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Los días seguían avanzando y mi amistad con Roier también. Al terminar de estar en el escenario junto a mis amigos, pasaba un rato con ellos y luego me iba para hablar con Roier.

Platicábamos de casi todo hasta que llegaba cierta hora en la que Roier tenía que irse ya que alguien le esperaba. Nunca me menciona quien es, así que siempre supongo que es un familiar o algo.

Cada día y en cada plática mi interés por Roier aumentaba. No sabía si era por su personalidad, su linda cara o su manera de expresarse al hablar, pero definitivamente Roier me estaba volviendo un completo enamorado.

 No sabía si era por su personalidad, su linda cara o su manera de expresarse al hablar, pero definitivamente Roier me estaba volviendo un completo enamorado

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—Adivina que. —Me habló Missa con gran emoción.

Ahora mismo eran las 9am, los dos íbamos de camino a la casa de Quackity ya que nos había invitado a desayunar para después tener un pequeño ensayo.

—¿Que pasó? —Le hablé mirándolo con curiosidad esperando a que él me respondiera.

—Hablé con una de las chicas que está encargada del festival del sábado, ella me dijo que le gustó mucho nuestra presentación. —Decía Missa con una sonrisa, haciendo leves pausas para no hablar tan rápido. —Y me dijo que hablará con otras personas encargadas del festival para ver si podían darnos la oportunidad de presentarnos ahí, ¿No es genial? Será un lugar más grande y seremos aún más reconocidos. —Explicó Missa dando al final leves saltos sin contener la emoción.

—¿Enserio? —Miré sorprendido al contrario, realmente era una gran oportunidad poder presentarnos en aquel festival. —¿Por qué no me dijiste esto antes, boludo? —Solté una risa para luego darle un pequeño golpe al hombro de Missa.

Missa rió soltando un leve "Auch" por el golpe.

—Se los iba a decir por el chat grupal pero luego dije que sería mejor decírselos personalmente. Ya te lo dije a ti así que llegando a la casa de Quackity se lo decimos a él y a Carrera. —Dijo Missa, sonriendo al final de sus palabras.

Le sonreí devuelta mientras asentía con la cabeza. Dejamos de hablar y continuamos caminando.

Ya estábamos en la casa, Carre, Missa, yo y por supuesto el dueño de esta, Quackity

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Ya estábamos en la casa, Carre, Missa, yo y por supuesto el dueño de esta, Quackity. Estábamos desayunando mientras Missa les contaba a los chicos lo que me contó a mi.

—Es algo buenisimo, ojalá que si podamos. —Dijo Quackity con entusiasmo luego de que Missa había terminado su explicación.

—Si loco, pero que Spreen disimule un poquito y se quede un ratito más con nosotros porfavor. —Habló está vez Carrera diciendo el "porfavor" con un tono de lloriqueo.

—Eh, ¿De que hablas? —Dije, despegando la mirada de mi desayuno para mirar a Carre.

—Es que siempre te vas para hablar con el pibe de suéter rojo y nos abandonas por un buen rato. —Respondió Carrera mientras pasaba sus manos por su cara fingiendo estar llorando.

—No los abandono —Estiré mi mano hacia Carre para darle palmadas en su cabello.

—Lo que pasa es que a Spreen le gusta ese wey, déjalo ser, Carre. —Esta vez habló Missa para luego darle un mordisco a su sandwich.

—Bueno ya —Quackity soltó una leve risa. — ¿Quieren más jugo? Hay que terminar rápido que luego se nos hace tarde y ensayamos bien poco. —Terminó de decir el pelinegro, levantándose de su silla para ir en busca de más jugo.

—Uy yo quiero, porfa. —Dijo Carre, levantándose también para ir detrás de Quackity.

Y bueno, yo me quedé ahí en el mismo lugar junto a Missa para terminar de comer nuestro desayuno. Me puse a pensar en las palabras anteriores de Missa, ¿de verdad se me notaba lo mucho que estaba gustando Roier?

Maybe he's not the one. (SPROIER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora