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Becky había recibido muchos apodos a lo largo de su vida: BecBec, Becca, BabyBec, BB y muchos más, pero ¿mamá? ese apodo seguro que era nuevo para ella.

-¡Mamá!

Escucho de nuevo el grito desesperado de alguien desde la parte de atrás, alguien con una pequeña y linda voz de llanto para ser exactos, Becky se dio la vuelta para ver a que se debían los gritos, cuando vio a una niña correr hacia ella y aferrarse a su pierna abrazándola como un koala, dejándola sorprendida y confundida.

-¡Oh, finalmente! Me alegro de haber encontrado a tu mamá- Dijo una mujer detrás de la niña con una sonrisa de alivio y antes de que Becky pudiera negar con la cabeza para decir que ella no era su mamá, la mujer ya estaba haciendo una reverencia alejándose

Becky estaba paseando por un centro comercial bastante lejos de su casa, siguiendo el consejo de su mejor amiga de salir, conocer gente nueva y dejar de estancarse en una relación que había terminado hacía ya cuatro años porque de nada servía llorar sobre la leche derramada, así que hizo lo que ella dijo, sin embargo, si Charlotte supiera en la situación que se encontraba, estaría muy enojada, porque caminar por el centro comercial no era su idea de salir y conocer a una niña pequeña no era la gente nueva de la que su amiga estaba hablando.

-Mamá...- dijo la niña murmurando otras palabras amortiguadas por sus pantalones porque tenía su rostro enterrado ahi, Becky estaba congelada y sin saber qué hacer, de repente una niña que no conocía quedó a su cuidado sin cuestionamiento y sin poder negarse, cuando se arrodilló al nivel de la niña, supo la razón

La palabra sorpresa no sería suficiente para definir su estado porque cuando vio la linda carita de la niña, fue como si viajara en el tiempo, al pasado, era ella, estaba mirándose a sí misma pero en su versión infantil. La niña tenía sus ojos, sus mejillas y sus labios, algo llamativo y misterioso es que tenía también sus pecas, Becky se aclaró la garganta ante la revelación, tratando de calmarse y colocó sus manos sobre los hombros de la niña.

-Oye ¿estás perdida, niña?- La niña asintió mientras sorbía por la nariz, con los ojos hinchados por el llanto- ¿Cómo te llamas?- Becky preguntó esta vez con voz más suave

-E mi ly- La niña respondió con su voz entrecortada

Becky asintió en reconocimiento y sonrió- Bueno, Emily ¿Puedes decirme dónde está tu mamá?

La niña finalmente sonrió ante la pregunta y asintió con entusiasmo, Becky se puso de pie, la tomó de la mano y dejó que la llevara en la dirección donde se suponía que debía estar su mamá, solo que no fue así, porque ahora se dirigían hacia una sala de juegos, suspiró mientras entraban.

***

Becky estaba en un simulador de autos de carreras con Emily entre sus piernas, siendo la niña quien manejaba el volante.

-¡¡Derecha, derecha!!- Becky exclamó emocionada, Emily siguió la orden y giró el volante con ayuda de Becky que sostenía un lado y sus pies presionaban los pedales del acelerador para que le fuera más fácil

-¡¡Rápido!!- Ambas gritaron cuando se acercaron a la bandera de meta, adelantando otro auto y reclamando el primer lugar- ¡¡Sí!!-Aplaudieron chocando los cinco y riendo

Becky se estaba divirtiendo tanto que le parecía extraño porque no podía recordar hace cuanto no se sentía así ¿Quizás hace cuatro años? Charlotte tenía razón, realmente debería haber hecho esto antes y probablemente hubiera conocido a esta niña antes.

Emily tiró de ella hacía una máquina de garra y Becky sonrío con orgullo- buena elección, soy la mejor en esto

-¿De verdad mamá? ¡El osito! ¡Quiero el osito!- Emily saltaba de emoción mientras caminaban cerca de la máquina

DESTINY - FREENBECKY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora