen tiempo para arreglar algunas cosas, Missa al rato empezó a hablar con una muchacha, Carre y Quackity estaban bailando y riendo como si no hubiesen personas a su alrededor y yo me simplemente me pedí algo para comer.

Al menos me encontraba feliz de por fin haber hablado con Roier.

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Maybe he's not the one. (SPROIER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora