« Primera Parte »

0 0 0
                                    

Había mucha presión en ese lugar, solo quería escapar.
   El traje ajustado a mi garaganta me hacía inhalar muchas veces. La gente miraba y susurraba. en el centro estaban los cinco tronos,  todos ocupados, menos uno.
       El primero era de la princesa Iraide,  si es así que debería llamarla,  Después de todo era mi malcriada hermanastra. Llevaba el trono más importante,  reinaba cinco territorios aliados y otros continentes vecinos,  tierras de dragones y alfas.
     Iraide se encontraba sentada, con las piernas cruzadas y juguetear con unos de sus anillos con la piedra ámbar incrustada en el.  Su cabello tocaba el suelo de lo largo que era,  platinado y reluciente como siempre.
     Su mirada estaba clavada en la estalactitas, que se encontraba en el centro de los tronos,  su brillo y resplandor era capaz de dejarte medio ciego.

     El siguiente trono era de Ron,  este hombre era tan anciano que se creía que había alcanzado la inmortalidad. Era ciego pero sentía todas las vibraciones al cuádruple que los demás. Este era el dueño de todo la energía electromagnética,  transportes avanzados,  energías aéreas y armas de alto funcionamineto de todo el continente.
      Su frío y pálido rostro estaba observándome,  lo cual parecía el colmo,  un hombre ciego mirándome.
    El siguiente trono en de el de Hipodamia,  su trono se encontraba completamente vacío. ¿La junta no había comenzado por que ella no era puntual?,  inhale profundo.
    Hipodamia era la bisnieta de Ron, quien probabablemete heredaria todo cuando este muriera por que claramente era la favorita de sus tres estúpidos hermanos. Había sido obligada 
  "otorgar" ese cargo de futura Reina por ser la mayor,  su familia solo era ambiciosa del dinero por eso la obligaron a agarrar el trono y hacerse cargo, ella sola,  a sus diecisiete años de todo el puto continente. Se decía que era muy buena en las artes marciales, había sido entrenada desde niña para convertir. Observe mi reloj,  ya habían pasado veinte minutos y la futura Reina no llegaba.  Mi paciencia era corta, pero la curiosidad me mataba, ¿se habría escapado?¿su bisabuelo so sabia?.
  
   Tome mi chaqueta y me escape a la mirada de todos,  bueno menos de Ron , mi hermanastra revolvió los ojos,  Después de todo era mucho más impaciente que yo.

— Abrán la puerta — ordene con mi tono más serio

— Pero Conde... aun no a empezado la junta...

Lo observe unos minutos y abrío la puerta sin decir nada más y salí al gran parque a respirar un poco de aire,  que no huela a gente muerta por dinero. El enorme parque,  florecidos y relucientemente cubrió de bellas hojas. Los laberintos con paredes de enredaderas y flores. Me quería perder en ellos y nunca más salir,  no quería seguir peleando por cosas que
  para mi no tenían nada de importancia. Deseaba tener otro papel en esta historia,  quería ser alguien más que un Conde, pero al mismo tiempo no quería ningún cargo más. 
  No quería ser alguien ambicioso como el resto,  pero si me carcomido algo. Hace millones de años habíamos perdido valiosas tierras ( que claramente debería ser nuestras)  contra el continente de omega. El vecino, nuestros enemigos. Eran una mierda para nosotros como nosotros para ellos.

Y ya me había hecho un nuevo papel,  recuperarlas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 04, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

EnemyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora