poliamor

1.

*Diana*

- Métete a la piscina, el agua está deliciosa. - me animaba Lady mientras nadaba desnuda.

- lady por favor, salte, alguien puede verte. - le pedí, mirando a todos lados.

- eres una agua fiesta, Diana. - dijo Lady e hizo un puchero. - está bien ayúdame a salir. - me pidió y extendió su mano para que le ayudará.

Extendí mi brazo y la sostuve con fuerza, pero entonces me miró directo a los ojos y sonrió tirando con fuerza haciéndome caer a la piscina.

Lady se reía eufórica de mí, mientras yo le gritaba de todo, el agua estaba helada, mi ropa estaba empapada y ella solo se reía.

- ya está bien cálmate. - me dijo, acercándose a mí, me miró a los ojos y puso un mechón de cabello detrás de mi oreja. - sabes, eres muy guapa, debería vivir más la vida; ¿que anécdotas le vas a contar a tus hijos?

- por favor, podemos meternos en problema. - le dije, mirándola a los ojos.

- ¿por qué? no estamos haciendo nada malo. - dijo mirándome directo a los ojos, tomando mi mejilla y apretandome de la cintura para pegarme a ella. - solo darnos un baño.

Lady era la chica más guapa de toda la universidad, todos los hombres e incluso profesores se le quedaban viendo, sus pechos eran enormes, tenía un cuerpo de infarto y tenía unos labios...

La besé y luego de unos segundos ella me correspondió. Senti el aliento de whisky pero no me importo, Dios, estaba besando a mi mejor amiga, pase mi mano por detrás de su nuca y nuestras lenguas se unieron profundizando aun más nuestro beso.

Un sonido hizo que nos hizo separar, se escuchaban pasos que venían de la puerta, de inmediato salí de la piscina y tome la ropa de Lady.

- por favor salte, ya. - le suplique al verla tan cómoda dentro de la piscina.

- besas delicioso. - me respondió.

- Lady...

Rodó sus ojos y salió con gracia de la piscina. Me tomo de la mano y fuimos del otro lado en un pequeño cuarto, dónde solían guardar los implementos de natación, era muy pequeño y apenas cabíamos.

- ponte esto. - le dije en tono bajo entregándole su ropa.

- Creí que nos escondíamos para pasarla mejor. - dijo e intento darme un beso, pero me hice a un lado estaba demasiado nerviosa y confusa como para seguir con el beso de la piscina.

- está bien, enana, tu te lo pierdes. - dijo enojada poniendose su ropa.

- Lady por favor... - me dejó hablando sola porque salió de aquel cuarto en dirección a la puerta de salida.

Salí detrás de ella, pero era demasiado tarde, mientras intentaba explicarle que estaba confundida, nos topamos con unos jóvenes de la hermandad de Kapabeta completamente ebrios, por lo que decidí mejor callar. Por un momento creí que volveríamos a la fiesta pero entonces ella cruzo hacia nuestro dormitorio, no se en que momento había tomado una botella de whisky pero la dejo en un cesto de basura cuando se la acabo antes de entrar a nuestro edificio.

Al llegar se tiró en la cama y se quedó dormida. No entiendo porque se había enojado tanto, nunca la vi salir con otra chica, ni siquiera sabía que le gustarán, mucho menos yo... Lo peor de todo es que al día siguiente no se acordaba de nada.

Desperté con la respiración acelerada, aquel recuerdo de hace 2 años en la universidad me atormentaba, Lady nunca había recordado aquella noche y yo no le había dicho nada, simplemente lo había dejado pasar, ambas tuvimos nuestros novios, ella muchos más que yo algunos serios otros no tantos, pero cuando las dos nos interesamos en el mismo hombre, decidimos que para que ninguna de la dos saliera lastimada ninguna saldría con un tipo que le interesará a la otra. Sobrepusimos nuestra amistad ante cualquier cosa. No volvimos a tener una situación parecida, Lady solía emborracharse algunas veces pero nunca más volvimos a besarnos.