A sus 19 años, Shuntarō debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, S...
"Suguru, ¿podrías por favor dejar de untar tu maldito pene contra mi muslo?"
"Mmm no" gime y muerde el hombro delgado del omega.
"Tu celo fue hace dos días"
"¿Y?"
Shuntarō se ríe, apretando el miembro del rizado, él gime.
"Haz eso otra vez"
"¡No seas asqueroso"! Le pega. "Párate o suéltame. Debemos ir a la escuela, es nuestro último día"
"Ve tú. Yo estoy harto de toda esa gente" se acomoda, soltando a Shuntarō y abrazando su almohada"
"Vamos, Suguru" lo mueve. "Por favoooor"
"No"
"Cuento tres"
"Hasta mil si quieres. No iré"
"Uno"
"Lárgate"
"Dooos"
"Eres insoportable" se para, caminando al baño, con la risa de Shuntarō siguiéndole por la espalda.
"Tres" el omega cierra la puerta del baño, detrás de si.
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Después de una larga ducha -compartida-, ambos salen y se visten para su último día de preparatoria.
"Estoy feliz y triste a la vez" Shuntarō junta sus manos, caminando por los pasillos, mirando a todos lados.
"Odio a todos, así que estoy feliz" a su lado, Suguru dice.
"No puedes ser tan agrio, Suguru" le da su mochila porque su espalda ha comenzado a doler. "Deberías apreciar a la gente que Dios pone en tu camino"
"Aprecio más a la que me quita" abre su casillero, masticando el chicle que el rubio le dio en el autobús.
"Ugh. No seas así" hace un puchero.
"Soy así, lo siento, no puedo cambiar"
"Okay" encoge sus hombros, sacando un chocolate de su mochila. "¿Irás al trabajo hoy?"
"Me quedaré en casa" le quita el chocolate a Shuntarō y se lo come, de un bocado.
"¡Oye!"
"Mucha azúcar"
Cada quien va a su clase correspondiente, según la clase que le tocaba. Shuntarō compartía esa con Samura. El azabache era una gran compañía, y más aún cuando no había nada que hacer. Como era el último día, los maestros no podían marcar tareas o hacer alguna actividad. Las calificaciones ya estaban dadas, o al menos la mayoría. Shuntarō sentía frío por más que no hubiera, pero quería sentir el calor de Suguru cerca. El maestro dice que pueden salir y hacer lo que sea, siempre y cuando no saliesen del colegio.
