𝙇𝙤 𝙥𝙧𝙤𝙢𝙚𝙩𝙞𝙨𝙩𝙚. . . ¿𝙇𝙤 𝙧𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙖𝙨?

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Eran las cuatro de la mañana y el castaño estaba más que agotado, toda la noche se la había pasado acomodando las cosas, para que más tarde no hicieran nada más tanto él, como duxo.

Caminaba arrastrando los pies hacia la única habitación ordenada , acomodando aquella mascarilla sobre su rostro y abriendo la puerta con alivio al ver acostado a su amigo, quien estaba bastante cómodo en aquella colchoneta.

Se acostaria a su lado soltando un suspiro para luego sentarse en la orilla para quitarse aquellos zapatos rojos, su mascarilla y por último aquella sudadera blanca. Los hombres corporalmente son calientes y más si se hizo actividad muscular, en este caso Aquino era todo un horno al haber pasado toda la noche cometiendo dicho acto tomando leves descansos para seguir acomodando los muebles.

Por dentro de su abrigo llevaba una camiseta negra que acomodo un poco para ahora acostarse al lado del azabache, este dormía en pose fetal en dirección hacia la derecha quedando frente al castaño.

Aquino empezó a apreciar el rostro del menor de estatura sonriendo lacivamente y hacercando este hacia el, formando un abrazo envolvente y cómodo para ambos. Cabe resaltar que Duxo estaba algo frío, Aquino no comprendía el porque si el estaba casi hirviendo. Seguro le preguntaría más tarde, por ahora, el cansancio era más y ya estando cómodo el sueño no tardo en llegar soltando un bostezo antes de cerrar sus parpados por completo.

Los ojos del chico pelo azabache eran abiertos de forma algo rápida al igual que su cuerpo de esa cama desplegándose de esta con algo de temor al tener una pesadilla, sus ojos empezaban a llenar de cristalinas lágrimas recordando aquella pesadilla sintiendo su pecho acelerado por su respiración agitada.

Aquino quien estaba descansando sintió todo aquel movimiento brusco levantándose adormilado y preguntando un "¿qué paso?"

"Nada..." respondió el azabache volteandolo a ver, cosa que solo preocupó más al castaño al ver lo asustado que estaba su mejor amigo acercándose a este preocupado al verlo en un decallente llanto.

"¿¿Duxo?? ¿Qué pasa? ¿por qué lloras? No estés triste estoy aqui- shh tranquilo" se apenaba en sus adentros al no saber cómo reaccionar correctamente, su mirada pasaba a los ojos lilas que tenían un gran brillo reflejado por la luz del Sol y las lágrimas que habían frenado por un momento.

Por parte de duxo, en sus adentros estaba más que contento, todo había sido una pesadilla, tenía adelante suyo aquellos hermosos ojos ambar a su parecer, pero no podía reaccionar por completo, no asimilada la realidad con el mal juego de su mente.

"¿Duxo?" iba a volver a preguntar cuando los brazos del azabache se apegaron a su cuerpo hundiendo su rostro en aquella camisa oscura llenandola de sus saladas lágrimas aún llorando. Aquino sin entender solo correspondió el abrazo acariciando la espalda de su amigo intentando calmarlo con alguna que otra palabra.

Solo quería ayudarlo un poco.

Estaba bastante preocupado por como actuaba ultimada mente su amigo pero con tal de verlo vivo le bastaba, con solo ver aquellos ojos, le bastaba y le sobraba para saber que todo va a estar bien.

Más tarde, después de aquel acontecimiento, el azabache se encontraba desayunando solo ya que obligó a su amigo que fuese a descansar, tras recordar aquello río nasalmente con una sonrisa dibujada en sus labios.

"Duxo? ¿Ya estas mejor?  ¿Voy por algo de agua? " preguntaba al ya dejar de sentir las lágrimas de Duxo, aun sin dejar de acariciar su espalda.

"Si, ya estoy mejor , y no tranquilo, ve a descansar."  se levantó de la colchoneta menos decaído llendose a pasos lentos de la habitación, cambios de humor pensó Aquino en sus adentros.

"Pero no me has dicho que sucedió aun, hey! ¡No te vayas espera!" lo agarro del brazo atrayendolo hacia el de manera repentina cosa que causó que el mayor cayera hacia atrás, específicamente hacia Aquino.

"Yo..." el castaño apenado lo apartó rápido pero sin aun soltarlo

"Necesito que, me cuentes que pasó, nunca te había visto tan mal."

Estaba algo nervioso pero no lo mostraria y lo disimulaba a como podía, la cercanía era un causante de sus nervios pero aún así siguió hablando.

" Y si no me respondes ahora, tendrás futuras consecuencias" hablaba con una voz algo ronca por recién levantarse intentando aparentar ser rudo.

El azabache por su parte solo suspiro desviando la mirada constante del castaño esperando a que terminase de hablar, luego de eso volteo a mirarlo fijamente a los ojos, lo conocía bien, estaba nervioso.

" Aquinin, solo fue un mal sueño, tengo algo de hambre. Además, desde cuando TU me mandas a mi"

" Desde que descubrí que no puedes dormir sin tu peluche de pingüino"

"  ( mierda ) b-bueno, de todas formas, vete a dormir, y si no lo haces votaré todas esas figuritas de juegos que tienes" le dolió decirlo ya que también las amaba pero al parecer funcionó al ver como el castaño se acostaba rápido en la colchoneta.

"Eres un abusivo Duxorethey"

" Ya callate y duerme ctmr "

Y cerro la puerta al salir.


Volviendo a el presente. Duxo lavaba su plato donde anteriormente había desayunado notando que ambos la noche anterior no habían cenado, sabría lo que se vendría después y lo imaginaba tan bien que parecía realista, aunque no fallo tanto su imaginación al ver como se cumplía.

Un Aquino adormilado salía de la habitación arrastrando los pies con algo de pesadez llegando hasta el comedor de la sala sentándose y dejando caer su rostro en la mesa, manteniendo sus ojos entrecerrados reclamo hacia Duxo " Comidaaaaaaaaaa " alargando por supuesto la última vocal.

Aquella frase la repitió constantes veces apesar de estar observando como Duxo servía su plato de comida con hasta más comida que la que el azabache desayuno, nadie se imaginaba que Aquino bajo de ese suéter blanco guardaba un par de brazos algo trabajados al igual que su abdomen, recordó que la vez que lo vio así se avergonzó ya que Duxo pensaba que era un alto flaquirucho adicto a los videojuegos.

"Comidaaaaaa comidaaaaaa tengo hambre Duxoooo"

" Ya callate y traga" enojado le pasó el plato viendo como el castaño empezaba a comer agusto. " y... ¿Que cosas faltan por acomodar? " observaba mientras tomaba un jugó de naranja, después lavarian sus dientes.

"Uhmm... Flatla la lavadlora y decorar con las cosas peqleñas" hablaba con la boca llena, a Duxo le molesto pero lo dejó pasar por ahora.

"Bien, iré por las cosas de decorar y eso."

"Okey!" Enserio Aquino aveces parecía un niño pequeño.

¿ 𝘠𝘰. . . 𝘛𝘦 𝘩𝘦 𝘗𝘦𝘳𝘥𝘪𝘥𝘰 ? // 𝘋𝘶𝘹𝘪𝘯𝘰. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora