"Tan bonito, papi", tus labios hinchados se presionaron contra los suyos, las manos envolviendo sus muñecas y empujándolas hacia las almohadas detrás de su cabeza, tu coño simplemente chupando su bonita polla dentro, dejando que te estirara y empujara tu gomoso y resbaladizo paredes "Te ves tan lindo cuando eres todo tonto".
Estabas riéndote, radiante por la forma en que sus labios tartamudeaban, los ojos rodando hacia la parte posterior de su cabeza, pequeños jadeos salían de su garganta por la forma en que te apretabas alrededor de él.
"O-solo para ti, dulce niña, mi preciosa niña, ¡ joder !" Sus caderas se sacudieron, tirando sin pensar sus manos de tu agarre y presionándolas contra la grasa de tus caderas, antes de apretar con fuerza tu trasero, gimiendo por la forma en que se sacudía con cada empuje hacia abajo.
"Oh, papi ", chasqueaste la lengua, puchero en tus labios, envolviste una mano alrededor de su bonita garganta, apretando solo un poco. "¿Dije que podías tocarme?"
Los ojos de Stevie se nublaron, apartando rápidamente las manos para descansarlas contra el colchón, las uñas clavadas en las sábanas, las yemas de los dedos ansiando estar sobre ti .
"Lo siento, cariño, papá lo siente mucho, oh, Dios ", gritó, observando con los ojos entrecerrados cuando acelerabas tus embestidas, follando sobre él, con una sonrisa diabólica jugando en tus labios. "Por favor, bebé, haré cualquier cosa, ¡solo por favor deja que papá se corra!"
Canturreaste, fingiendo pensarlo, haciendo un puchero hacia él y lo patético que se veía, todo brillante por el sudor y los hermosos labios hinchados, no pudiste evitar agacharte detrás de ti y jugar con sus bolas, todas llenas y pesadas en tu palma, riéndose una vez que su polla comenzó a latir y hacer celo dentro de ti.
"Hm, ¿algo, papi?"
"¡ Cualquier cosa , bebé! Sabes, papá haría cualquier cosa por ti, dulce niña, ¡oh, por favor , déjame correrme!" Estaba gimiendo, llorando, las lágrimas amenazaban con derramarse de la línea de sus pestañas, las mejillas todas rojas y el cabello todo desordenado, tan hermoso y guapo y todo tuyo .
"Bueno, supongo que has sido un buen chico", te callaste, con una mano rascándole el pecho y moviendo el pulgar sobre su pezón, "está bien, papi, puedes correrte".
Los ojos de papá se pusieron en blanco una vez más, la boca abierta y las caderas girando hacia arriba para encontrarse con los duros golpes de tus caderas, apretando tu coño con fuerza alrededor de él y haciendo que su pecho tartamudeara.
"Oh, gracias, gracias, gracias", balbuceó, llevando sus grandes palmas hasta tus mejillas y ahuecándolas suavemente, acercándote para un beso descuidado, todo resbaladizo y lleno de lengua. "Qué buena chica, siempre tan buena conmigo, cariño, trata muy bien a tu papá".
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